Heredera divorciada Novela de Juliany Linares -
chapter 88
chapter 88
Te he extrañado.
Por un momento pensé que el calor abandonaria mi erpo, que me faltaria el aire o que iba adesmayarme, pero todo aquello desapareció al leer por quinta vez aquella carta, que para cualquierase trataba de un anónimo, pero para mi no.
Sabia perfectamente quien escribió esto con solo ver la letra y que lo escribió especialmente para queyo lo supiera, a pesar de las pocas palabras, se encargó a la perfección de que recibiera el mensaje,sabia quién estaba detrás de esto y una risa me contagió por completo, no podia dejar de reir bajo lasmiradas de preocupación y confusión de cada presente, aun con los latidos acelerados de mi
corazón que
no era más que de alegria y llena de esperanza.
Sarah, ¿qué pasa? ¿qué dice la carta? Alexander, que estaba cerca de mi, me quitó el papel de lamano y lo leyó más de una vez, miro por ambos lados y de esquina a esquina, buscando el motivo demi risa que no cesaba. -¿Quién ha enviado esto?
Cuando Alexander hizo esa pregunta, pensé si seria buena idea decirlo, aunque si prefirieronquedarse en el anonimato, quizá era conveniente que ninguno lo supiera y fingir que ignoraba aquellainformación.
-Quiero ver que dice. Abby le arrebató la carta a Alexander, tal y como el lo hizo conmigo y su ceño sefrunció con confusión, entonces, cai en cuenta que ella no estaba enterada de todo lo que su familiaha hecho, solo sabia que Paul se adueñó de Doinel con trampa en un trágico momento y que sumadre lo respaldaba, pero nada más, entonces, dejé de reir. Ok, me siento agraviada, ¿quién escribióesto? Y ¿por qué te relas como una demente?-Abby parecia asustada por el hecho de que su apellido
estaba escrito y pronto, Vincent también le arrebató la carta para leerla detenidamente, al finalizar memiro con el ceño fruncido.
Por su mirada, supe que pensaba lo mismo que yo, y es que, ya era el
momento de poner al tanto a Abby de todo y que entendiera que ella no
estaba incluida en el paquete de los Dubois, era hora de que entendiera el porque de ese mensaje yque supiera ello no tenía nada que temer.
Abby, sientate, hay algo que debes saber. -Vincent fue quien tuvo la
iniciativa y Abby no quiso obedecerle por las recientes discusiones entre ellos, pero cuando vio quetodos teniamos expresiones serias, decidió sentarse en la silla libre y miró a cada uno, esperando quealguien soltara la primera palabra.
No sé de qué va esto, pero quiero que suelten todo, no importa cuán
doloroso sea. Si mi familia tiene que ver con lo que sea que me vayan a decir, lo quiero saber todo condetalles. -respiré hondo, sintiendo pena por mi amiga, seria duro para ella enterarse que cadaintegrante de su familia habia cometido algún delito y el motivo por
el que se originó tantas tragedias.
Entre los tres le contamos todo pacientemente y con mucho tacto, desde el momento que mi padrerechazó a su madre, el intento de secuestro cuando yo era una niña, los planes que crearon junto conRachel para arruinar mi matrimonio con la ayuda de un sicario, el desfalco de la empresa en el periodoque su padre estuvo a cargo de Doinel, el accidente de mis padres provocado por los suyos, y, porúltimo, la posesión de la empresa añadiendo la manera en la que Paul consiguió la firma de mi padre.
Ninguno se guardó el más minimo detalle, se lo contamos todo incluyendo las personas involucradas ysospechosas en cada una de las hazañas de los Dubois.
Abby tenia las mejillas empapadas por las lagrimas de frustración y de enojo, no podia creer que sufamilia se atreviera a tanto por una obsesión de su madre. No dejaba de culparse una y otra vez porinsistir tanto tiempo en juntarme con Paul, para ella, su hermano era un buen hombre, siempre tuvo lailusión de que fueramos pareja porque nos mereciamos el uno al otro, si habia algo que anhelabadesde hace muchos años, era ver a su hermano junto a su mejor amiga, pero ahora, esa idea seesfumò de su cabeza, siendo reemplazada por un gran repudio a su familia.
-Entonces ellos… todo este tiempo ellos…-habló con la voz entrecortada al levantarse de su asiento,sin ser capaz de completar una sola frase, me partia el corazón verla de esa manera, tan afectada ydecepcionada. -Son unos malditos, destrozaron a la familia que tanto presumian como sus mejoresamigos, arruinaron tu matrimonio y tanto que insulté a Alexander pensando que era la peor porqueria,desaparecieron a tus padres, te quitaron la empresa. ¿Y ustedes piensan quedarse sin hacer nada?Ellos deben estar pagando por cada uno de sus crimenes, sin embargo, están disfrutando de susasquerosidades.
otro procesando toda la información.
