La Heredera del Poder novela completa
Capítulo 299

Capitulo 299

Asi que cada vez que veia a Gabriela comer, la abuela Zesati sentia un apetito especial.

¿Qué buena nuera habia encontradol

¡Comla de todo!

Yera fácil de complacer.

A las tres de la tarde, Gabriela estaba preparada para despedirse.

“Ah? ¿Ya te ves/“Eva agamró su mano, con una mirada triste.

Incluso Gordito, que estaba en los brazos de Gabriela, mauló insatisfecho.

Gabriela sonrió y dijo: “Tia Eva, recuerda visitar mi casa con la abuela Zesati cuando tengas tiempo. Ya es tarde, por lo que debo ime.”

Al terminar de hablar, agregó: Why tia Eva, no olvides traer a Gordito contigo.”

“Meow” Gordito respondió como si entendiera las palabras de la joven.

Gabriela abrazo a Gordito y le dio un gran beso, “Eres la mascota más adorable.”

¡Todo era pura satisfacción!

Sebastián miró de reojo a Gordito, con una mirada gélda.

Sorprendido por la mirada de Sebastián, Gordito rápidamente se escondió en los brazos de Gabriela,

¡Caray

¿Es era una mirada asesina?

En ese momento, Lucas también quería despedirse.

La abuela Zesati dijo con una sonrisa: “Entonces, Lucas, ¿por qué no te llevas a Gabi contigo?”

Lucas asintió, ‘Claro, seria un honor llevar a Gabi a casa.”

¡Justamente estaba preocupado por no tener la oportunidad de estar a solas con Gabrielal

Sebastián sacó las aves del coche del bolsillo, Lucas no va por ese camino. De todos modos, tengo que pasar por la empresa, asi que Gabriela puede venir conmigo.”

ent

“Si Lucas no va por ahi, entonces deja que Gabi vaya en tu carro. La abuela Zesati continu: “Gabi, este muchacho es un poco raro, site molesta en el camino, por favor no te ofendas.”

“¡Cómo podrla ofendermer Gabriela sonrid ligeramente, “Entonces, gracias Sr. Zesati.

“Cosas del camino.” Sebastián habló con un tono ligeramente distante.

Lucas a un lado… Podria tomar un camino largo si fuera necesario

¡Estaba más que dispuesto a hacerlo!

¡Realmente lo estabal

La anciana observó cómo Gabriela y Sebastión se alejaban, con una sonrisa en su rostro.

Jovenzuelo!

¡Intentar competir con ellal

Ni sabía lo alto que era el cielo ni lo profundo que podia ser la tierral

Esta no era la primera vez que Gabriela se subia al coche de Sebastián.

A diferencia de las dos veces en Ciudad Real, esta vez, el conducio personalmente.

Yella estaba sentada en el asiento del copiloto.

Sebastian sujetaba el volante con una mano y con la otra aganaba un rosario, “Si te aburres, puedes conectar tu teléfono al Bluetooth del coche y poner música.”

“De acuerdo.” Gabriela se inclino para abrocharse el cinturón de seguridad.

Gabriela en realidad no queria poner música

Pero solo estaban los dos en el coche, y el ambiente era un poco incómodo, así que para distrarse, conectó el Bluetooth y abrió el reproductor de

música

Pronto, la suave música llenó el coche.

Mientras tanto, en la familia Solos.

El hombre llevaba puesto un traje a medida muy elegante y estaba parado junto a la ventana panorámica, de pie con una estatura imponente.

Su rostro parecia estar cubierto por una sombra

Nadie podía predecir si en el siguiente segundo estarla feliz o enojado.

12:06

Capitulo 299

Toc toc toc

Justo entonces, se escuchó un golpe en la puerta.

“Adelante”

El asistente vestido de traje entró y se paró detrás de Vicente, diciendo de manera respetuosa: “Jefe ya tenemos pistas sobre aquel caso.”

“Dime” Vicente gird inconscientemente el anillo en su dedo indice.

El caso de secuestro de hace doce años involucró a tres familias.”

“¿Cuáles son las tres familias?”

La Sta. Rey de la familia Rey del este de la ciudad, la Srta. Mendoza de la familia Mendoza del oeste, y una de la familia Muñoz El asistente hizo una pausa y añadió, “Ya envié a alguien para que lo verifique, y ni la Srta. Rey ni la Srta. Mendoza tienen cicatrices en sus brazos.”

Vicente no se sorprendió con esta información. “¿Y qué hay de la familia Muñoz?”

El asistente vació por un momento antes de continuar: “La situación de la Srta. Yllescas de la familia Muñoz es especial, aún no hemos podido verificarlo con clandad,

El hombre, que hasta ese momento había mantenido una compostura suave como el jade, de repente se transformó en una bestia salvaje enfurecida, “Inutiles