Capítulo 492

Después de almorzar, None, bostezando sin parar, fue acostado para echarse su siesta.

Violeta no tenta mucho que hacer, dio una vuelta por su habitación, recogio la ropa que había secado en el balcón, y al abrir el armario para guardaria, sin querer tiró una bolsa de papel.

La recogió y algo le resultó familiar.

Al abriria, se sonrojó al instante y entendió por qué le resultaba conocida: hacia cuatro años que la había visto, cuando elle y él mantenian una relación por interés, el habia comprado un montón de pijamas atrevidos en su tienda, insistiendo en que se pusiera uno diferente cada noche.

Todavia había varios pijamas con la etiqueta puesta de una tela tan transparente que solo con mirarlas le daba sed.

No se imaginaba que las hubiera guardado tanto tiempo, seguramente ni Rafael sabia que estaban alli; era fácil de adivinar, probablemente al mudarse alguien las vio y pensó que eran un capricho suyo, asi que se las llevó todas sin abrir los paquetes

Por la mañana, Violeta se habia despertado confundida y al ir a ducharse olvidó llevarse ropa, así que pidió a Rafael que se la pasara

Pero en lugar de recibir la ropa a través de la puerta entreabierta, extendió un brazo mojado y en lugar de agarrar la ropa, el la atrajo hacia él y la besó ferozmente en la oreja, acusándola de hacerlo a propósito, de querer seducirlo.

¡Elia juraria que era inocente!

Él estaba pasando por un momento delicado y debía controlarse, y lo hacia con dificultad, refugiandose en su cuello y tragando saliva, un sonido que ella conocía muy bien, pues lo escuchaba cada noche al menor movimiento en la

cama.

Al recordar la frustración de Rafael esa mañana, Violeta vaciló un momento antes de guardar la bolsa, pero no pudo resistir la tentación de molestario un poco

Tomó su celular y le envió un mensaje ¿Qué estás haciendo?

Sentado aqui abajo, esperando que comience la ceremonia de la firma.”

Rafael le respondió rápido, como si tuviera el teléfono siempre a mano.

Elia sabia del evento, el le habia comentado esa mañana mientras le ayudaba con la corbata, y podia imaginarlo

sentado con su traje negro, cruzando las piernas y mostrando un poco de sus calcetines negros al mecer su tobillo.

Como aún no habla comenzado, penso que no estaria ocupado y, mirando la bolsa, continuó con mala intención: “Rafael, adivina qué encontré mientras ordenaba el armario.”

Rafael “¿Qué?”

Violeta: “¡Te lo voy a mostrar!”

Después de enviar el mensaje, sacó uno de los pijamas de la bolsa, la extendió sobre la cama y tomó una foto con esmero, como lo haría una vendedora en internet, y le mandó la mejor toma.

Pronto, Rafael le respondio con tres palabras colericas: ¿Lo haces adrede?”

Violeta sonrió con picardia, sintiendo la satisfaccion de una travesura lograda, y continuó tecleando: “¿Quieres que me la ponga ahora? Aunque ha pasado tiempo y los modelos pueden estar pasados de moda, este tipo de ropa no sigue tendencias, ¿verdad…?”

Y terminó el mensaje con varios puntos suspensivos.

Hace unos días, solo con verla en un vestido ajustado, él ya estaba excitado; si veía esos pijamas, estaba segura de que no podria resistirse a desgarrarias todas.

Como era de esperar, Rafaelle respondió con dos palabras: “¡Bruja!”

A través de la pantalla, Violeta podia sentir su furia, y su risa se volvió aún más estridente.

Pero sabía cuando detenerse, asi que rápidamente borró la foto y actuò como si nada hubiera pasado.

Luego de volver a guardar el pijama en la bolsa y esconderlo bajo la pila de ropa en el armario, su teléfono vibró con un nuevo mensaje que decia: “Comenzó la cuenta regresiva de tres dias!”

Violeta supo inmediatamente a qué se referia Rafael.

Desde que volvieron del hospital, él había estado contando los días…

Ella temblo ligeramente, lanzó el teléfono a un lado, cerró el armario y se dispuso a buscar alguna telenovela para distraerse, pero justo después del anuncio, su teléfono sono de nuevo.

Al ver ‘Rafael” aparecer en la pantalla, Violeta sintió un fugaz ataque de cobardía, pensando que él, incapaz de contenerse tras sus provocaciones, había llamado directamente para reclamarle algo.

¿Alo?

Ella contestó con timidez, pero la voz serena de Rafael sono algo tensa, “ilsabel ha sido capturada!”

“¡Ah!” Violeta se sobresaltó, frunció el ceño y preguntó de inmediato, “¿Cómo la capturaron? ¿No se habia ya fugado a otro lugar?

El asunto del secuestro había pasado hace mucho, y aquellos maleantes habían sido detenidos ese mismo dia, pero Isabel, la autora intelectual detrás de todo, seguia prófuga, como si se hubiera evaporado, desapareciendo sin dejar

rastro

“No, todavía estaba en Costa de Rosa”, Rafael acababa de recibir la noticia y la llamó en seguida, y con una risa fria comentó, Ella se había escondido muy bien, pero la policía ya tenia un caso abierto y la ciudad entera estaba en su búsqueda Seguro que pasó malos ratos escondiéndose de un lado a otro, y parece que no aguantó más, por eso contactó a tu papá para pedirle dinero, no me refiero a Lamberto, ¡sino a Francisco!”

“Al contactarlo, la policia la localizó y hoy, cuando fue al encuentro como se había acordado, fue capturada por los oficiales que la emboscaron cerca del lugar.

Violeta pareció comprender todo, “¿Y ya se la han llevado?”

“Si, ella ha confesado sin reservas sus actos, y frente a las pruebas no pudo defenderse.”

Isabel dijo por qué lo hizo?”

Rafael le respondió, Todo lo hizo por rencor personal hacia ti, en su momento le pediste que perdonaras a su hija Estela, y no lo hiciste, entonces quiso vengarse.”

Al oir eso, la comisura de los labios de Violeta se curvo lentamente, “¿Eso es todo?”

“¿Qué pasa Vivi? Rafael le preguntó, algo confundido.

Violeta negó con la cabeza, la imagen de aquella noche en el hospital pasó por su mente y murmuró, “Nada, quizás estoy siendo demasiado sensible.”

“¿Y mi papa, esta bien? ¿No se habrá asustado? le preguntó con urgencia.

“Supongo que sí. Rafael no estaba seguro, pero podia imaginarse

Violeta no había contado a Francisco lo del secuestro orquestado por Isabel, suponiendo que Isabel, al verse sin salida, se arriesgó a pedirle dinero a su esposo. Francisco, conmovido, aceptó, pero no esperaba que su esposa fueral detenida por la policia, lo que seguramente le causo un gran shock.

Pensando en eso, le dijo apresuradarnente, “Entonces, voy a pedirle a Pablo que me lleve a la casa de Francisco.”

“Está bien.” La voz de Rafael era grave a través de la línea, “Aqui la ceremonia de firma está por comenzar, Vivi, te

buscaré cuando termine.”

Violeta colgó el teléfono y salió apresurada.

Ailegar a la casa de Francisco, la criada la llevó arriba. Francisco, efectivamente, yacía en la cama, pálido como la

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