Abby vocifero mientras caminaba de un lado a
Gracias por el cumplido, me gusta tu honestidad. -dijo Alexander a mi lado. Este tiempo hemos estadobuscando pruebas, pero lo único que tenemos es la evidencia del lavado de dinero, no han dejadorastros ni testigos de sus crimenes, Sarah ya hablo con Rachel para que confesara, pero la tienenamenazada, tiene miedo de hablar, en cuanto al accidente del avión, comprobamos que fuemanipulado antes de despegar y los videos de la cámara de vigilancia han sido borrados, inclusodesaparecieron el investigador privado que estabatras sus pasos, no tenemos nada para denunciarlosy lo que tenemos es poco para lo que se merecen.
Alexander se encargó de explicar el motivo por el que estábamos de brazos cruzados y ella se quedocallada como si estuviera pensando, pero luego de unos segundos, cubrió su rostro con sus manos,no sabia qué hacer ni en qué ayudar, su familia no dejó cabos sueltos, o al menos eso creia, pues elmensaje que recibi me daba esperanzas de que era cuestión de tiempo para que todo saliera a la
luz.
No saben como lamento todo esto, de haber sabido desde un principio los planes de mi lamilia,créanme que hubiese buscado la
manera de ponerlos al tanto o impedirlo de alguna manera. Yo….. yo… – Abby no soportó un segundamás y rompió en llanto, mi corazón se encogió al wila de esa manerà.
Vincent se acercó a ella y la envolvió con sus brazos al mismo tiempo que me levanté de mi asientopara darle un abrazo de consuelo, pero Vincent negh con su cabeza al darse cuenta de misintenciones, mientras acariciaba su cabello en un intento por calmarla.
– Sarah, Ales, déjenme a solas con Aliby.dijo sobre la cabeza de Aliby y lo mié dubitativa, pues suestado me preocupabia, pelo sabia que Vincent, a parte de alterarla, podia calmarla,
Asenti con mi cabeza y tome la carta que estaba sobre la mesa, antes de abandonar el despacho juntoa Alexander.
Salte un suspiro cansado al llegar a la sala de estar y Alexander me tomó por sorpresa cuandoentrelazó sus dedos con los miles, la mire a los ojos y no pude adivinar lo que pasaba por su cabeza.
-Sabes quien le envió la carla, ¿cierto?-aquello sonaba más como una afirmación que una pregunta,no fui capaz de negarlo, pero tampoco lo admiti, segula confundida, no sabia si era corecto revelaraquella información, sin embargo, todos estábamos juntos. en esto y tal vez, en un futuro, puedaanepentirme por no hacérselo saber a mis aliados.
Después de meditarlo unos segundos, me decidi por contarselo a Alexander, pues he sido testigo desu esfuerzo por ayudarme a resolver los problemas por los que atravesalia, aunque no hayaresultados positivos, él no ha desistido ni por un segundo.
Vamos a un lugar más privado.-dije mirando a mi alrededor, aunque no hubiese nadie más que elpersonal de servicio, preferia ser cautelosa al soltar to que sabla
Tiré de la mano de Alexander sin esperar una respuesta y lo gule escaleras arriba hasla mi habitación,una ver estando adentro, ceir la puerta con seguro y camine hasta la mitad de la habitación con lamirada clavada en la carta que trala en mi mano, pues era la seilal que he estado esperando durantedias, la señal que me devolvió el alma al cuerpo,
-Han sido tus padres.-la voz de Alexander resoné por la habitación y una sonrisa se dibujo en mirostro. Una agradable sensación recorria mi cuerpo de solo escucharlo de los labios de otra persona
Lo ha escrito mi papà.-confesé con las lágrimas a punto de desbordarse de mis ojos, pero no eranmás que de lelicidad, felicidad por saber que están vivos, que están a salvo y no solo eso, sino quehan aprovechado la oportunidad para crear una cortina de humo y buscar la manera dedesenmascarar a sus “mejores amigos”, son tan astulos, que han estado un paso adelante todo estetiempo.
Sin verlo venir, sus brazos me rodearon por la cintura desde atrás y pegó su pecho a mi espalda, cerrémis ojos al sentir su cálido aliento chocando en mi cuello, provocándome un agradable cosquilleo en lanuca, mientras susurraba en mi olda
-No sabes cuanto me alegro, tus padres están vivos. Todo está volviendo a su lugar y mi lugar escontigo, con mi hijo, con mi familia, nuestra familia.-mi corazon dio un vuelco al escuchar sus últimaspalabras, abii mis ojos para mirar mi un tema que me inquielaba.
langs antes de incar
-¿Qué hay de tu familia en New York? Tu madre, el abuelo, Gina, Alexis-pregunté directamente yAlexander sised sin dejarme terminar de hablar.
