Despidiéndose de mi amor
Capítulo 179

Capítulo 0179

Nadia pensó en ese momento, que la madre del niño no era decente, por eso Julio no le habla contado a nadie después de traer al niño a casa. Julio se sintió algo frustrado. ¿En realidad, estaria dispuesta Nadia a aceptar al niño si no fuera suyo? -No se preocupe por este asunto-le dijo bruscamente antes de colgar el teléfono.

Incapaz de calmarse por completo, Julio abrió el álbum de fotos en su teléfono. En su álbum oculto, había tres fotos. Una era del informe del chequeo

estaba embarazada, otra era una foto de Juan, y la que silvia se había hecho cuando

última era la silueta de una bella jovencita.

Se detuvo justo en la foto de Juan y la miró detenidamente. ¿Realmente era hijo de Luis? Tenía sus dudas, pero no se atrevia siquiera a hacer una prueba de paternidad. Si el resultado confirmaba que no tenía relación con el niño, perdería realmente todas sus esperanzas. Quizás seria mejor no hacer la prueba.

Julio apagó su teléfono, sin darse cuenta en ese momento de que emocionada.

-De cualquier manera, jdebo saber dónde está ese niño!

Nadia estaba muy

Nadia miró fijamente el teléfono y ordenó de inmediato a su secretaria privada que lo investigara. No importaba cuántos contactos necesitara activar, debía definitivamente encontrar al niño.

Ella anhelaba tener un nieto, no solo para asegurar así la continuidad de la familia Ferrer, sino también para demostrar que sus genes estaban muy bien. Decenas de años atrás, dio a luz a gemelos, pero su hijo menor fue diagnosticado con una enfermedad genética poco después del nacimiento. La reacción de su suegra ante eso fue de hostilidad y desprecio hacia ella.

Solo cuando Julio asumió el control de la familia Ferrer, su situación mejoró un poco. Sin embargo, debido a la falta de un hijo propio, persistían grandes rumores sobre la salud de Julio.

Nadia, orgullosa como era, nunca aceptaría que sus genes fueran defectuosos, ni le revelaría su sufrimiento a Julio. Mientras tanto, Silvia regresó del hospital y encontró la sala de estar aún iluminada. Al abrir la puerta, vio a Julio precisamente en pijama, sentado muy tranquilo en el sofá, leyendo un libro. bajo la suave luz.

Viendo que ella regresaba, él no levantó la cabeza, siguió muy atento hojeando el libro, pero su mente ya estaba en otro lugar. Silvia se acercó a él delicadamente paso a paso.

-He regresado. Vi las flores afuera, son muy bonitas -dijo, aunque ya había visto variedad

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de flores por la mañana. Lo dijo en ese momento solo para contentarlo,

Jullo cerró el libro y levantó ligeramente la cabeza, su apuesto rostro se enfrentaba directamente a Silvia.

Hmm respondió con una voz magnética, pero sus ojos revelaban emociones bastante complicadas

Silvia percibió que algo andaba mal, pero no sabía qué le sucedia.

-En el camino de regreso encontré un buen restaurante japonés y te traje algo de picar-le dijo mientras colocaba cuidadosamente una bolsa con comida japonesa en la mesa de café.

Julio rara vez comía a altas horas de la noche, pero Silvia no quería perder ninguna oportunidad.

El hombre lo rechazó:

No tengo hambre-dijo con voz muy apagada, sintiendo un fuerte nudo en su pecho. Solo él sabia por qué se sentía así.

Efectivamente, la inesperada llamada de su madre y el hecho de que Silvia tenía un hijo con otra persona fueron las razones suficientes detrás de su comportamiento.

-Está bien, voy a prepararme para dormir-dijo Silvia mientras se volteó para subir las escaleras, pero den repente sintió que sa muñeca era agarrada con fuerza por él. Se detuvo y se torneó hacia Julio con una expresión de confusión, escuchando cómo él le preguntaba palabra por palabra:

¿Mi hijo realmente murió al nacer?

Por primera vez, Silvia vio dolor en el

rostro de Julio. No sabía realmente en ese momento como responder, las mentiras se atascaban en su garganta y no podía pronunciarlas.

Al ver que ella no respondía, Julio se puso de pie y la abrazó,

¿También me odias?

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