Capítulo 2792

Al ver esa mirada de Eloisa, Luben finalmente asintió con la cabeza, “No hay quien pueda contigo, pero sólo tengo una condición: si tu seguridad personal está en peligro, debes retirarte inmediatamente de este asunto.”

Eloisa no esperaba realmente poder convencerlo, y estaba tan feliz que casi saltaba de alegría mientras corría hacia Luben. “No te preocupes, no soy ninguna tonta.

Señor Pantoja, realmente no esperaba que aceptaras, jestoy muy feliz, gracias!”

“Ay. ¿qué puedo hacer si cierta persona me dijo que su deseo original de ser periodista era defender la justicia? Si lo dice asi, tampoco puedo permitir que pierda su confianza…”

sonrisa,

Pero al ver a Eloisa tan feliz, en el rostro de Luben también apareció una leve son

“Por cierto,” Eloisa se puso seria repentinamente, he investigado el itinerario reciente de Ramiro, es muy probable que aparezca mañana en un establecimiento de entretenimiento. Aunque no estoy segura de que el dueño de ese lugar sea uno de sus hombres, hasta ahora no he podido rastrearlo. ¿Qué tal si vamos a echar un vistazo mañana?”

Eloisa parpadeo con sus grandes ojos, y Luben se quedó algo sorprendido. Ella habia logrado averiguar tanto con sus propias habilidades.

“¿Quién es el propietario de ese lugar de entretenimiento? He hecho que mis hombres investigueri y puede que esté en esta lista.”

“Se llama Emilio.”

“Bueno, eso es cierto. Definitivamente es uno de sus subordinados, parece que realmente tienes habilidades, has encontrado uno de sus escondites tan rápido

Luben sacó los datos de ese establecimiento de entretenimiento en la computadora, algo sorprendido ya que en su ciudad habla muchos lugares de entretenimiento de este tipo, que combinaban karaokes, salas de billar, parques de atracciones y mucho más. Estos lugares atraian a clientes de todas las edades, desde estudiantes de secundaria hasta adultos. No era de extrañar que Ramiro no se hubiera involucrado en bienes raíces en los últimos años, ya estaba ganando mucho dinero,

Y eso sin mencionar cuántos negocios ilicitos podría tener.

“Recuerdo vagamente que ese karaoke también permitía la entrada a menores de edad, pero ¿no se supone que los menores no poeden entrar en esos lugares?

Eloisa fruncia el ceño, precisamente porque los menores de edad no tenian autocontrol y no podian protegerse, ya que estaban estrictamente prohibidos en estos lugares.

“Obviamente este Ramiro no se va a preocupar por eso mientras esté ganando dinero, él no va a pelear con el dinero.

Ya que has descubierto que él estará alli mañana, vamos a encontramos con él

Eloísa asintió repetidamente, “Pero mañana no puedes ponerte un traje, porque te descubrirán enseguida.”

“¿Entonces qué me pongo?” Luben funció el ceño, realmente no sabia que ponerse para esos lugares, lo máximo que tenía en su armario eran trajes y ropa deportiva.

“¿No me digas que tu armario sólo tiene trajes?” Eloisa lo miró sorprendida.

Ella estaba mirando la pantalla de la computadora de Luben y por eso estaban muy cerca, ahora estaban parados de frente y Eloisa podia ver las cejas levantadas de Luben como si dijeran, ¿qué tenia eso de malo?

Ella reflexionó por un momento y finalmente decidió, “Ahora deberías darte un descanso, te llevaré a comprar una prenda de ropa, considerémoslo como prepararte para mañana.”

“Ah si, tan generoso?“, bromeó Luben.

Eloisa también extendió sus manos, “No hay de otra, no se puede atrapar al lobo sin sacrificar al cordero, ¿quién me mandó a mi traer la idea?” Él sonrió y so

y se puso de pie, de repente mucho más alto que Eloisa.

Ella retrocedió instintivamente, pero detrás de ella estaba el escritorio y su cintura quedó apoyada contra él. Luben no pudo resistirse a revolverle el pelo, sintiendo la suavidad que esperaba, como la de algún pequeño animal.

“Señorita Landez, no necesito tocar tu billetera por este dinero

Vamos, salgamos temprano del trabajo boy, considerémoslo como un descanso

Comprar ropa para él resultó ser más rápido de lo que Eloisa habia imaginado. Ella tenia buen gusto y el tenia figura de modelo, así que cualquier estilo que a ella le gustara, él lo podia llevar incluso mejor que los modelos profesionales. Llevada por el entusiasmo, Eloișa terminó eligiendo muchas más prendas para él.

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