Capitulo 225

El abuelo Victor dijo que donaria acciones, y eso no era solo de palabra.

Alterminar la frase, el abuelo Victor continud: “Doctora Yllescas, no tienes por qué rechazar diciendo que no sabes manejar la empresa, mientras yo esté vivo y en buena salud, no tendrás que preocuparte por los asuntos de la compañia”

Hernando no tenia remedio.

En lugar de esperar a su muerte para que la empresa que tanto esfuerzo le costó construir fuera repartida entre parientes lejanos, le pareció mejor transferir el treinta por ciento de las acciones a Gabriela mientras aún pudiera disfrutar de la vida.

Aunque regalo el treinta por ciento de las acciones, de hecho, el ganaba, porque el restante setenta por ciento aún estaba en manos de Hernando.

El abuelo Victor confiaba mucho en Gabriela como persona, sabía que ella no tendría malas intenciones.

Con esos parientes lejanos era diferente.

Eran un grupo de lobos rapaces que no dejaban ni los huesos!

Lo más importante era que el abuelo Victor creia que Gabriela podría llevar el Grupo Diaz a nuevas alturas.

Pero como Gabriela se negaba a aceptar, el abuelo Victor tuvo que abandonar temporalmente la idea, y siguió diciendo: “Doctora Yllescas, siento que tenemos una gran conexión, y justo tengo una nieta de tu edad, ¿que te parece si tú y yo nos convertimos en compadres? Yo te tomaria como mi ahijada, ¿qué opinas?”

¿Compadres?

Hacer conexiones no era algo malo.

Después de todo, tener un amigo más significaba tener una salida más.

Gabriela tampoco rechazó la propuesta del abuelo Victor. “Mientras usted, abuelo Victor, no me menosprecie, está bien Dijo ella.

“¿Cómo podría menospreciarte? El abuelo Victor estaba muy feliz. “Entonces, de ahora en adelante, Doctora Yllescas, te voy a considerar como mi niets!

Tomar a Gabriela como ahijada era, sin duda, un gran beneficio para la familia Diaz.

Gabriela era tan joven y ya era tan habilidosa en la medicina, seguramente tendría logros aún mayores en el futuro. Para ese entonces, probablemente habría una fila de gente que queria relacionarse con ella, que podria extenderse desde all hasta Ciudad Real.

“Abuelo Victor no hay necesidad de ser tan formal, puede llamarme por mi nombre ”

Entonces te llamaré Gabi“, dijo el abuelo Victor

“ST, Gabriela asintió ligeramente, “asi es como me llaman mi familia y amigos.”

“Entonces yo también aprovechar la oportunidad para llamarte Gabi, siguiendo el ejemplo del abuelo Victor“, dijo la anciana Sra. Solos con una

sonrisa.

“Sa la abuela Solos le gusta, està perfecto. Dijo Gabriela.

¿Cómo no le iba a gustar!

¿Qué anciano no queria a una joven tan hermosa y con tal habilidad médica?

La señora Solos casi deseaba que Gabriela se quedara a vivir con su familia.

Después de la cena. Vicente pidió al chofer que llevara a Gabriela a casa.

Mirando como el coche negro se desvanecia en la noche, Vicente se volvió hacia su asistente: “Investiga qué ha sucedido recientemente con la familia Muñoz, por qué la Sria Muñoz tenia el apellido Yllescas antes de cumplir dieciocho años.”

“Sefior“, el asistente dio un paso adelante, no es necesario investigar.”

Vicente se giro para mirar a su asistente “¿Tú sabes?”

Lo que le habis pasado a la familia Mufiozora de conocimiento público en la ciudad,

Pero Vicente era una excepción.

Siempre desinteresado en rumores y chismes, no sabía nada de lo que ocurriera fuera de su propio mundo.

El asistente le explicó detalladamente a Vicente todo sobre el intercambio de bebés en la familia Muñoz.

Era una noche oscura cuando Vicente se toco las sienes, la oscuridad le conferia a su rostro un velo de misterio. Entonces, ¿me estas diciendo que la señorita de la familia Muñoz que conocíamos no era la verdadera señorita Murloz?”

‘Asies, respondió el asistente. La Sra. Yllescas que llegó esta noche, es la verdadera Sita Muñoz de antes.”

La Srta. Muriozno era la verdadera Srta. Muñoz…

Gabela era la Srta. Muñoz de antes

Era evidente que eso ma algo que Vicente no habla anticipado

Capitulo 225

trecerró los ojos y se giro para caminar hacia el interior de la casa

Elasistentes qui sus pasos.

quite surele plateado y lo dejo sobre la mesa, luego se volvio hacia su asistente y le dijo. Puedes tec

ecesito algo te amare

De acuerdo”

Dicho esc. El asistente se retire de la habitacion

ente lingio al baño para darse una ducha

Se quito la camisa blanca, dejando al descubierto su torso musculoso y debajo de los definidos abdominales, se dibujaba la elegante linea que descendia hacia su entura.

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