Un Beso Que Le Atrapó A Mi Señor Perfecto Novela Completa
Capítulo 2383

Capítulo 2383

“fets es más sensats sabe que paps y mamá se esfuerzan y nanca hace peticasnes absurdas como Maira

“Cuando Marita crezca, lo entenderá ”

*

Con el veredicto final de inets, los tres volver a distrital de la comida en ammonia, como si nada hubiera pasado

La reprimenda Maima se disipó como si fuera solo un mal viento

Sole Maira seguia con la cabeza gacha, sin poder tragar bocado

Habia hecho una simple pregunta y la trataron como una hija desagradecida, pero que había hecho mal?

¿Por qué tenia que aguantar el acoso en su clase?

Nadie se tomó la molestia de preguntar por qué quería cambiar de escuela

Ni siquiera preguntaban si alguna vez se quejó cuando se mudó anteriormente Cuando Ineta no queria cambiar de escuela, ellos movian cielo y tierra para asegurarse de que ella tuviera todo lo necesario

Después Ineta se arrepintió, y de inmediato encontraron una nueva escuela cerca de donde vivían para que pudiera seguir estudiando.

¿Por qué cuando se trataba de ella las cosas no importaban de igual manera?

Marra no entendia por qué tenía que soportar todo esto, solo sabia que ya se había vuelto una costumbre.

La aflicción de Maira no era digna de atención, solo la de Ineta contaba.

Finalmente, Maira terminó cambiando de escuela debido a una sanción, así que no tuvieron más remedio que arreglar su transferencia.

¿No era ella la que estaba siendo acosada?

Quien la acosara, ella se defendia. Aunque Maira no era más fuerte que ellos, cada vez que reaccionaba, lo hacia con la furia de un lobezno, sin importarle los golpes que recibia.

Esa determinación les provocaba miedo incluso a los agresores.

Después de varias peleas, fueron ellos quienes se quejaron primero, acusando a Maira de ser violenta en la clase.

Así fue como Maira tuvo que cambiar de escuela por la sanción.

Claro, cuando la llevaron a casa por esa vergonzosa sanción, sus padres no dejaron de regañarla severamente.

Maira se acordaba vagamente de haber estado encerrada en su habitación, sin comer durante un dia y una noche.

No fue sino hasta que bajó la cabeza y admitió su error que su madre finalmente volvió a ser amable con ella.

Maira, que estaba creciendo rápido, sentia un hambre feroz; saltarse una comida ya era suficiente para hacerla sentir mal, mucho menos un dia y una noche sin nada de comer o beber.

Su madre se sentó frente a ella, observándola devorar la comida y de vez en cuando le recordaba que debía mantener los buenos modales en la mesa.

Maira comia a grandes bocados, hasta que su estómago dejó de sentirse tan vacio y entonces empezó a comer mas despacio.

Finalmente, no pudo resistirse y le preguntó a su madre: “Mamá, ¿acaso no soy tu hija biológica? ¿Por qué hasta ahora no me has preguntado por qué les pegué?”

La pregunta dejó a su madre sin palabras; nunca esperó que su hija le planteara tal cuestión.

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Capítulo 2384