El remordimiento de Alfa: Mi Luna tiene un hijo -
Capítulo 91
Capítulo 91
Capítulo 91 Valen me maldijo. Dijo que estaba entrando en celo, y lo estaba. Aquí estaba yo pensando que estabaviniendo abajo con la gripe. Si tan solo fuera eso. Lo último que quería era entrar en celo. Me irritó,aunque Valen se estaba divirtiendo mientras me despertaba como si esperara que se pusiera tan malque me despertara. Sus dedos subiendo y bajando por mi columna son lo que me despertó, y la llamarada de calorinstantáneo rodando sobre mí desde la cabeza hasta los dedos de los pies me hizo rodar paraencontrarlo sonriendo seductoramente. Traza las yemas de sus dedos alrededor de mi areola,haciéndome mirar hacia abajo para encontrar que me había desnudado mientras dormía; Gimo cuandolevanto la cabeza para ver mi ropa tirada en el suelo. Valen se puso expectante como si estuvieraesperando su momento hasta que me despertara. “Bueno, ¿quieres mirar eso? ¿Yo tenía razón?” Valen ronroneó, su mano agarró mi brazo y me arrastróencima de él. Traté de gruñirle, pero el sonido que me dejó fue un gemido. Su piel hace que la míahormiguee y se enfríe mientras me acuesto sobre su pecho. Sus dedos se movieron perezosamente pormis costados, y enterré mi rostro en su cuello. Mi lengua rueda sobre su marca. Sin embargo, elpensamiento coherente se estaba volviendo más difícil de mantener a medida que su aroma se volvíaabsorbente y su toque suave se volvía electrizante. Provocando el calor que estaba tratando deabrumarme y amenazando con prenderme fuego. Valen se ríe mientras pellizco y lamo su piel. Quería devorar al hombre, meterme dentro de él. No podíatener suficiente de él, no podía acercarme lo suficiente mientras mis labios mordían y lamían mi caminopor su cuerpo antes de envolver su pene. Valen se rió, lo miré fijamente arrastrando mi lengua por elcostado de su dura longitud, disfrutando su sabor en mi lengua. Los ojos de Valen se volvieron negros ysonrió. “Parece que no tengo que preocuparme por el pagaré”, se ríe, confundiéndome por un segundocuando lo tomé en mi boca, su pene golpeó la parte posterior de mi garganta mientras lo tomaba másprofundo antes de que lo registrara. Lo miro y lo encuentro sonriendo, y coloca sus manos detrás de sucabeza.
Levanto una ceja hacia él, y siento mis propios ojos parpadear antes de arrastrar mis dientes por sulongitud. Valen sisea, y su mano se mueve a mi cabello como si estuviera preocupado de que puedamorderlo, mi lengua juega con el borde mientras envuelvo mis labios alrededor de la punta, mi lengua searremolina a su alrededor. Se relaja y suspira. Mis labios succionaron alrededor de la punta antes dedejar su carne excitada con un chasquido audible. “Está bien, está bien, no voy a bromear”, gruñeValen. Le gruño y él levanta las manos para rendirse. Mis ojos se estrechan hacia él. Sin embargo, mis labios volvieron a su polla. Valen gime cuando tomotoda su longitud, amando la salinidad de su carne en mi lengua. Sus dedos se enredan en mi cabelloantes de que lo empuñe empujándome hacia su pene. Mis manos agarran sus muslos, y mis uñas seclavan en su carne mientras empuja brutalmente en mi boca, haciendo que mis ojos se llenen delágrimas, su polla golpea la parte posterior de mi garganta.
