Capítulo 37

La anciana irradiaba confianza, “Tranquila, soy fanática acérrima de las novelas de amor de oficina. Sé todo sobre el amor intenso y las reconciliaciones apasionadas. Nadie sabe mejor que yo cómo unir a parejas en matrimonios rápidos.”

Doña Rosa pensó que la fanática estaba demasiado confiada en sí misma.

En la habitación, un hombre alto se paraba junto a la cama, donde un bulto suave y cálido exhalaba un aroma dulce.

Le gustaba dormir boca abajo, él lo había notado. Sus curvas se elevaban, y sus pequeñas manos se enroscaban suavemente en su cabello oscuro como la tinta, mientras su rostro pálido y delicado se teñía de un suave rubor. No cabia duda de que era hermosa, pura y delicada, y provocativa.

Su respiración se volvía pesada en su pecho, y sin poder evitarlo, levantó su mano para aflojar su corbata. Bajo la elegante camisa, sus músculos lucían ligeramente tensos.

No había computadora en la habitación. ¿No había venido a trabajar en sus dibujos?

El hombre se acostó junto a la pequeña joven, abrazándola por primera vez para dormir juntos.

Antes solo se había sentado en el sofá de la habitación, manteniendo las emociones a raya.

La inesperada suavidad hizo que sus dedos masculinos tocaran algo; al levantarlo, vio que era la cola de su ropa. El gorro también tenía orejas.

Al levantar la manta, finalmente vio lo que ella llevaba puesto. Su mirada se oscureció de repente. ¿Cómo se atrevía…? ¿Qué significaba esto?

En su mente una llama inexplicable surgió y se extendió por su cuerpo.

Algo no estaba bien.

El hombre tragó saliva y de repente recordó la sopa que Doña Rosa le había dado; era tan perspicaz que casi al instante supo quién había tramado todo esto.

Una jaqueca se apoderó de él, pero su mirada se calentó aún más, presionó su frente y bajó la cabeza… Sus labios finos se encontraron con los de la mujer, besándola suave y profundamente…

Serena despertó con un beso. Cuando se encontró con una respiración sofocante, empujó confundida contra una ‘pared‘ dura.

Al abrir los ojos un poco más, vio una sombra oscura sobre ella, “¿Quién eres?”

“Soy yo,” dijo el hombre con una sonrisa persuasiva y una voz profunda y ronca.

“N… ¿Qué estás haciendo?” Serena se dio cuenta de su beso y recordó abruptamente la llamada de otra mujer, y la chica en su coche. Su rostro se enfrió, y lo empujó bruscamente

Pensando que ella estaba asustada, él agarró su delicada muñeca, riendo con voz grave, “Vienes a este hotel vestida de esta manera para encontrarte conmigo, ¿qué crees que haría, Srta. Serena?”

Serena respondió molesta, “¿Qué dices de que te cité aquí? Claramente fuiste tú quien me pidió que te trajera algo. Deja eso por ahora y, ¡levántate!”

“¿Y si digo que no?” Él la presionó.

Serena se sentía asfixiada y notó que su temperatura era anormalmente alta, sus músculos estaban tensos con fuerza. “¿Qué te pasa?”

“Toca mi frente,” él guio su mano suave hacia su frente.

Ella la puso sobre su piel y se sorprendió por lo caliente que estaba.

apons made que la N

www

Teses e atuada en una xx 4MS AS Sep

SMIN NO 8000, DAR NORAM

Sew N

Que 200 de sokoon salts on a X NO ON gradco.

do cota de lo que o by ANY

El hombre sono maloosamen edo kotino, several ba

Con un forte gobe Sheva, imovisada por la la, pricamente le dio una bofetada on su mansbo CONANNUM

Észuko sa s mascar, so se ondeco al

Sabes lo que estas haciendo, Sita Son?

Svozen

Sa voz en fria, orgullosa y roncs

equada mana

Serena lo miro con dies severes, &

eobando

pequedo universo, Ya sabes lo que estas b

N? Llegaste borracho y te tajse aquí, y todave tienes el descaro de cabar a tu made por la sope. Debo deor que tenss mucha energia, po sstades descansando en la habitación de ora mujer ayer por la tardo?”

“¿De qué estas hablando? Su enojo era temible.

Su semblante se volvio afilado y poderoso al instante, y Serena, intimidada, se encogió en un puño sin atreverse a

moverse.