-Elunico que contarla es a Alexis y él se está encargando de la empresa. Ninguno volvera aentrometerse en da. –respondió sin titubens y dejó un beso en mi hombro que me hizo temblar ensecreta,
Aunque tu cuentes solo con Alexis, los demás cuentan contigo, ¿qué te hace pensar que dejarán deinmiscurse en tus asuntos? En el pasado, lu madre y Gina…-una vez más me interrumpid,
-Lo has dicho, en el pasado. Y de haber sabido que no cras bien tratada por ellas, hubiera tomadocartas en el asunto a tiempo. Ahora que lo sé, no dejaré que vuelvan a meterse contigo ni con nuestrohijo, en este momento, ustedes son lo más importante que tengo en mi vida y no pienso perderlos.-aquellas palabras fueron tan sinceras, que tocó la fibra más sensible de mi corazón. Entonces, dejécaer la carta al suelo en el momento que las emociones se aduciaron del control total de mi cuerpo yde mis acciones.
Me gire hacia Alexander sin separarme ni un centimetro de su cuerpo ni su cálido lacto y to mire porunos segundos, sintiendo come mi corazón comenzaba a acelerarse por su mirada confundidaclavada en la mia. Entonces, estampe mis labios con los suyos sin el más minimo cuidado.
Un jadeo se escapó de sus labios, señal de que lo habla tomado por sorpresa, sin embargo, movia suslabios con suavidad correspondiendo mi inesperado beso, mientras sus manos se aferraban a miespalda como si no quisiera dejarme escapar, de todos. modos, no lo iba a hacer, en este momentosolo era capaz de perisar en el dulce sabor de sus labios y lo mucho que le extrañaba, a pesar de quehace poco tiempo estuvimos envueltos en esta situación.
Su lengua rozo mis labios pidiendo permiso para entrar y encontrarse con la mia, cuando mis manostemblorosas se deslizaron por su pecho hasta llegar al nudo de su corbata. Un escalofrio me recorrió
de pie a cabeza, impidiendo que pensara en algo más que en el desea drobtener más que un beso deAlexander.
Sin dejar de besarlo, cada vez con más intensidad, desaté el nudo de la corbata y con su ayuda, medeshice del saco de su traje colar plomo, En el siguiente segundu, se separá solo un poco de mi paramirarme con sus ojos sombrios por el deseo que se reflejaba en su rostro y la respiración agitada,estaba buscando algún indicio de arrepentimiento en mis ojos, pero lo única que consiguió es quevolviera a besarlo mientras desabotonaba su impecable y lisa camisa con nerviosismo, para despojarlode esa prenda que cubría su blen trabajado torso.
Me pegué más a su cuerpo, como si eso fuera posible, cuando senti sus dedos bailando en mi espaldahasia detenerse en el cierre de mi vestido y con una lentitud torturante, la bajo dejando mi espaldaexpuesta, logrando au, que toda mi piel se erizara, mientras disfrutaba de las sensacionesirreprimibles que me produclan sus besos y las caricias de sus dedos que llegaron a mis hombros parabajar
el vestido que ya comenzaba a estorbar, dejándome únicamente con mi ropa interior.
Un jadeo se escapó de mis labios, en el momento que sus manos se pasearon desde mi cintura hastamis muslos desnudos y me alzó sin mucho esfuerzo, logrando que mis piernas rodearan hábilmente sucadera, aprovechó el momento para caminar hasta la cama que estaba a unos pasos de nosotros,mientras dejaba un camino de besos en mi cuello hasta los hombros.
Me dejó reposando sobre la cama, posándose sobre mi, sin dejar caer todo su peso en mi cuerpo. Porun instante, sus labios abandonaron mi cuello y me miró fijamente con una mezcla de ternura y lujuria,sus mejillas estaban encendidas y podria jurar que las mias estaban igual gracias al calor de lasituación.
Te he extrañado, Sarah, he extrañado todo de ti. -susurró con voz ronca sobre mis labios haciéndomeestremecer y no me dio tiempo de responder cuando volvió a atacar mis labios con fiereza, sincontener las ganas que ha estado reprimiendo, mientras sus manos exploraban cada parte de mi pielcomo si quisiera grabarlo en su memoria y yo no me quedé atrás, pues mi cuerpo lo recordaba yreaccionaba naturalmente ante su tacto placentero, reconociendo a su único dueño.
Me aferré a su espalda, sintiendo sus músculos tensos bajo mi tacto y la dureza bajo sus pantalonesque se frotaba en mi feminidad con frenesi, robándome uno que otro gemido de placer con su nombre.
Deseosa de sentirlo en su máximo esplendor y dentro de mi para que apagase el fuego que meenvolvía por completo, me tomé el atrevimiento de desabrochar su pantalón y Alexander, en un rápidoy ágil movimiento se despojó de su pantalón y su bóxer, quedando completamente desnudo sobre mi.
Con aquello, mis nervios aumentaron considerablemente, como si fuera la primera vez queestuviéramos en esta situación tan subida de tono, Alexander lo notó y me besó con dulzura, mientrasacariciaba mi cabello logrando que mis nervios comenzaran al
disiparse.
Las manos de Alexander vagaron en mis senos, sobre la tela de mi brasier, transmitiendo corrientesde placer a cada parte de mi cuerpo, especialmente en mi centro ya húmedo.
En el momento que se decidió por deshacerse de aquella prenda, se detuvo cuando se escucharonunos toques en la puerta.
-¿Mamá?
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