Chapter 38

Juego sucho.

Abri mis ojos exallada, cuando dos miradas color miel aparecieron en mis sueno.

Lo que me faltaba, soñar con los gemelos Lancaster.

Aún faltaba una hora para el desayuno al que mi padre me invitó para hablar de lo que quedópendiente y para su sermón al darse cuenta del trato que recibi de Amelia.

No quise perder más tiempo y me levanté a arreglarme y prepararle el desayuno a Tristán, esta vez noestaba Paul por ningún lado para sorprenderme con el desayuno listo, sin embargo, Magarondaba porla cocina preparando el desayuno para todos, excepto para mi padre ni para mi.

Mi corazón se encogió al recordar el desplante de anoche, no cra justo para él, eso lo se, pero elimprevisto de último momento era más importante y, luego de hablar con Alexis y asegurarme queguardaria el secreto, mi padre prefirió que todos volviéramos a casa. estuve totalmente de acuerdo,pues no podia soportar un segundo más con aquella plis n lamilia en el mismo lugar. Finalmente, Paul

pospuso la cita para esta noche.

Buen dia, Sari. Has madrugado, eso huele muy bien. mi padre entro a la couna y dejo un beso en micabeza aldarse cuenta que estaba preparando un sandwich y frutas picadas para Tristan.

Buen dia, papa. Intento ser una buena madre. dije mientras servia el desayuno para despertar a mihijo.

Siempre lo has sido. Nos vamos en veinutos con Jack. Tenemos mucho de que hablar. -asenti con micabeza y me apresure a despertar a Tristan dejando a mi padre con Maga en la cocina,

Para mi sorpresa. Tristán ya estaba despierto, estaba jugando en la cama con el dinosaurio de jugueteque le regalo Paul. Ledi su respectivo aseo, antes de bajar con él hasta el comedor donde esperabasu desayuno listo.

Apenastomé una taza de te, mientras me cercioraba que mihujo se comia todo, solo le faltaban susfrutas cuando mi padre aparecio

señalando su Rolex, es hora de irnos.

Le encargue a Maca que cuidarà a Tristan mientras volvia y me despedi antes de caminar hasta lacamioneta donde me esperaba mi

padre junto a Jack

En el camino revisaba las noticias de la noche anterior, el primer desfile de la semana de la moda fuetodo un éxito, no tallaban las

notas con los mejores diseños de la noche, no me extrañaba que hayan sido de la colección deLancaster Collection.

Mis ojos se abrieron de pai en paralleer los articulos y ver las imágenes en las revistas digitales delespectáculo.

* Sarah Petir de vuelta a la familia Lancaster

“La vicepresidente de Doinel ha puesto los ojos en su excuriado, Alexis Lancaster, quien estuvo trecearios en estado de coma por

causas desconocidas. Al no rener oportunidad de volver con su exesposo, Surah Ant parece decididaair por su gemelo identico Que pensara Alexander Lancaster de esta situacion? ¿Estara de acuerdoque su hermano se le en su eresposa.””

¡Pero, que mierdal

Queria lanzar mi teléfono por la ventana al ver la imagen en la que aparelco junto a Alexis en elbanquete, una vez más sacaron lodo de contexto y no me extrañaria que haya sido Amelia, si no teimportó la reputación de Alexander hace tres anos, 1ampoco le va a importar la de su hijo que acabade volver a la vida, esa senora no tiene escrúpulos. Capturaron el mejor angulo de mi, inclinándomepara llegar a su altura y sus ojos lujos en mis labios, cualquiera diria que lo estaba seduciendo, perono era así, estaba muy lejos de la realidad.

¿Como me fijaria en otro Lancaster?

Forscompletamente ridiculo.

Apapue la pantalla de milelilono y pellorque el puente de mi nariz manteniendo la calma. Es una suciajugada de parte de los

an asici, Yaasi, prrtenden ser elegidos para la colaboración con Doinel.

lodo bien

preguntó mi padre sentando a mi lado.

Nida puede estar buen estandoceres de los Lancaster. reue mis ojos y frutérni hente al vitir quecomenzarla a doler.

