Capítulo 1577

Helena se acomodo en el regazo de Esther, levantando su rostro inocente y quejándose: “Mamá, ¿otra vez no vamos a cenar en casa? ¡Eso va a poner a la abuela muy triste!

Esther entendió lo que Helena quería decir. La abuela, cada día, se preocupaba por preparar la cena con todo el amor del mundo y ansiaba que regresaran para compartir la comida en familia.

Suavemente acarició la cabeza de su hija, “No te preocupes, puedes comer un poco menos aqui y luego volver a casa para compartir la cena con la abuela.”

Helena se mostró un poco preocupada, “Pero, ¿qué hago si ya pediste muchos platillos que me encantan?*

Esther sonrió ante la inocente preocupación de su hija, “¿Y qué puedes hacer? ¡Tendrás que resolverlo tú misma!”

Helena frunció el ceño, preocupada.

Si se llenaba aqui, no podría compartir la cena con su abuela…

Además, necesitaba mantener su figura!

Finalmente decidió que, cuando llegaran los platos, solo probaría un poco de cada uno, procurando así comer menos.

Diegui se sentó junto a Esther, un poco más relajado que antes, pero aun así no era muy hablador, especialmente cuando había gente extraña

alrededor.

Entre Jimena y Brayan estaban separados por Max, que estaba sentado en su silla para bebé. Esto hizo que Brayan se sintiera un poco molesto, a pesar de que también le gustaba Max.

Así que, fingiendo naturalidad, Brayan aclaró su garganta, “Jimena, Max dice que quiere sentarse junto a mi hermana, ¿por qué no te sientas a mi

lado“”

Max abrió los ojos de par en par, confundido. ¿Cuándo había dicho eso? Su tio estaba mintiendo descaradamente!

Jimena, quien estaba enviando la ubicación del restaurante a Sergio, miro a Brayan y luego a Max, entendiendo la situación.

“Max, ¿quieres cambiar de lugar conmigo?”

Antes de que Max pudiera negarse, sintió un pequeño empujón de su tio y luego asintió rápidamente.

Aunque ya habia crecido y podia comer bien por sí mismo, no le importaba ho sentarse junto a su mamá.

Pero si su tio queria culparlo, no tenía más remedio que aceptarlo….

Al ver que Max asentia, Jimena miro seriamente a Brayan y luego se levantó para cambiar de lugar con su sobrino, moviendo la silla de bebe de Max junto a Esther

Apenas se sentó en su nuevo lugar, una mano masculina se deslizó debajo de la mesa y se posó en su pierna.

Jimena frunció el ceño y miró la mano atrevida. Como si estuviera espantando una mosca, le dio un golpe tratando de que se comportara

Pero, para su sorpresa, Brayan aprovechó el golpe para agarrar su mano….

Instintivamente, Jimena intentó retirar su mano, pero Brayan no la soltó. En cambio, debajo de la mesa, entrelazó sus dedos con los de ella y metió su mano en el bolsillo de su chaqueta

Jimena sonrió con resignación, encontrando a Brayan un poco infantil. Era como un chico travieso haciendo travesuras en clase detrás de la espalda del profesor!

Sin embargo, decidió no resistirse más, evitando una discusión innecesana Asi que dejó que él tomara su mano, mientras ella continuaba revisando su teléfono con la otra…

Esther no se percató de estas pequeñas interacciones entre ellos, ya que estaba concentrada en sus tres hijos. Pero Pedro si lo notól

Sonriendo, no pudo evitar exclamar, “Qué envidia!”

Esther arqueó las cejas y lo miró con curiosidad.“¿De qué tienes envidia de repente?

Pedro dirigió su mirada hacia Jimena y Brayan, “Estoy celoso de las parejas que se aman, siendo un solitario!

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