Mi calor anhela este lado áspero de él, saboreando la forma en que se forzó más en mi boca. Mi calorse dispara, y mi excitación cubre el interior de mis muslos antes de que él me arranque por el pelo,tirando de mí hacia su cuerpo. Sus labios eran exigentes cuando chocaron contra los míos con avidez,magullando mientras dominaba mi boca. Valen gime, su otra mano agarra mi cadera con fuerza, tanfuerte que sabía que dejaría moretones como mi piel se pellizcó entre sus dedos, su agarre en mi cabello se volvió más fuerte mientras mi calor loabsorbía, desatando la bestia que vivía dentro de él . Mis caderas giran contra él, su mano agarrando mi cadera se mueve hacia mi trasero, sus dedos seclavan en mi carne. . Un gemido escapa de mis labios, convirtiéndose en un gemido mientras aprieta mitrasero antes de sentarse conmigo en su regazo y girar. Sus movimientos son demasiado rápidos cuando me golpea en la espalda. El deseo se retorció a travésde cada célula mientras miraba sus ojos demoníacos llenos de lujuria. Sus caninos sobresaliendo entresus labios entreabiertos. Las manos de Valen se mueven por mis muslos hasta mis caderas, me agarra,volteándome sobre mi estómago y tirando de mi trasero hacia arriba y en el aire. Las chispas se precipitaron sobre mi carne y mi coño se apretó con anticipación mientras él hundía su
polla en mis profundidades con un fuerte empujón, el calor se encendía con renovado vigor, anhelandosu toque y lo que tenía que ofrecer. Su pelvis golpea contra mi trasero, y mis paredes se aprietan a sualrededor como un tornillo de banco. Mis piernas tiemblan cuando saca su polla lentamente, sus dedosse clavan en mi trasero mientras se ve salir de mis confines húmedos antes de volver a entrar. Un gemido se me escapa cuando la mitad superior de mi cuerpo se aplana contra la cama, mis dedosaprietan las sábanas mientras él se mete dentro. Su dura longitud raspa a lo largo de mis paredesinternas, generando fricción. Mi sangre se encendió como fuego en mis venas, haciendo que chispassalieran por todas partes con cada fuerte embestida haciéndome gritar de placer. Mis paredes seapretaron alrededor de su gran longitud gruesa, mis piernas temblaban y amenazaban con ceder debajode mí, el sudor brillaba en mi piel. Todo mi cuerpo se calentó mientras subía más alto, la sensación eraintensa, todo mi cuerpo se tensaba por la excitante ráfaga. El agarre de Valen se aprieta, su agarre casicomo un castigo, pero disfruté el dolor y el placer, la línea entre ellos se desdibujó mientras me retorcíadebajo de él empujando contra él obligándolo a entrar más profundo y más fuerte. Bofetadas en la carne y mis gritos llenaron la habitación y su respiración entrecortada. Valen se inclinasobre mí, apretando mi pecho antes de desgarrarme, su pecho caliente presiona contra mi espalda, suagarre doloroso mientras apretaba mi pecho mientras usaba el otro para apartar mi cabello hacia unlado. Siento las puntas afiladas de sus dientes pinchar mi carne, rompiendo la piel mientras los hundíaprofundamente, enviándome felizmente al borde. La caída fue violenta y tumultuosa cuando mi cuerpo se convulsionó en sus brazos, sin embargo, suritmo nunca cedió mientras se adentraba en mí y me empalaba en su polla. Sus caninos se deslizaronde mi piel, y su lengua rodó sobre mi carne caliente, haciendo que los dedos de mis pies se curvaranmientras cabalgaba sobre las olas de mi clímax. Mi coño lo agarra cuando sale de mí. Trago saliva cuando me empujan de espaldas. La mirada intensa yanimal en su rostro sin duda reflejaba la mía mientras gruñía, separando mis muslos antes deenvainarse dentro de mí. La noche se desliza sin manera de medir el tiempo, mi calor no disminuyehasta que hundí mis dientes en su carne. Valen gime, su polla se contrae profundamente dentro de mí mientras mis paredes lo agarran y lo
