Capitulo 134: ¿Su Hermano No Será MI Marido?

Al mismo tiempo, Santiago también se detuvo en seco.

Valentina… Santiago esbozó una sonrisa.

No era consciente de que Valentina lo estaba mirando fijamente, simplemente estaba feliz de que finalmente ella fuera a hablarle. Pero en un instante, como un balde de agua fria, su alegría se

desvaneció.

-¡Deja de seguirme! O si no… llamaré a la policia.

Valentina lanzó esta amenaza y, dando media vuelta, llamó un taxi.

La sonrisa de Santiago se congeló en su rostro, y para cuando volvió en si, el taxi ya se había ido.

No muy lejos, Álvaro, desde su coche, observaba con una sonrisa de schadenfreude a Santiago.

Encendió el motor y se dirigió al lugar acordado con Valentina.

Minutos después, Thiago llegó a recoger a Santiago, deteniendo el coche frente a él.

-Jefe. ¿qué le ha pasado? -Thiago salió del coche y, al ver la expresión de su patrón, supo que algo había ido mal con su esposa.

Santiago, con el rostro frio, subió al coche sin decir una palabra.

Thiago volvió al asiento del conductor y preguntó con cautela.

-Jefe. ¿vamos al hotel?

Pensaba que no recibiria respuesta, pero después de un rato, Santiago finalmente dijo:

-A casa.

¡A casa! Eso significaba la Villa de Los Pinares.

Thiago de repente pensó que su jefe era un verdadero Casanova. Aunque había sido rechazado por su esposa, no podía evitar querer estar cerca de ella. ¡Si él fuera la esposa, se quedaría tranquila en los brazos de su jele!

A las ocho de la noche.

Valentina llegó al lugar acordado con el dueño del teléfono móvil.

Un bar de moda en la bulliciosa zona de Coralia.

#15 ONGS

Aunque eran solo las ocho, el bar ya estaba lleno de gente.

Con luces tenues, Valentina sacó su móvil y llamó al número que te habla dado et duerno del

teléfono.

El ruido del otro lado de la linea era ensordecedor.

-Señor Solo, ya estoy aqui, ¿dónde está7–Valentina grito, preocupada de que no pudiera cinta,

Alvaro habla llegado un poco antes que ella y ya habla reservado un lugar.

Era el rincón más tranquilo del bar.

Alvaro habla visto a Valentina desde lejos. Podria haber ido directamente a ella, pero decidió esperar y le dio el número de la mesa.

Valentina encontró al mesero y rápidamente llegó al lugar.

Pero al ver a la persona sentada alll, se quedó sorprendida.

El hombre llevaba una gorra de béisbol negra, una mascarilla negra y una chaqueta de cuero

negra.

-Eres túl -Valentina lo reconoció al instante..

Era la misma persona que habla visto aquel dia en el restaurante con el señor Valenzuela.

Esta reacción hizo que los ojos de Alvaro brillaran.

-¿Me… conoces?

Valentina asintió sin parar, relatando su breve encuentro en el restaurante aquel dia.

-Qué coincidencia -dijo Alvaro con una sonrisa en el rostro.

Tenían varios conocidos en común, y parecia que ella habla olvidado su encuentro en el centro comercial aquel dia.

Justo cuando Álvaro pensaba en ello, Valentina preguntó:

-¿Y Izan? Aún debo agradecerte por ayudarme con las bolsas en el centro comercial aquel día.

Álvaro se quedó ligeramente sorprendido.

¡Ella recordabal

Pero, ¿Izan…?

+15 BONOS

-Lo siento, no conozco a ningún Izan–dijo Alvaro, mirando directamente a los ojos de Valentina.

Eso sorprendió a Valentina.

No eres el chofer de la familia de Izan?

Apenas termino de hablar, se dio cuenta de su directez y rápidamente se disculpó.

Pero la sonrisa en el rostro de Alvaro se intensificó.

El habla adivinado que ese dia Valentina lo habla confundido con algún conductor. De repente, echo un vistazo alrededor y se dio cuenta de que la gente estaba absorta en sus propios círculos de amigos y nadie prestaba atención.

Entonces, Alvaro se quitó la mascarilla.

Al ver su rostro, Valentina quedó en blanco por un momento.

Esa cara era famosa en todo el mundo del espectáculo, y aunque ella rara vez prestaba atención,

lo reconoció.

Lo había visto antes en el concurso de joyería, y especialmente, ese rostro se parecía mucho al de su marido.

-Vaya… -Valentina estaba asombrada.

Como si temiera que ella reaccionara excesivamente, Álvaro de repente agarró su muñeca.

-Shh–hizo Álvaro, señalando que guardara silencio.

Valentina inmediatamente se cubrió la boca.

-Me escapé a escondidas, no puedo dejar que me vean -dijo Álvaro, guiñándole un ojo.

El encanto juvenil de Álvaro se desbordó en ese instante.

Valentina pensó que no era sin razón que Álvaro fuera tan popular en el mundo del espectáculo.

Rápidamente asintió.

-Entendido, entendido.

Ese rostro era demasiado llamativo.

-Será mejor que te pongas la mascarilla -sugirió Valentina amablemente.

Eso, sin embargo, hizo que Álvaro frunciera el ceño.

+15 BONOB

-¿No quieres ver mi rostro? Aparte de ti, hay otra persona a la que tampoco le gusta.

Una sombra de tristeza pasó por los ojos de Álvaro.

Ese tipo de melancolia que incita a la compasión, capaz de despertar el Instinto maternal en una mujer.

Valentina se apresuro a explicar.

-¿Como podria ser? Con lo guapo que eres, ¿cómo no Iba a querer verte? Si hay alguien a quien no le gusta, debe ser porque no sabe apreciar lo bueno, porque está clego.

Pero sus palabras no parecieron consolar a Álvaro.

El levantó la copa que tenia delante y bebió un sorbo.

Una sonrisa amarga se dibujo en sus labios.

-Pero mi hermano si que tiene buen gusto.

¿Su hermano?

Valentina recordó de repente, habia preguntado en el concurso de joyería si tenía un hermano.

¿De verdad tenia uno?

Una imagen de su marido surgió en la mente de Valentina, y una suposición se formó en su corazón.

-¿Cómo se llama tu hermano?

*¿Su hermano no será mi marido?», se preguntó.

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