Capítulo 77

Amelia bajo la mirada, sin decir una palabra.

“Con razón Cecilia queria acabar contigo hace seis años,” Wilson sonrió.

Qué destino más curioso,

Hace seis años, cuando el regresaba a casa, por casualidad escuchó que Cecilia habia contratado a un sicario para matar a una mujer llamada Amelia.

Al principio no le interesaba, pero por alguna razón no queria que Cecilia lo lograra, asi que mandó a alguien a salvar a Amelia.

Ahora, pensandolo bien, si en ese momento no se hubiera entrometido, habría sido una verdadera lastima.

Amelia apretó sus manos con fuerza.

Cecilia debía estar aterrada de que ella tuviera cualquier tipo de vinculación con Wilson.

Horacio la odiaba tanto, y todo por culpa de Cecilia.

“¿Por qué no llamaste a Quentin anoche?” Wilson preguntó de repente.

Amelia, con la cabeza agachada y los dedos temblorosos, respondió con una voz débil: “ÉL… está comprometido“.

Quentin no estaba dispuesto a romper su compromiso.

Esa era la razón por la que ella habla dejado de elegir a Quentin.

“¿Oh? ¿A que tienes principios? ¿No te conviertes en la amante?” Wilson preguntó con interés.

“Si el Señor Gallego va a comprometerse, tiene que decirmelo con antelación, me iré por mi propia cuenta,” Amelia no era tan ingenua como para pensar que Wilson la querria para toda la vida.

Incluso podia ser que solo tuviera un interés pasajero en ella.

Wilson miró a Amelia, y se quedó en silencio por un largo rato.

Después de un momento de silencio, Wilson salió del baño. “Si te sientes bien, hoy mismo regresamos a Bella Maravilla“.

La gente de la familla Zavala estaba en Ciudad Libre, y si Amelia no retiraba la denuncia, Esperanza tendria que quedarse adentro.

“Yo me encargaré de la comisaría, tú solo sigueme“. No tenía que preocuparse por nada más.

Amelia siguió a Wilson un poco aturdida, sintiendo una extraña sensación de seguridad.

Ella confiaba en que Wilson manejarla bien la situación.

En el camino de regreso a Bella Maravilla, Amelia le mandó un mensaje a Blanca desde su nuevo teléfono, diciéndole que se iba, que Cludad Libre no era seguro.

Bianca no dijo mucho, solo le pidió que tuviera cuidado.

Mirando el pesado teléfono en su mano, Amella se sintió un poco aturdida.

El teléfono que Quentin le había comprado era nuevo, y era una pena perderlo, valia casi mil dólares.

Wilson habia estado descansando con los ojos cerrados, tranquilamente reclinado en su asiento.

15:14

Capitulo 77

Amelia to miro en secreto, este hombre… ¿cómo podia ser lan perfecto, sin ningún ángulo malo?

Rápidamente aparto la mirada y se concentró en la ventana del auto,

Levantando la mano para sentir el sol, Amella cerró lentamente los ojos.

Al fin y al cabo, habla dado ese paso.

Amelia estaba demasiado débil y se durmió durante todo el camino.

Pensando en el cansancio de Amella, Wilson preferia fatigarse él mismo y regresar en auto, en lugar de tomar

un avión.

Por supuesto, el más cansado era Fausto, el asistente y chofer, que manejó durante seis horas seguidas por la autopista.

Con un vistazo resentido al espejo retrovisor, Fausto casi confunde el acelerador con el freno.

Amelia estaba apoyada contra la ventana del auto, durmiendo profundamente, y Wilson, sin expresión alguna en su rostro, extendió su brazo para que ella pudlera descansar su cabeza sobre su mano.

Fausto suspiro profundamente y miró con una expresión complicada.

Conociendo a Wilson, Fausto sabía que su interés en Amella debla ser genuino.

Parecia que el Señor Gallego esta vez de verdad iba a meterse en problemas con esta chica.

Resignado, Fausto se preguntaba cómo podría ayudar a Wilson a evitar problemas.

Pero Amelia era un problema en si misma, ya fuera por su estatus como la ex prometida de Horacio, por ser la falsa heredera de la familia Suárez, o incluso por ser la mujer que casi todos los jóvenes de la segunda generación de Bella Maravilla hablan intimidado y humillado.

Somnolienta y sin saber cuánto tiempo había pasado, Amelia tuvo un sueño, un sueño muy largo.

Soñaba que cala en un abismo profundo e insondable, sin poder respirar y sin poder gritar.

Hasta que una mano la abrazo y la sacó violentamente fuera del agua.

“¡No!”

Amelia despertó sobresaltada, con la respiración agitada..

No sabía cuándo, pero el auto ya se habla detenido y estaba acostada sola en el asiento trasero, cubierta con la chaqueta de Wilson.

*¿Dónde está el Sr. Gallego?” preguntó Amelia con nerviosismo.

