Heredera divorciada Novela de Juliany Linares -
Chapter 75
Chapter 75
Qué has firmado.
No quise seguirle el juego a Alexander, pero tampoco lo negué, después de quedarme callada porunos segundos, preferi que Paul
creyera lo que el hombre a mi lado decia, pues de esa manera podia jugar con su mente, que pienseque todos sus esfuerzos fueron en
vano.
-Paul, hay un problema con las modelos de prueba, no has contratado a las modelos de talla grande,estás encargado de esto y
necesito una solución antes de que los diseñadores comiencen con su trabajo. -fui directo al grano,evadiendo cualquier conversación
que no tuviera que ver con el trabajo.
Los labios de Paul se abrieron levemente, como si supiera de lo que estaba hablando y se sentó en elescritorio para tomar un folder
con el logo de la empresa con varias hojas.
Claro, las modelos de talla grande. Por supuesto que las he contactado, de hecho, solo falta la firmade tu padre en los contratos y
ellas estarán aqui cuanto antes, no me he olvidado de ello. -dijo mostrando el folder que tenia en sumano y una leve sonrisa apareció
en su rostro.
-Entonces, dame los contratos y haré que mi padre los firme. -respondi extendiendo mi mano paratomar el folder, pero Paul lo
aparto de inmediato, sin la más minima intención de entregármelo.
-Lo siento, Sari, estoy encargado de esto y la demora ha sido mi culpa, me encargaré personalmenteque Leonardo firme estos
documentos, quiero disculparme con él y con todo el equipo. -le di un rápido vistazo a Alexander yeste miraba a Paul con desconfianza,
era normal después de todo lo que sabiamos de él y su familia.
Volvi a mirar a Paul, buscando la más minima señal de que algo andaba mal, para poder entender lagran desconfianza de Alexander,
pero se veía muy tranquilo. Retiré mi mano y asenti con la cabeza.
Mi padre está en el taller de Patrick, mientras más rápido lo firme, más rápido comenzaremos atrabajar en el proyecto. Por favor,
no demores y no hagas que la colección se atrase. -dije antes de dar media vuelta y salir de la oficinade Paul.
Enseguida, escuché unos pasos detrás de mi y supe que era Alexander quien me seguía, pero pronto,otros pasos se unieron a
nosotros y no hizo falta que mirase hacia atrás para saber que Paul se unió a nosotros.
Espera, iré contigo, vamos al mismo lugar, ¿cierto? -antes de que pudiera reaccionar, Paul caminaba ami lado con el folder en su
mano y solo asenti con la cabeza.
Puedes adelantarte, mi mujer y yo iremos a otro lugar antes de volver al taller. -Alexander respondiópor mi y mi cuerpo se tenso cuando senti su brazo rodear mi cintura deliberadamente, como si enverdad fuéramos una pareja y le lancé una mala mirada por lo que acaba de hacer, pero este se limitoa sonreir mientras me apretaba hacia su cuerpo.
Disimuladamente, le pellizqué la cintura para que me soltara y dejara de comportarse de esa manerasin mi permiso, sin embargo,
Alexander ni se inmutó, solo logré que me tomara con más fuerza de la cintura.
Sabes, Sari. Es una lástima que hayas caido ante la manipulación de un hombre que no pensó en queeras su “mujer” antes de
serte infiel. Te crei más inteligente.-Paul se expresó sin vergüenza alguna, antes de desviarse a laentrada del taller, dejándome con la
palabra en boca.
Aproveché que Paul ya no estaba y me solté sin ningún cuidado del agarre de Alexander quecomenzaba a quemar mi piel, me detuve a una distancia considerable del taller donde todo el equipoestaba presente con las modelos y fulminé con la mirada al imbécil
que se detuvo frente a mi.
-Vuelves a tocarme sin mi consentimiento y…-dejé la palabra en el aire cuando Alexander meinterrumpió a la vez que daba un
paso hacia mi.
¿Y qué? preguntó desafiante y abri mi boca para decirle que iba a darle una golpiza, pero la volvi acerrar porque no valia la pena
lo que sea que vaya a decirle, tampoco queria perder mi tiempo con él.