– Relajate, hija. Cuando escuches lo que tengo planeado, esa familia tendrá que tragarse todas suspalabras, al menos ese Alexis accedió a guardar silencio. -solté un suspiro cansado y asenti con micabeza sin preguntar más.

Ya decia yo que volver a New York no era una buena idea, pero negocios son negocios. La camionetase estacionó en la entrada de la

cafeteria y un auto n o que vi desde que salimos de casa, se detuvo al otro lado de la calle, me burlé aldarme cuenta que el dueño del

auto, comenzó a fotografiar a través de la luna polarizada, lo que él no sabia era que por los rayos delsol podia ver la silueta.

Ese hombre no parece muy listo.

Al llegar a la cafeteria, Jack encendio de inmediato la tablet a antes de hacer nuestro pedido.Rápidamente, me dio toda la información que le pedi la noche anterior.

– Alexis Lancaster, treinta y un años, electivamente, trece años en estado de coma. Hice misrespectivas averiguaciones y aunque no fue fácil, logré dar con los hechos. –me acomode en miasiento lista para escuchar, pero se detuvo cuando la mesera llegó con nuestros calés y hot cakes.

– Eso puede esperar Jack, desayunemos antes. ordenó mi padre y lo miré incrédula por hacer queJack dejara la información a medias, dejándome muerta de.curiosidad, pero no podia hacer más queobedecer.

Apenas pude probar bocado, habia muchas cosas en mi cabeza, empezando por el tema de Alexis,los nuevos chismes, los nuevos planes que mi padre tiene para mi y el periodista para nada discreto,que me está fotografiando desde las alueras de la caleteria y que piensa que no me he dado cuenta.

La mesera desocupó la mesa cuando terminamos de desayunar y antes de pedirle a Jack que siguieracon la información, mi padre

habló.

– Antes que nada, quiero hablar algo importante contigo hija. ¿Te importa si me acompañas hasta elbalcón? La vista es increible. – mi padre limpio las comisuras de sus labios con elegancia y se levantó

de su asiento para ofrecerme su mano.

La tomé, aunque hubiese preferido escuchar primero a Jack.

– Te acompano. Volvemos en unos minutos Jack. -mi asistente asintió con su cabeza y segui a mipadre quien me guiaba hasta el balcón que tenia una hermosa vista a la ciudad y el viento golpeaba micuerpo con sutileza. Te escucho.

Me cerciore que no hubiera nadie alrededor que pudiera escuchar nuestra conversación, nonecesitaba ser adivina para saber que iba a hablarme de padre a hija.

– Para empezar, te felicito por el buen trabajo que estás haciendo, para ser tu primera asistencia en lasemana de la moda en New York, vas muy bien, tienes en la mira a las mejores empresas, lo quefacilitará la decisión en la junta directiva. – sonrei agradecida con sus palabras, aunque sentia que notodo estaba saliendo bien. Primero, el interés de Lancaster Collection por la colaboración gracias a la

entrometida de Michelle y segundo, mi identidad al descubierto. -Por otra parte, quiero hablarte comopadre. Sabes perfectamente que no estoy de acuerdo con que le ocultes a Alexander que es padre,entiendo que ha pasado infinidades de cosas nada agradables entre

ustedes, pero tiene derecho a saberlo, si él no lo quiere, es un tema aparte, pero me pongo en suszapatos y, no me gustaria que me

ocultaran la existencia de un hijo, quien sufre mas adelante son los hijos, piensa en Tristan, cada vezes más listo, pronto te preguntara

por su padre, ¿qué le vas a responder?

De todos los temas que imagine abordar con mi padre, este era el que menos queria tocar. Y si, mipadre tiene toda la razón,

Alexander tiene derecho a saber que tiene un hijo, pero lenia miedo de que se mercle con la familiatan poco sana a su corta edad, no me

perdonaria que mi hijo salga afectado por las Lancaster. Además, ¿cómo iba a reaccionar!

– Ahora que lo dices, plenso que debería decirselo, pero mi mayor miedo es su lamilia, son unasviboras y no dudarlan en soltar su

veneno, sin importar que es solo un niño.-admiti con sentimientos encontrados en mi pecho.

