Un Beso Que Le Atrapó A Mi Señor Perfecto Novela Completa
Un Beso Que Le Atrapó A Mi Se5ñor Perfecto Capítulo 2709

Capítulo 2709

“¿Ah? ¿Acaso te crie desde pequeña para que ahora me respondas de esa manera? ¿Qué clase de trabajo es ese que tienes? Solo es un empleo que te lleva cinco o seis horas al día y te da un sueldo de menos de trescientos dólares al mes. ¡Eso no tiene sentido!

Siempre te he dicho que vuelvas al grupo empresarial y me ayudes, pero te empeñas en no querer.

Mira ahora, hasta los invitados se enteraron de que dejo que mi propia hija haga mandados.

¿Sabes lo que me dijo uno de ellos la última vez que tomamos un café? Dijo que por más que esté ocupado con mi carrera, debo cuidar más de mi hija y no permitir que haga esos trabajos.

Ni siquiera supe que contestarle. ¿Debia decirle que mi hija estaba ansiosa por cansarse?”

Eloisa sabia del estatus de su padre y que él nunca entendería el trabajo de los periodistas de base, pero jamás se imaginó que su propio padre pensara asi de ella.

“Lo que hago es

Trabajo de periodista y es un trabajo serio. Si no sabes qué decir, mejor no digas nada. Ya no espero que me entiendas. Seria mejor que te preocuparas más por tu nueva esposa y su hija, y por que me están echando encima su basura!

Papá, realmente me has decepcionado.”

Después de decir eso, Eloisa se fue de la fria mansión sin mirar atrás.

Dejando a Bruno con un montón de ira acumulada y sin donde desahogarla, solo atino a regañar a Virginia: “¿Acaso has calumniado a mi hija? Desde el dia que entraste por esa puerta, te adverti que no le hicieras daño. ¿Acaso has olvidado como saliste de aquel barrio pobre?

Te lo digo, si en su momento fui capaz de sacarte de alli sin importar nada, también puedo hacerte regresar a ese lugar.”

Virginia lloraba como una magdalena, “Bruno, ¿qué estás diciendo? ¿Por unas palabras de Loisita ahora dudas de mi?

Con lo importante que era la ocasión de hoy, ¿cómo podría hacer algo tan infantil? Ya no soy una niña.

Durante todos estos años, he estado a tu lado trabajando con diligencia, ¿alguna vez he cometido un error?

Ahora, por dos palabras de tu hija biológica, te vuelves y dudas de mi.”

Bruno, cansado de sus llantos, finalmente no consoló a nadie y furioso, regresó solo a su estudio.

Cuando estuvo a solas, cuidadosamente sacó de un cajón un marco de fotos que habia guardado durante mucho tiempo.

En el marco había una foto antigua, donde estaba él con otra mujer. La mujer se parecía mucho a Eloisa era su primera esposa, Melisa Lández.

Como los dos se amaban tanto, cuando Eloisa nació, Bruno incluyó en su nombre unas letras de “isa” del nombre de su esposa.

Esperaba que su hija se pareciera más a su esposa, pero nunca imaginó que cuando la niña creciera, su esposa desaparecería para siempre.

“Melisa, ¿Será que como padre he sido tan irresponsable que ahora mi hija siempre me responde? Me arrepiento de haber permitido que Virginia entrara en nuestra vida.

¿Tú también me culpas en secreto? Solo queria que Loisita tuviera una madre, pero lo hice mal y hasta ahora ella no quiere llamar madre a Virginia.

Si no hubiera hecho eso, ¡quizás Loisita no seria tan rebelde!”

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