Cuando estuve por dar media vuelta y dejarlo solo en medio del pasillo, me tomó la mano y tiró de ella,guiandome hasta la oficina que le habian asignado, por supuesto me resisti a ser arrastrada por él aun lugar donde estaria a solas con él, porque no soportaba
escuchar las barbaridades que tenia para decirme sin que mi sangre comenzara a hervir, pero dejé deresistirme al darme cuenta que los
trabajadores nos miraban sin disimulo.
Alexander cerró la puerta una vez que estuvimos dentro y no esperé a que me soltara para estamparpisarlo con la punta de mi
tacón.
Te has vuelto loco, ¿cómo te atreves a arrastrarme contigo de esa manera?-escupi evidentementemolesta y Alexander no hizo
otra cosa más que quejarse de dolor en su pie.
-¿Puedes ser amable conmigo aunque sea por un segundo?-preguntó en medio de su dolor y resoplécon frustración. No me
veas como tu enemigo, estamos en el mismo equipo, ¿o no?
¿Tienes algo por decirme? No era necesario que me trajeras hasta aqui. -dije alejándome de él, hastallegar al ventanal con vistas
a la calle, me quedé mirando el tráfico, esperando que soltara lo que tenia para decir sin tomarme lamolestia de mirarlo.
Si, tengo algo por decir y no lo iba a hacer en medio del pasillo frente a tantas personas respondiódesde su lugar y me alivié
porque habia entendido que no queria estar cerca de él. -¿No te resultó sospechoso los supuestoscontratos que debe firmar Leonardo?
-preguntó de pronto y me gire hacia el sin entender a lo que se referia.
¿Sospechoso?-respondi con otra pregunta y él asintió con su cabeza,
¿Qué podia haber de sospechoso en unos contratos?
No me lo tomes a mal, sé que esta es la empresa de tu padre y por ende es tuya, pero sabemos quePaul està mal de la cabeza.
Contrata a las modelos convencionales, pero de pronto faltan contratos que necesitan la firma deLeonardo Doinel. —analicé sus
palabras por un momento y entendi su mirada de desconfianza en la oficina de Paul. Habia logradosembrar la duda en mi, pues Paul ni siquiera dejó que yo me encargara de aquel folder. -Tengo añostrabajando en la misma industria, lo sabes y nunca habia visto tal cosa,
no creo que se deba a que está haciendo mal su trabajo, teniendo en cuenta que se ha encargado deuna de las empresas fuera del pais
por años.
lo que decia Alexander cobraba sentido para mi y pronto, la preocupación apareció sin poder evitarlo.
Pero, a ver, estamos hablando de mi padre, lleva más años que el mismisimo Alexander Lancaster enla industria y sé que no seria
capaz de firmar algo que encuentre mal.
– Alexander, entiendo tu preocupación y has logrado que yo también me preocupe, pero estamoshablando de mi padre, él no se dejaria engañar tan fácilmente. -respondi, confiando en la habilidad demi padre en los negocios. Por más que sepamos lo cruel que es Paul, no es tan tonto como para hacerfirmar un documento con cualquier fin que lo beneficie a él y a su familia, Paul sabe muy bien que
nadie es capaz de engañar a Leonardo Doinel. -¿Es todo lo que tenias que decir?
Las cejas de Alexander se elevaron y sus ojos se clavaron en los mios en silencio.
¿Quién en su sano juicio puede confiar en Paul después de todo lo que ha hecho?-preguntó incréduloy echandole más leña al fuego. Por supuesto que no confiaba en Paul, pero habia limites que no eracapaz de cruzar y tal vez por esto, es que no se ha atrevido a hacer un movimiento en nuestra contra.
A estas alturas, no confio en nadie. -dije directamente y enarcó una de sus cejas antes de caminarlentamente.
¿Ni siquiera en mi? -al escuchar su pregunta en voz baja, lo miré con diversión en mi rostro, mientrascaminaba hacia él, eliminando el espacio que nos quedaba, el suficiente para quedar frente a él, paradecirle a la cara.
