EI Centímetro
EI Centímetro 249

Capítulo 249

¿Qué pasa?”

Jorgel

Ambos hablamos al mismo tiempo.

“¿Dijiste que te ibas hoy, verdad? ¿A dónde vas? Porque corri hacia él, jadeando.

Su ceño fruncido por mi repentina carrero, se suavizó al oírme, y una sonrisa apareció en su rostro: “¿Qué, temias que me escapara?”

Su burla me hizo sonrojar, por lo que fingi esta molesta: “¿A dónde vas realmente?”

“No me voy por ahora.” Jorge evadió la pregunta.

Frunci el ceño y pregunté: “¿Eh?”

“Tenia planes de irme, ya que había terminado con el trabajo aquí y no había nada que me retuviera, pero ahora es diferente. Jorge dijo acercándose un poco más a mí e inclinándose ligeramente mientras terminaba la idea: “Porque ahora tengo novia.”

Esa sensación de cosquilleo me electrificó por completo, retrocedí un paso, siendo incapaz de soportarlo y me giré para irme. Pero antes de que pudiera dar un paso, Jorge me agarró de la muñeca y me atrajo fuertemente hacia él. Su barbilla rozaba la cima de mi cabeza y su con voz ronca dijo: “No voy a desaparecer sin decirte. Si me tengo que ir, te lo diré y esperaré que estés de acuerdo.”

Mi corazón latía fuertemente y todo mi şar estaba ardiendo. Tan temprano en la mañana… Ese gesto tan apasionado era realmente abrumador.

Justo cuando pensaba en decir algo en respuesta, de repente se escuchó una voz detrás de mi: “Ay, madre.”

Esa voz me hizo saltar como si me hubieran electrocutado, rápidamente me solté de los brazos de Jorge.

Pero parece que ya era tarde, lo que tenía que ser visto ya fue visto, y empezaron las bromas: “¿Quiénes son esos que tan temprano ya están abrazándose? Ah, son Cami y Jorge.”

Era Ainhoa. Aunque para Ainhoa y esos vecinos, Jorge y yo ya éramos novios oficialmente, ser sorprendidos en un momento intimo seguía siendo vergonzoso.

“Ainhoa, tan temprano.” Jorge la saludó primero.

A diferencia de mi timidez, Jorge parecía muy natural.

“No más que tú.” Ainhoa aparentemente sabía que Jorge se levantaba temprano para hacer ejercicio.

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Después de decir eso, girò la cabeza hacia mi diciéndome: “Raro verte levantada tan temprano hoy, Cami.”

Yo no supe que decir. ¿En sus ojos era perezosh?

“Ella también se levanta temprano todos los dias.” Jorge me salvó de la vergüenza y luego me dijo: “Vete.”

Yo no me demore, ¿qué más podia hacer?

Me fui, pero Ainhoa se acercó a Jorge y solo escuché que decía: “Cami tiene suerte, consiguió un novio tan guapo y cariñoso que sabe hacer de todo.”

sa envidia era palpable.

.o has dicho al revés, soy yo quien tiene suerte de tener una novia como Mila.” Jorge almente respondió eso.

inhoa se rio: “Jorge, eres increíble, y sigues mejorando…”

que Ainhoa y Jorge hablaron después, ya no escuché, pero estaba segura de que todo a bueno.

: subí al auto y me fui, al girar la esquina del barrio, eché un vistazo al retrovisor y Jorge lavia estaba mirando hacia donde yo estaba.

mirada parecía durar mil años. Compré lo que a Virginia le gustaba, las empanadas, o ella ni siquiera probó un bocado y fue llamada de urgencia al quirófano por una barazada a punto de dar a luz que acababa de llegar.

Virginia, no tenía sentido quedarme elli, pero, ¿a dónde iría tan temprano?

podía simplemente volver a casa. Así que decidí ir a la oficina, pero justo al salir del y del hospital, choqué con un hombre que corría hacia dentro. Por suerte me hice a ido, si no, me habría llevado por delante. Aunque aun así, el golpe me hizo tambalear, afortunadamente él reaccionó rápido y me agarró: “Lo siento… eh… ¿eres tú?”

mbre me reconoció. Por supuesto, yo también lo reconocí. Era Arturo Minas, el ano de Zoé.