El hombre tenia una mirada fria y su atractivo rostro mostraba signos de fatiga. Despues de jugar con ella aver por la mañana, por la tarde se fue a la sucursal de Valenciora para resolver asuntos, trabajando sin descanso hasta hoy Al verla citarlo aqui con esa ropa, naturalmente penso que ella era… ¿Qué diablos esta tramando esta descarada?

Sin dejar espacio para objeciones, la levanto y la puso en el sofa.

Con una mano sostuvo su barbilla y con la otra rodeo su cintura para besarla de nuevo. Despues de beber un poco de alcohol y tomar algo de sopa, no le quedaba mucha cordura. Con la voz ronca y seductora, sugirio, “El contrato de matrimonio está claro, tienes que cumplirio. Vamos, ¿me haces el favor?”

Serena trato de evadir su acoso, preguntándose quien seria la mujer que habia contestado a su llamada ayer

El engañandola o teniendo novia y ni siquiera podia proporcionarle una explicación antes de volver a seducirla. Y ¿ahora estaba usando el contrato para presionaria?

Claramente, era un hombre detestable.

La respiración de Serena se volvió mas fria, y con enojo empujó su robusto cuerpo lejos, diciendo, “Si necesitas ayuda, ve a buscar a otra mujer! ¡No estoy aqui para tu diversión gratuita, Sr. N!

“¿Qué dijiste?” El hombre la soltó de repente, sujetando sus manos.

Serena lo miro y dijo con sarcasmo, “Novias, amantes, seguro tienes de sobra, ¿verdad? ¿Crees que por tener algo de dinero puedes pisotear la vida de los demás? Solo firme para llevar tu hijo por un año, pero no me vendi a ti. Cuando termine el año, cada quien ira por su lado, tengo el derecho de rechazar tus obligaciones. Muchas mujeres estarán dispuestas a satisfacerte; si solo piensas en esas cosas, no vengas a buscame.”

El silencio que siguió fue extraño y tenso.

El hombre, con una ira que enfriaba el ambiente, la miro fijamente con una sonrisa cruel y levantó su barbilla con fuerza, “¿Crees que cualquier mujer puede compartir mi cama?”

33

11.55

*¿Qué es lo que piensas de mi?”

Se levantó, soltó su mano con frialdad, y con una mirada burlona agregó, “Hablas con tanto orgullo, ¿cómo llegaste a mi coche entonces? Antes estabas dispuesta a todo para conseguir tu objetivo, y ahora me hablas de vergüenza. Serena, si alguien no merece estar en mi cama, esa eres tú.”

Al salir, dio una patada a la mesa, causando que Serena se encogiera en el sofá con los ojos muy abiertos. Los pantalones del hombre estaban rotos en la rodilla, y Serena acurrucó sus manos.

Él se fue en ese momento, cerrando la puerta con fuerza tras de sí.

Los labios de Serena se apretaron, con la mente resonando con confusión y tardó un momento en darse cuenta de que la mesa de cristal estaba manchada de sangre.

¿Se habria cortado la rodilla? Presionando sus cejas, su corazón latía rápido y sus emociones estaban un desorden.

Serena fue llevada de vuelta a la villa por el chofer y no vio al hombre.

La anciana, sabiendo que había cometido un error, se acercó a Serena con una mirada evasiva para explicarle lo sucedido, pidiéndole que no se enojara, que todo había sido su culpa.

Asi, Serena entendió que había sido engañada tanto por la anciana como por su hijo. Sonrió amargamente, pero sabía que la raíz del problema no era su suegra.

Pasaron varios días y el hombre no regresó a la casa.

Esta vez, estaba realmente enfadado. La dejó sola y no le hizo caso.

Pero Serena no sentía que hubiera hecho algo malo; era mejor aclarar las cosas desde el principio por el bien de ambos.

Sin embargo, se sentía más deprimida y se esforzaba por ignorar la sensación de pérdida en su corazón, concentrándose en sus bocetos. Para no preocupar a su suegra, decidió quedarse en casa de Rocío.

De vez en cuando, Rocío invitaba a Carlota y juntas trataban de animar a Serena, cuyos diseños se completaron a

tiempo.

El 10 de octubre, la fase preliminar del concurso de diseños de joyas tuvo lugar en la galería de Joyas Imperiales…

Tip: You can use left, right keyboard keys to browse between chapters.Tap the middle of the screen to reveal Reading Options.

If you replace any errors (non-standard content, ads redirect, broken links, etc..), Please let us know so we can fix it as soon as possible.

Report