Ni siquiera en ti.-respondi con sinceridad y su mirada de indignación me causó gracia. Nada más queagregar? Tengo trabajo por hacer.
Si, tengo una cosa más por decir. -miré mi reloj de pulsera con impaciencia y esperé a que continuarahablando para poder escapar de esa oficina que comenzaba a asfixiarme. -Entiendo que ahora no
confies en mi y no pretendo discutirlo, sé que me odias o crees odiarme, pero mis acciones hablaranpor si solas, ¿no me ves? Estoy arrepentido por lo que hice y lo que no hice, pero de lo que más mearrepiento es de haberte perdido como mujer, ahora solo quiero tu perdón.
Un escalofrio recorrió mi espalda al escuchar cada una de sus palabras o tal vez porque me irritaba locerca que estamos el uno del otro, sin embargo, oculté mis emociones en un ceño fruncido.
Alexander, basta, pasa la página, ¿quieres mi perdón? Vale, te perdono, pero para de hablar de mi ode nosotros cada vez que tienes oportunidad, lo único que nos une es nuestro hijo, no vas a obtenernada más de mi, nuestro matrimonio terminó hace años. ¿No me ves? Sin ti estoy mejor. sin esperaruna respuesta de su parte, sali de su oficina sin mirar atrás, sin mirarlo a él,
Tomé una bocanada de aire cuando cerré la puerta, con la intención de calmar mi pulso que se habiadisparado sin darme cuenta en qué momento.
Respiré profundo mientras volvia al taller de Patrick con la intención de encontrar a Paul y pedirle loscontratos que mi padre iba a firmar, pero me llevé una gran sorpresa al darme cuenta de que él no seencontraba ahi.
No quise interrumpir a nadie con la visita de las modelos de prueba, al único que llamé fue a Vincent,quien estaba cerca de la
entrada con los brazos cruzados y con cara de pocos amigos sin apartar la mirada de Abby que sehabla unido al grupo y parloteaba sin
parar mientras se comparaba con cada una de las modelos.
Vincent al verme, dejó caer sus brazos a los costados y soltó un suspiro de alivio como si hubiesellegado su salvación.
Tu amiga está cada vez está más loca. -dijo cuando salió del taller para encontrase conmigo. -¿Quépasa? ¿Estás bien? –
preguntó después de mirar mi rostro por unos segundos y asenti con mi cabeza en respuesta.
Estoy bien. ¿Has visto a Paul? -pregunté por él de inmediato sin perder el tiempo y Vincent me miróconfundido.
Se ha ido hace un momento. Nos ha dicho que hubo un error en los contratos y faltaba la firma deLeonardo, por eso faltaron las
modelos curvy, pero ya está todo arreglado. -respondió sin esfumar la confusión en su rostro que semezclaba con su expresión
seria.
¿Mi padre revisó y firmó?-pregunté conservando un poco de ocupación en mi corazón y Vincentasintió aún más
confundido.
-¿Qué pasa? ¿Hay algún problema? -negué con mi cabeza sin ser capaz de repetir las palabras deAlexander al desconfiar de los documentos, de todos modos, me iba a cerciorar personalmente quetodo estuviera en orden.
—¿Cuando estará lista la auditoria? -cambié de tema rápidamente, aunque el tema principal seguiasiendo los Dubois,
Vincent se quedó en silencio por unos segundos, en los que dudaba en si hablar o no, con aquelloentendi que ya tenia toda la información y no me lo dijo antes.
Vin, hay alguna irregularidad?-me senti inquieta porque su expresión me daba a entender que nohabia buenas noticias para
nosotros.
No queria molestarte porque has estado estos dias encerrada en tu oficina y entendi que era porqueno querias que nadie te molestara…
-Vincent…lo llamé por su nombre con advertencia, demostrandole mi descontento por no habermeinformado de esto en su debido momento.
-Hay irregularidades que han sabido como maquillar, si, y no solo aqui, también en la empresa a cargode Paul.-quedé atónita al escuchar la respuesta de Vincent y mi malhumor estallé enseguida.
