Mi Frío Exmarido (Amelia y Dorian) novela completa
Mi Frío Exmarido Capítulo 614

Capitulo 614

“¿Ah? ¿Por qué quiere investigarlo de repente?” Yael no entendía nada.

Desde la última vez que Dorian sospecho que Rafael había escondido a Amelia, el incluso fue a buscar por sí mismo y se aseguró de que no había nadie, aun asi mando a investigar a Rafael un rato para asegurarse de que no estaba ocultando a Amelia en secreto antes de rendirse.

Yael no comprendía por qué Dorian quería revisar a Rafael otra vez.

“Hazlo y ya,” dijo Dorian, “quiero los resultados para mañana.”

Terminó de hablar y colgó el teléfono.

El tráfico delante aún no se movia.

Era la hora pico de salida del trabajo, las calles estaban abarrotadas de coches y el carril directo estaba tan atascado que parecía no tener salida.

El carro de Dorian estaba parado justo en el paso de cebra.

Miró el semáforo al frente que estaba a punto de cambiar a verde, guardó su celular, empujó la palanca de cambios hacia adelante y gradualmente soltó el acelerador, preparándose para seguir a los demás coches en linea recta, cuando un coche blanco en el carril de la izquierda ya lo había pasado, doblando hacia ese carril.

La sombra del coche que lo pasó le hizo entrecerrar los ojos hacia el otro vehiculo.

Una frágil silueta apoyada contra la ventana del coche, descansando con los ojos cerrados, capturó su mirada y el pie de Dorian en el acelerador se tensó de repente, instintivamente queriendo girar el volante para seguirlo.

Pero los coches que venian rápidamente por el carril de la izquierda y el ansioso silbido del policia de tráfico lo detuvieron de hacer algo tan temerario.

El impulso de seguir al otro coche se detuvo abruptamente.

El sonido impaciente de las bocinas de atrás comenzaron a sonar.

El policía de tráfico, soplando con fuerza su silbato, agitaba los brazos para que los coches pasaran rápidamente.

Los coches en el carril de la izquierda doblaban uno tras otro.

Dorian no tuvo más remedio que empujar su carro hacia el carril delantero, pero no podia evitar mirar hacia el carril donde los coches doblaban.

El coche blanco ya estaba lejos.

El corazón de Dorian latia fuerte, habla visto la silueta solo por un instante y no estaba seguro.

Sus manos temblaban en el volante, la oscuridad del vidrio afectaba la visión y la figura pasó fugazmente, no vio claramente.

Pero Dorian no quería perderse ninguna posibilidad, casi sin dudar giró en la próxima intersección y se metió en el carril por el cual el coche blanco se habia ido.

Pero con las carreteras congestionadas por la hora pico, tantos coches y personas, el coche blanco ya había desaparecido.

Dorian, como una mosca sin cabeza, buscó en el tráfico pero no encontró nada.

El coche ya no estaba a la vista y ni siquiera habia visto la placa.

Con el flujo de coches disminuyendo, finalmente tuvo que darse por vencido y regresar a casa.

Serena ya lo habia estado esperando durante mucho tiempo y se acercó a él en cuanto lo vio entrar.

“Papá,” dijo con una voz llena de nerviosismo e inquietud.

“¿Qué pasa?” Se inclino para abrazarla y fue entonces cuando vio a la policia en la sala.

Su corazón se hundió.

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Frida también estaba allí y se acercó para explicarle en voz baja: “La policia encontró un cuerpo de una joven muy descompuesto en las aguas de Arbolada. Aún no se ha confirmado la identidad del cuerpo, pero considerando que la corriente viene de la dirección de Valverde, no se descarta que…”

Frida se atragantó, incapaz de decir que no se descartaba que fuese Amelia, con la voz quebrada dijo: “Necesitamos una muestra de ADN de un familiar para comparar.”

Dorian se puso pálido.

Un policia ya se había acercado, mostrando su identificación: “Sr. Ferrer, buenos dias.”

Luego le explicó brevemente su propósito.

Como no se descartaba la posibilidad de que el cuerpo fuera Amelia, necesitaban tomar una muestra de ADN de Serena para comparar.

Dorian miraba al policía hablar sin reaccionar.

Serena, que no entendia bien, se aferraba ansiosamente al brazo de su padre.