Fuera de Tus
Capítulo 45

Capítulo 45

Erika pensaba con desdén, y sin poder evitarlo, su expresión lo reflejó mientras tomaba una pequeña cucharada de avena. Antes de que pudiera tragaársela, escuchó a Noemi decir:

*No es así, señora. Yo no le cambié la ropa, fue el señor quien le cambió…“.

“Pff… ¡cof, cof, cof!“.

Erika sintió que algunos granos de avena se le hablan ido por la nariz, pero eso no era nada comparado con el susto que le habla dado la declaración de Noeml.

Sólo de pensar que su ropa había sido cambiada por Fidel, le hizo sentir que su cabeza iba a explotar.

Cof, cof… ¡cof, cof!“.

Ni siquiera podia controlar su tos, se volvió cada vez más violenta.

“¿Tanto alboroto por un cambio de ropa?“.

Una voz fría y profunda, llena de sarcasmo y dificil de ignorar, resonó justo encima de ella.

Erika, por instinto, levantó la vista hacia él y vio a Fidel vestido de deporte, emanando el.olor a sudor de haber corrido.

Lo vio sonriendo con una mezcla de burla mientras la observaba, al ver sus mejillas enrojecidas por la tos, soltó una risa…

“Te has puesto roja de la emoción, ¿es para tanto?“.

Erika apretó los labios, y la fuerza con la que sostenia la cuchara aumentó un poco.

Después de respirar profundamente varias veces, logró contener el impulso de lanzarle la avena en la cara a Fidel.

Su hermana tenía, ese hombre era un perro arrogante, siempre estaba tratando de adornarse a sí mismo.

De repente, se dio cuenta de algo y sus ojos se abrieron de par en par, “¿Tú me cambiaste la ropa?“.

¿Eso significaba que él la había visto desnuda?

Parece que Fidel habia adivinado la sorpresa en sus ojos, y esbozó una sonrisa imperceptible, “¿No te lo dijo ya Noemi? ¿Quieres agradecerme?“.

¡Al diablo con el agradecimiento!

Erika maldijo en silencio y miró fijamente a Fidel, sus ojos despedian llamas, como si quisieran reducirlo a

cenizas.

Sólo de pensar en lo que Fidel pudo haber visto anoche, le explotó la cabeza y sus mejillas se calentaron aún más.

Viendo cómo el rostro de Erika se tornaba aún más rojo, el ánimo de Fidel, hasta ahora sombrio, mejoró un

poco.

Con esa cara tan roja, no estarás pensando…..

“¡Cállate!“.

Erika lo interrumpió con furia

Habia sirvientes en la sala, ¿qué demonios pretendia ese hombre?

Sorprendentemente, Fidel no se molestó con la interrupción y, de hecho, se acercó a ella y se inclinó para

1

Tip: You can use left, right keyboard keys to browse between chapters.Tap the middle of the screen to reveal Reading Options.

If you replace any errors (non-standard content, ads redirect, broken links, etc..), Please let us know so we can fix it as soon as possible.

Report