Me resultaba dificil creer que la familia Dubois estuviera cometiendo tales delitos y perjudicando a mifamilia sin temor alguno, esta no solo era la empresa de los Doinel, también de los Dubois y seestaban aprovechando de su poder.
-Lo ultimo que me faltaba. -dije para mi misma antes de dar media vuelta y caminar con paso rápido ala oficina de Paul.
pasos.
– Sarah, no, ¿qué vas a hacer?-preguntó Vincent detrás de mi, aunque en unos segundos me alcanzó,logrando que detuviera mis
-Iré a la oficina de Paul, ¿no es obvio?-solté evidentemente molesta.
No hagas eso, solo lo pondrás en sobre aviso, los haremos pagar por esto pero no de esta manera, yome encargaré de los asuntos legales-Vincent pensaba que iba a reclamarle a Paul por la informaciónde la auditoria, pero estaba muy lejos de la realidad.
-¿Por quién me tomas? No lo pondré en sobre aviso, es más, me parece mejor que sigan untándosehasta el cuello para que paguen muy caro por el daño que le están haciendo a mi familia. -dijeinexpresiva y pasé de largo dejando a un desconcertado Vincent en medio del pasillo.
Toqué la puerta de la oficina de Paul con mis nudillos y la abri cuando escuché un adelante de suparte.
Sari, viniste sin tu guardaespaldas. dijo al ver que era yo y cerré la puerta detrás de mi, antes desentarme al frente de él, en el asiento que me ofreció la primera vez.
No es mi guardaespaldas. –dije sin ninguna pizca de emoción en mi voz, era la mejor manera paraque no se diera cuenta lo que pasaba por mi mente.
Ya veo. —respondió en voz baja con evidente ironia en su tono de voz, la cual ignoré por completo.Sus ojos se levantaron para mirarme y esbozó una débil sonrisa de medio lado. Has cambiado tantodesde que volvimos, Sari, ese hombre te sigue importando y lo peor es que estás cegada por él, notengo frente a mi la Sarah que decidió seguir su vida sin la persona que tanto la lastimo. -Paul
hablaba con condescendencia, como si él no hubiese tenido nada que ver en todo esto.
Paul, no vengo a hablar sobre mi vida personal. -lo corté rápidamente, antes de que siguiera soltandocizaña por su boca. Quiero ver si está en orden el contrato de las modelos curvy, me ha dejado unpoco preocupada que lo hayas dejado para el último
momento. -Paul me miró confundido, pero asintió con su cabeza antes de levantarse de su asiento ybuscar entre tantos documentos el
folder que antes tenia a la vista.
Le di un rápido vistazo a su escritorio y vi tres folders idénticos, pero no podia ver su contenido amenos que lo tomara y le revisara,
claramente no lo iba a hacer, solo lograria levantar sospechas.
Tu padre ya lo firmado y las modelos están por llegar, todo está en orden, ha sido un pequeñodescuido. No estrás pensando que
estoy haciendo mal mi trabajo, ¿o tu exesposo ya te está metiendo ideas en la cabeza? -negué con micabeza mientras tomaba en mis
manos el folder que antes no quiso entregarme y le di un vistazo.
Puedo pensar por mi misma. -dije despreocupada, aunque no podia negarme a mi misma que graciasa lo que Alexander me
dijo, era que yo estaba haciendo tal cosa, leyendo clausula por clausula del contrato y observando lasfirmas requeridas.
Al parecer todo estaba en orden, pero un pequeño detalle llamó mi atención y que hizo que todas misalarmas de alerta
sonaran.
En los contratos de las modelos de prueba, se requeria la firma del presidente de Doinel y obviamente,el presidente encargado era
Vincent, no mi padre.
En ningún contrato estaba la firma de mi padre.
Está todo en orden, lo he resuelto rápido. -cerré el folder con los contratos de las modelos y lo dejésobre su escritorio, mientras miraba su rostro con una leve sonrisa fingida.
Tienes razón, está todo en orden. -menti deliberadamente para que no supiera que me habia dadocuenta de su gran mentira y sonrió complacido con mi respuesta.
Papa, ¿Qué has firmado?
Viniendo de Paul, no creo que sea algo bueno.
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