aprietan, su semen caliente cubre mis entrañas, y saco mis dientes de su cuello, respirando condificultad mientras se deja caer encima de mí. Ambos estábamos doloridos y exhaustos más allá de loque había sentido antes. El agotamiento me golpea cuando mi temperatura baja, y Valen sale de mí, rodando sobre su espalda ami lado. Su respiración es pesada mientras su pecho sube y baja. Mis ojos se cierran y le doy labienvenida al sueño. Mi cerebro trató de procesar el incesante ruido que invadía la oscuridad de mi sueño. Mis ojos sesentían como papel de lija cuando traté de abrirlos a la fuerza, la luz se filtraba en la habitación a travésde las cortinas cerradas y podía distinguir los sonidos de los dibujos animados provenientes de la salade estar. Mi teléfono comenzó a sonar de nuevo, el tono de llamada fuerte mientras vibraba en la mesitade noche. Valen gime a mi lado, golpeando la mesita de noche, tratando de apagar el ruido. Mi cuerpo se sentíapesado cuando arrastré mi cuerpo sobre el suyo para alcanzar mi teléfono. Deja de sonar en elmomento en que lo agarro y vuelvo a rodar hasta mi lado de la cama. Con ojos somnolientos, entrecerrélos ojos para ver la pantalla y vi 13 llamadas perdidas de Macey y 7 de Zoe y un montón de llamadas delhospital. Estaba a punto de desbloquear mi teléfono para devolverles la llamada cuando vibró en mimano. Sentado, sabiendo instantáneamente que algo tenía que estar mal para que hubiera tantasllamadas perdidas. La niebla se disipa cuando el miedo se filtra en mí mientras lo veo sonar en mi mano. La cara de Maceyaparece en la pantalla y el tono de llamada suena con fuerza. Mis manos tiemblan y paso mi pulgarsobre la pantalla y respondo. “¡Everly!” Macey brota antes de suspirar profundamente, su respiración es inestable mientras la escuchorespirar en el otro extremo. “¿Qué es?” Pregunto y Macey hace un ruido de asfixia. Todo mi cuerpotiembla cuando ella no responde de inmediato. “¿Macey?” —pregunto con la voz temblando demiedo. “Tienes que llegar aquí”, dice, las palabras suenan tan rotas. La emoción en su voz mientrastartamudeaba y lloraba en el teléfono me hizo ponerme de pie. Corrí por la cama, saltando al suelo yagarrando lo que mis manos cayeron primero. “¿Qué sucedió?” Pregunté, arrastrando frenéticamente
una camisa sobre mi cabeza y volviendo a colocar el teléfono en mi oído. Macey llora, el sonido aplasta mi alma y me retuerce el estómago mientras el temor me llena. “Es Ben”,solloza, y mi corazón tartamudea y amenaza con dejar de latir ante sus palabras. Una sensación dehundimiento frío se asienta sobre mí. Valen se sentó, buscando peligro, y las lágrimas quemaron misojos mientras lo miraba, conmocionada. ¡No! ¡Ben no! Mi corazón y mi alma gritan por el chico, porEmily. La mataría si algo le pasa a él. Valen se pone de pie viéndose alarmado.“¿Everly?” él pide. “Tengo que ir. Necesito ir al hospital —le digo mientras la sensación de frío me inunda, adormeciéndomey convirtiendo mis venas en hielo. Me sentí como si estuviera en piloto automático cuando me puse laropa sin verla. Valen me persiguió por el apartamento mientras tomaba mi bolso y las llaves, solo sedetuvo cuando noté que Valarian estaba sentada en la mesa de café viendo dibujos animados ycomiendo un tazón de cereal. Me mira, Ben era su amigo. Ben no era mucho mayor que mi hijo. “¿Mamá?” Valarian dice mientras miro a mi hijo sin pestañear, el peor temor de un padre es que algo lesuceda a su hijo, la misma vida que crearon y construyeron, la que vale la pena vivir y por la que vale lapena luchar. Mi voz era robótica. “Todo esta bien. Come tu desayuno —le digo. “Iré tan pronto como llegue papá”, medice Valen agarrando mis brazos, me sacude un poco y parpadeo rápidamente volteándome a mirarlo. “Tengo que llegar a él”, jadeo antes de girar sobre mis talones y corro hacia la puerta.
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