Un Beso Que Le Atrapó A Mi Señor Perfecto Novela Completa
Capítulo 1757

Capítulo 1757

Al escuchar a Romeo, Sofia reconsideró: “Eh… ¡Vale! Le pediré a mi padre que te mande a ti y a Diegui a México primero. Tan pronto como resuelva las cosas aqui, ire a buscaros”

Si no fuera por el temor a que Esther, esa maldita, le quitara a su hombre, seguro que no estaria dispuesta a dejar que Romeo se llevase al niño en ese

momento!

De cualquier manera, era mejor tener a ambas, padre e hijo, bajo su supervisión. Pero en ese momento tenía que enfrentar una investigación del Ministerio de Hacienda y no podia cuidar de ellos dos. Temia que algo pudiera salir mal

Después de pensarlo, decidió que era mejor que ambos regresaran a México primero.

Le pediria a la gente de su padre que cuidara de ellos. Una vez en México, no habria problemas.

Romeo asintió, “Duerme un poco, yo esperaré aqui a que traigan la comida del hotel‘

Sofia se sintió un poco sorprendida por la consideración que le mostraba este hombre.

“Gracias, Romi Es maravilloso tenerte a mi lado. Cuando vuelvas a México, seguro que te extrañaré mucho”

Romeo no respondió a su comentario. En ese momento, alguien llamó a la puerta del hotel. Era el servicio de habitaciones

Romeo fue a abrir la puerta en su silla de ruedas…

Los fuegos artificiales en el parque de atracciones habian comenzado. Esther, con sus tres hijos, disfrutaba del espectáculo desde la terraza VIP.

Gaspar y Helena saltaban y reian sin parar. Estaban tan encantados con el dia que se habían olvidado de todo lo demás.

Max, más tranquilo, se acomodó a su lado. Notó que su mamá parecia preocupada, asi que se acercó a Esther y le pregunto con cariño

“Mama, ¿qué te pasa? Pareces preocupada“.

Esther, que estaba mirando los brillantes fuegos artificiales, sonrió y negó con la cabeza ante la pregunta de su hijo, “No pasa nada, mi amor Solo estoy un poco cansada”

Max bajó la cabeza como si hubiera hecho algo malo, “Es mi culpa. Insistí en venir al parque de atracciones y ahora estás cansada por nuestra culpa…

Esther frunció el ceño y revolvió el pelo de Max, “¿Qué estás diciendo? Me encanta venir a jugar con vosotros. Cuando yo era pequeña, no tenia la oportunidad de venir a lugares como este“.

Max, con los ojos bien abiertos, miró a Esther y le dijo: “¿Por qué? Cuando eras pequeña, ¿no había nadie que te llevara a los parques de atracciones?”

Esther respondió y dijo: “Si, durante mucho tiempo cuando era pequeña, no tenia a nadie que cuidara de mi. Estaba sola“.

Max no conocía la historia de la infancia de Esther, así que la abrazó al escucharla hablar asi.

“Mama, nunca más estarás sola Estoy contigo, y también lo están mis hermanos, y papa si el vuelve”

Esther sonrió y acarició la cabeza de su hijo antes de decir. Tu tampoco estas solo, mi amor. Tienes a mama, a tus hermanos y a papa“.

En los ojos de Max, que antes carecían de confianza, empezo a brillar una luz. Era como el reflejo de los fuegos artificiales en el cielo, o la esperanza que empezaba a arder en el corazón del niño…

Cuando regresaron a la Mansión Gómez, ya era tarde

El espectáculo de fuegos artificiales en el parque de atracciones no había terminado tarde. Pero debido a la multitud y a la oscuridad, Esther habia decidido esperar hasta el final para evitar perder a los niños. Después de todo, estaba sola con ellos y no tenía ayuda.

Así que esperó hasta el final en el parque antes de llevar a los niños a casa.