Capítulo 1624

Al caer la tarde, Sofia salió del apartamento con Romeo y “Diegui, a quienes acababa de cambiar de ropa.

Arturo, junto a su esposa y su hija pequeña, ya estaban esperando el ascensor.

Al ver a su hija mayor empujando a Romeo hacia él, Arturo frunció el ceño y dijo: “Esta mañana, dijiste que te sentias mal y no viniste a recogerme en el aeropuerto. Ahora que vamos a cenar, de repente te sientes bien y puedes salir, ¿verdad?”

Al oir las palabras sarcasticas de Arturo, Romeo se mantuvo impasible, y respondió con calma: “Mis disculpas, no pensé que usted le daria mucha importancia a este asunto, y por eso decidi quedarme en casa con el niño como me sugirió Sofia. Fue una falta de respeto de mi parte, la próxima vez iré a recogerle”

Aunque sus palabras parecian corteses, en realidad estaban llenas de ironía, insinuando que Arturo, a pesar de su edad, era mezquino y le gustaba discutir con los más jóvenes.

Arturo, por supuesto, captó la actitud rebelde de su yerno discapacitado y estaba a punto de regañarle de nuevo…

Sofia intervino Ya está, papá! Esta mañana no quise que el saliera de casa debido a que no quería que se esforzara, por eso no lo llevé. Si tienes que culpar a alguien, culpa a tu hija. ¡No le eches la culpa a Romi! ¡Realmente no se sentia bien hoy, y solo después de tomar la medicina pudo mejorar un poco!”

Gracias a su hija, Arturo dejó de regañar a Romeo y gruñó con descontento, “¡Vamos, apúrate y mete a este discapacitado en el ascensor, Berta y yo ya tenemos hambre!”

La palabra “discapacitado” era bastante desagradable. Berta le dio un tirón discreto al brazo de su marido, indicandole que no fuera tan grosero Sofia suspiró Aunque su padre había aceptado a Romeo por su amor hacia ella, nunca parecia gustarle su Romi…

Resignada, Sofia empujó con cuidado a su marido en silla de ruedas dentro del ascensor.

Abajo, esperandolos estaba una minivan, equipada con una rampa para facilitar el acceso de la silla de ruedas. Sofia fácilmente empujó a Romeo dentro del vehiculo, y ‘Diegui los siguió de cerca.

Después de que todos se subieron al vehiculo, el conductor arrancó y se pusieron en marcha.

‘Diegui‘ se sentó junto a Romeo, visiblemente enfadado por cómo Arturo había hablado de su padre. Durante todo el viaje, no dejaba de mirar fijamente a Arturo, su redondeada carita estaba llena de resentimiento…

Inicialmente, Arturo estaba hablando en voz baja con su esposa, pero luego notó la mirada enfadada del niño y lo miró, “Niño, ¿qué te pasa con: esa mirada? ¿Quién te dio permiso para mirarme asi? ¿No sabes que soy tu abuelo?”

Diegui, que desde el principio no tenia simpatia por este anciano arrogante, le hizo una mueca y gruñó, negándose a dirigirle la palabra. Arturo frunció el ceño y se enojó aún más, “imaldito niño insolente!”

Arturo ya no le gustaba este niño, que no era de su sangre, y ahora el niño incluso se atrevia a faltarle al respeto Levantó la mano con la intención de darle un azote y enseñarle una lección.

Berta lo agarro, “Ya basta, ¿por qué te estás peleando con un niño? Diegui es muy pequeño, jes normal que los niños de su edad sean traviesos!” Arturo le echó una mirada despreciativa al niño, y por respeto a su esposa, decidió no pelear con él por el momento. Pero prometió darse el gusto de darle una paliza cuando su esposa no estuviera cerca.

Carmen discretamente le dio a Diegui un pulgar hacia arriba, elogió su valentia. Nunca habia visto a nadie ser tan irrespetuoso con su padre antes Jajajal

Veinte minutos después, llegaron al restaurante.

Sofía ayudó a Romeo a bajar del vehiculo y siguió a su padre hacia la entrada del restaurante…

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