Capitulo 225: Prueba de ADN

El tatuaje en la espalda de Aitana era idéntico al patrón del emblema. Ese emblema era el único objeto que dejó la madre biológica de su esposa, Citlali.

En aquel entonces, fue a través de ese emblema que confirmó la identidad de Citlali y la trajo de vuelta a la familia Valenzuela.

Pero en menos de seis meses, las tensiones entre él y Citlali estallaron, y ella se fue de casa de nuevo, desapareciendo sin dejar rastro. ¿Qué significaba entonces el tatuaje en el cuerpo de Aitana?

-¡Es ella, la he encontrado…!

Don Raúl estaba emocionadisimo. Federico, a su lado, también mostraba su alegria.

-El destino favorece a los que tienen fe, señor. Considerando la edad de la señorita Lancaster, debe ser después de la señorita Citlali…

-Si, la hija de Citlali, tiene que ser la hija de Citlali….

Don Raúl habia perdido toda esperanza, pensando que el destino le habla ofrecido un consuelo al permitirle conocer a Valentina. Pero, inesperadamente, el destino aún le tenía reservada una gracia. Habia encontrado a la hija de Citlali, y pronto sabria del paradero de Citlali.

-Rápido, llévame a ver a la joven Aitana.

Don Raúl estaba tan feliz que incluso cambió la forma en que se refería a Aitana, lleno de un cariño tipico de los mayores. Sin embargo, Federico le aconsejó:

-Don, esto podría asustar a la señorita Aitana. Además, solo con el tatuaje puede que no sea suficiente. ¿No seria mejor realizar una prueba de ADN…?

-Si, una prueba de ADN. Llamen a Alonso de vuelta, él se encargará de esto.

Don Raúl se calmó. Si Aitana realmente era hija de Citlali, no podía precipitarse. ¡Tenía que estar

completamente seguro!

Él respiró profundamente y llamó nuevamente a Paloma, pidiéndole que de alguna maneral consiguiera un mechón del cabello de Aitana. Así, apenas media hora después, aprovechando que Aitana habia salido de su habitación, Paloma entró al cuarto de Aitana «a limpiar y logró obtener sin problemas algunos cabellos del cepillo. Y esos cabellos eran precisamente los.que. Aitana habia robado de la habitación de Valentina la noche anterior. Anticipando que una prueba

de ADN sería inevitable, ya había planeado todo con anticipación.

+15 BONOS

Alonso regresó a la Villa Valenzuela. Don Raúl lo llamó a su habitación en privado.

-He encontrado a la hija de tu tia Citlali.

Confesó don Raúl tratando de contener su emoción mientras le entregaba a Alonso un sobre. Alonso se sorprendió, pero su sorpresa rápidamente se transformó en alegría.

Encontrar a su tia Citlali habla sido el último deseo de su abuelo en esta vida. Encontrar a la hija de Citlali significaba, en esencia, haber encontrado a Citlall.

-Felicidades, abuelo. ¿Dónde está? Iré a buscarla inmediatamente dijo Alonso, aceptando la

tarea.

Estaba emocionado, genuinamente feliz por don Raúl y también curioso sobre quién sería la hija

de Citlali. Don Raül solo sonrió levemente.

-No hay prisa. Primero ocupate de lo que hay en ese sobre. En cuanto a la hija de Citlali, sé

dónde encontrarla.

-Entendido.

Alonso no perdió tiempo. Dejó rápidamente la Villa Valenzuela y, al salir, vio una silueta en el jardin pero no le dio mucha importancia, concentrado en la tarea que le habia encomendado su

abuelo.

Tan pronto como subió al coche, abrió el sobre, encontrando dentro dos mechones de cabello, uno largo y otro corto. Siguiendo las instrucciones adjuntas, envió los cabellos al hospital paral

un análisis urgente.

Luego, siguiendo otra dirección en el sobre, llegó a un orfanato. Sin embargo, al ver el nombre de

«Aitana» frunció el ceño.

En los días siguientes, Valentina no vio a Alonso en la oficina, aunque ella, recién nombrada, no faltaba ni un día. En solo unos días, habia diseñado varias piezas de joyería que, aún en etapa de

diseño, ya habían sido reservadas para customización exclusiva por algunas de las mujeres más influyentes de Coralia, claramente en un gesto de apoyo por ser la nieta de don Raúl. Incluso

Elara la había buscado.

Elara llegó a la empresa buscando a Alonso, pero tras mucho tiempo, no logró encontrarlo.

Valentina, observando, entendió la situación.

-Mi hermano… no ha venido estos dias.

Elara, descubierta en su intención, mostró un ligero rubor. Aún así, no pudo contener su

+15 BONOS

curiosidad sobre las ocupaciones de Alonso.

-¿Ha estado muy ocupado últimamente?

-Supongo que si -Valentina respondió, habiendo estado días sin verlo.

Elara, insatisfecha con la respuesta, preguntó más directamente:

-¿En qué está ocupado?

-Eso ya no lo sé.

Valentina, viendo la decepción en los ojos de Elara, rápidamente cambió de tema.

-Señorita Bennett, ¿esto es lo que buscaba?

Elara no tenia muchas opiniones sobre las joyas, su interés era más en seguir la moda y la marca, su visita era más por Alonso que por otra cosa. Sin embargo, al ver el diseño del broche

de Valentina, no pudo evitar mostrarse impresionada.

-Esto es… una hoja de arce…

El diseño era delicado, capturando la esencia fresca de la hoja de arce. Siendo su nombre asociado al arce, había recibido muchos regalos relacionados, pero ninguno como este broche

que la sorprendió gratamente. Elara miró a Valentina.

-No es de extrañar…

-¿No es de extrañar qué?

Para Valentina, esta era prácticamente su segunda conversación cercana con Elara, pero ya

tenia una buena impresión de ella. Elara no ocultó su admiración.

-No es de e extrañar que seas la directora de diseño de Grupo Valenzuela. Apenas entré y con

solo un dibujo captaste mi corazón.

Valentina pensó en los rumores que había oído recientemente.

-Fue coincidencia. Aunque todos me tratan bien en la superficie, en el fondo todavia piensan que llegué aquí por suerte o por otros medios -dijo Valentina con una sonrisa amarga.

-¿Quién? ¿Quién se atreve a decir eso? Claramente tienes el talento.

Elara se indignó en su defensa. Esa actitud apasionada calentó el corazón de Valentina.

-No importa, no me preocupa.

Valentina habia aceptado ser la directora de diseño de Grupo Valenzuela sin segundas

intenciones, solo queria darle tranquilidad a su abuelo. En cuanto a los rumores dañinos, no les

daba importancia,

Si alguna vez le importaban, hablarla con Alonso o incluso con don Raúl para poner en su lugar a quienes difundian esos rumores. No dejaria que eso le afectara, Justo cuando Valentina terminaba de hablar, su celular sono. Al ver la pantalla, echó un vistazo a Elara.

-Es mi hermano….

Valentina quino un ojo a Elara, viendo cómo sus ojos se iluminaban, y decidió jugar a ser Cupido, creando una oportunidad para Elara y Alonso.

-Hermano, tienes tiempo esta noche? Te invito a cenar.

La llamada se conectó y Valentina hizo la invitación. Pero del otro lado del teléfono, hubo un

silencio. Valentina trunció el ceño, verificó que la llamada estuviera conectada y volvió a llamar:

-¿Hermano?

-Valen, ven a la Villa Valenzuela esta noche -dijo Alonso con un tono grave, como si algo

importante hubiera sucedido.

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