Capítulo 86: La Herencia de Starlight Joyas
Aitana lloraba desconsolada, evitando deliberadamente revelar la razón. Tras la insistencia de sus padres, Aitana finalmente confesó entre sollozos:
-Me parece que la abuela Lucinda no me quiere, todo por no ser la hermana Valentina y no poder heredar Starlight Joyas. Aunque me case con Noah, ¡no puedo ayudarlo en nada!
Aitana estaba profundamente herida, como si hubiera sido gravemente agraviada en la familia Rodríguez.
Su madre, con el corazón roto, abrazó a Aitana y también empezó a llorar:
-Es mi culpa por no ser suficiente. Siendo tú la hija biológica de tu padre, has sido vista como una carga todos estos años. ¿Y si te casas y aún sufres? Tal vez… tal vez deberías no casarte…
-Pero… pero ya estoy comprometida con Noah, si cancelamos el compromiso, arruinaríamos la reputación de nuestra familia Lancaster y la de papá.
Aitana lloró aún más.
Marc, con una mirada intensa y pensativa, se mantuvo en silencio.
«¡Aiti ha sufrido tanto!», pensaba.
Starlight Joyas era un legado de Estrella, y Valentina lo heredaría en cuanto se casara.
Él había estado posponiendo la decisión porque todavía había asuntos pendientes.
Ahora que Valentina había ganado el concurso de joyería, seguramente vendría a exigir la ejecución del testamento de su madre.
Una mirada feroz cruzó los ojos de Marc, como si hubiera tomado una decisión crucial. Mirando a su esposa e hija, dijo:
–Niña, no te preocupes, el día de tu boda será espléndido. Como mi hija, ¡no volverás a sufrir!
Aitana sonrió triunfante. Sabía que su padre la adoraba. Aunque no pudiera obtener la herencia de Starlight Joyas, ¡ese cien millones de dólares su padre seguramente lo conseguiría para ella!
Santiago no regresó a la Villa de Los Pinares esa noche.
A la mañana siguiente, apenas Valentina se despertó, recibió una notificación de un depósito en
su banco.
415 BONOS
Los casi cuatrocientos noventa mil que habla transferido a su esposo de matrimonio relámpago, j hablan sido devueltos a su cuental
-¿Qué pasa?
Valentina intento varias operaciones, pero todas fallaron.
Confundida, estaba a punto de llamar al banco para averiguar, cuando recibió una llamada de
Marc.
-Valen, ven hoy a la oficina central. Starlight Joyas, creado por tu madre, ahora debe pasar a tus
manos.
Marc habló con una inusual suavidad.
Valentina casi creyó haber escuchado mal,
Incluso después de colgar, seguía en shock.
Intuia que su padre no entregaria Starlight Joyas tan fácilmente.
Tras una rápida preparación, Valentina tomó un taxi hacia el Edificio Bailetti.
Al llegar a la sede de la empresa, la recepcionista cambió completamente su actitud hacia Valentina, recibiendo a Valentina con una cálida bienvenida.
-Señorita Lancaster, acompáñeme, el jefe la ha estado esperando en su oficina durante mucho
tiempo.
La recepcionista guio a Valentina a la oficina.
Cuando Valentina entró, Marc la recibió.
-Valen, hoy tengo todo preparado. Estos son los documentos de la herencia, ya los firmé. ¡ Échales un vistazo!
Marc extendió un montón de documentos frente a Valentina.
Al revisarlos, Valentina confirmó que eran los documentos de sucesión de la empresa, incluyendo una declaración de Marc renunciando a sus roles en Starlight Joyas.
-Valen, todo lo de Starlight Joyas y la familia Lancaster viene de tu madre. Aunque he cuidado de Starlight Joyas durante años, aunque no tenga méritos, sí tengo esfuerzos. No quiero las acciones de la empresa, pero espero que puedas dejarme la mansión en la que vivo.
Esa mansión ya existía desde los tiempos de su madre, pero ahora era el hogar de otros. Sin dudarlo, Valentina aceptó.
-¡Por supuesto!
-En cuanto al regalo de tu hermana Aitana…
Valentina pensó que él iba a forzarla a firmar el acuerdo de la dote de cien millones de dólares, pero Marc dijo con una sonrisa amable.
-Sé que pedirte firmar ese acuerdo ayer fue una decisión precipitada. No he sido tan cuidadoso contigo estos años, ¡no me guardes rencor!
Valen
se quedó atónita ante esta repentina muestra de afecto.
-Aunque tienes un gran talento para el diseño, manejar una empresa no es tarea sencilla. Si en el futuro necesitas ayuda, puedes preguntarme. ¡Considera esto como mi forma de compensarte!
Marc suspiró, pareciendo un padre arrepentido.
Luego, Marc convocó una reunión con los altos ejecutivos para anunciar que, de ahora en adelante. Starlight Joyas pertenecería a Valentina!
Marc pasó el día con ella, ayudándola con todos los procedimientos.
Incluso cuando Valentina regresó a la Villa de Los Pinares, todavía le costaba creerlo.
¿Realmente había heredado Starlight Joyas? Todo había sucedido tan rápido que se sentía
insegura.
Al día siguiente, Valentina llegó temprano a la empresa.
Eran las diez, y la oficina, casi vacía, tenía solo a unos pocos empleados.
Valentina detuvo a una pasante y preguntó:
-¿Dónde está todo el mundo? ¿A dónde fueron?
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