Por mas que deteste a Alexander, no podia seguir ocultándole a su hijo, el daño me lo hizo a mi, no aTristán, y aunque prefiera la tranquilidad que sempre ha tenido mi hijo sin su padre, quisiera que sepalo que es el amor de un padre, tal y como el anior que mi

padre siempre me ha brindado.

isers otro lema que nir tiene realmente disgustado, Sarah Doinel. De esa manera has sido tratadadurante tu matrimonio con Loftasten?ity is el trato que te mereces? Por amor a Dios, hija. Has crecidocon los miejores tratos, con todo el amor que tu familia y amix han podido brandaitr./como es posibleque hayas permitido ser tralada de esa mancial Dime, ¿eres una cara fortunazile

wayfr Tun Alexanhin nou dinero? – bajo la mirada a mis pies, sintiéndome leganada por mi padie, lomerezco por haberlo permitido de c inco)

Ketaven

alainda pasti Opel, s obvio quritunapendi que mic case poi dinero. Y nu

vedu mentir, lui humillada

por las Lancaster muchas veces. Debi hacer algo al respecto, pero…

– Esta bien, cariño, no te estoy reprendiendo. Es solo que me frustra saber que no te han tratadocomo lo mereces, y que Alexander no haya hecho nada para defender a su esposa, es indignante. –mi padre mie interrunipio y pasó su mano por mis hombros para darme un abrazo paternal.

– Nunca lo supo, pero no quiero hablar de eso, me estoy encargando de ponerlas en su lugar cadavez que tenga oportunidad, no

pienses que me estoy vengando, solo en estoy defendiendo. dije abrazando su cintura.

– Anoche lo he notado, quise intervenir, pero me detuve al ver como manejabas la situación, muy bien,con tu clase y educacion humillas a esas mujeres sin modales. -me rei porque eso es exactamente loque hago, sin necesidad de soltar algún insulto las dejaba roja de rabia y humillación. -Antes de volvercon Jack, quiero pedirte que le digas a Alexander sobre Tristan el dia que te presente como miheredera.

-¿Cuando has planeado la presentación? – pregunte, pensando que seguiría siendo en el lanzamientode la primera colección con la marca de colaboración.

– El último dia de la semana de la moda. -miré a mi padre con los abiertos en gran medida. -¿loharás?

¡En cinco dias!

Tomé una bocanada de aire y aunque no me sentia del todo preparada para presentaciones, era lomejor, ¿para que seguir ocultando información que se volveria en una bomba de tiempo?

– Lo haré. -dije decidida con una sonrisa.

No lo haria por mi, lo haria por Tristán, porque quiero lo mejor para él, aunque eso no sea lo mejorpara mi, lo único que se, es que

no quiero a mi hijo cerca del par de viboras,

Volvimos a la mesa con Jack, después de dar por terminada la conversación, se que habia más cosaspendientes, pero ahora

necesitábamos trabajar, darte un vistazo a la propuesta de Lancaster Collection y que Jack termine desoltar la información sobre

Alexis.

— Una disculpa, Jack, necesitabamos aclarar un par de cosas, prosigamos con la información deAlexis Lancaster, es una amenaza para los planes? -preguntó mi padre acomodando mi silla antes desentarse a mi lado.

Miré a Jack y la curiosidad volvió a mi cuerpo enun chasquido.

– ¿Qué le ocurrió? – pregunté con los dedos entrelazados sobre la mesa.

Jack deslizó su dedo en la tableta y cuando encontro la información, retomó la lectura.

– Tuvo un accidente de auto en una carrera clandestina a los dieciocho años de edad, iba en elasiento de copiloto, no tenia el

cinturón de seguridad por lo que traspasó el parabrisa quedando su cuerpo sobre el cotre del auto decarreras. No hay información sobre el conductor, a pesar que hablan muchos espectadores en lacarrera, nadie sabia nada o no quisieron dar información.

Mi cerebro por poco colapsa al escuchar aquella información.

De pronto, mi corazón dio un vuelco al recordar el dia que tropecé con Alexander en la carreraclandestina hace trece años.

No puede ser

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