Fausto frunció el ceño y habló en voz baja. “El Sr. Gallego volvió a su residencia, me pidió que te trajera de vuelta“.

Amelia miró por la ventana y se dio cuenta de que estaban en el taller de reparación de Damaso.

Con las manos apretadas por la tensión, Amelia sintió miedo, miedo de que Wilson la abandonara. No podial quedarse sin un apoyo en este momento. “¿El Sr. Gallego… dijo algo más?”

“Que descanses bien,” fue todo lo que dijo Fausto antes de salir del auto para abrirle la puerta a Amelia.

Con el cuerpo temblando, Amelia apretó el dobladillo de su falda y pidió con humillación. “Yo… quiero verlo“. Ella sabia que para aferrarse firmemente a Wilson, estaba perdiendo la dignidad.

*Señora Suárez, tu sola eres un gran problema. Espero que seas consciente de ello y trates de evitar que nadie sepa de tu relación con el Sr. Gallego, a menos que él necesite usarte como escudo,” Fausto advirtió a

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Capitulo 77

Amelia.

Las manos de Amelia se relajaron lentamente y suspiro aliviada. Wilson no la habia abandonado.

Al menos, aún tenia un poco de valor.

“El Sr. Gallego quiere que pases tiempo con Lázaro. No plenses en nada más, él se encargará de todo. Cuando sea necesario que te presentes, vendre a buscarte con antelación, Fausto la instó a bajar del auto le entregó un vaso de agua de limón. “El Sr. Gallego me pidió que le comprara esto“,

Amelia sostuvo el vaso de agua de limón, respirando con adormecimiento. “Pero… ¿no iba a ser su amante? ¿No tenia que hacer nada? ¿Solo quedarse junto a su familia sin tener que ofrecer nada a cambio?

Fausto la miró de arriba abajo y comprendió su malentendido. “¿Crees que el Sr. Gallego quiere acostarse contigo?”

Amelia se sonrojo de vergüenza y bajo la cabeza, mordiendo la esquina de su tablo en silencio.

“El Sr. Gallego tiene germofobia. Te está ayudando porque tienes valor, pero nunca será por un trato de bajo nivel” Fausto le dijo con desprecio antes de subirse al auto.

¿Realmente pensaba que el Sr. Gallego era como esos hijos de papi que solo plensan con la parte de abajo?

El nombre de Amelia casi se habla arruinado en Bella Maravilla; aunque Fausto no crela que su vida privada fuera tan caótica, el hecho de que habla tenido un hijo era innegable.

El Sr. Gallego no tendria ese tipo de impulsos hacia Amella,

Por mucho, solo estaria interesado en ella como persona.

Amelia dio un paso atrás inconscientemente, con la cabeza agachada y sin hablar.

Wilson tenia germofobia, probablemente la despreciaba por ser impura.

Y era verdad, ella había tenido un hijo de un desconocido, y los rumores sobre ella en Bella Maravilla eran tan sucios que nadie la consideraria limpia.

Pero esperar así la dejaba ansiosa.

Por el bien de Lázaro, no podia seguir de brazos cruzados.

“¿Amelia?”

Al oir el sonido de un auto afuera, Damaso salió de la casita, sorprendido. “Has vuelto!”

Amelia se recompuso y miró a Damaso con nerviosismo.

Al ver que tenía un vendaje en el brazo, corrió hacia el con pánico. “Hermano, ¿qué te pasó en el brazo?”

“No es nada, estoy trabajando como guardaespaldas para la familla Lira y recibi una puñalada por defender a la jefa“. Damaso sonrió con sencillez. “¿Por qué volviste tan tarde y en secreto?”

Amelia fue llevada adentro mientras Damaso miraba alrededor. “Ol que la gente de la familia Zavala también te está buscando, Incluso hubo quien quiso llevarse a Lázaro del jardin Infantil“.

Damaso sabia que Amelia habla causado problemas en Ciudad Libre.

“Esperanza me golpeó, llamé a la policia, el médico forense determinó que tengo daño auditivo permanente en el oído izquierdo, es un caso criminal“, dijo Amella en voz baja.

Si esta vez no cedía, Esperanza tendría que pasar un tiempo entre rejas.

Aunque no seria por mucho tiempo, seria suficiente para que la familia Zavala la odlara hasta la médula.

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Pero la que habia hecho algo mal eta Esperaliza

Esamas tenia una expresión muy serta, tambien habla visto el video en linea donde acosaban a Amella.

Goeren que relies la demumcia?”

Amelia axintre con la cabeza.

Wo camos a retirar la denuncia, no vamos a llegar a un acuerdo privado“. Damaso se apresuro a recoger sus cosas. En el peor de los casos, te levo fuera de Bella Maravilla, nos llevamos a Lázaro y nos escondernos en otra ciudad, la familia Zavala no podrá hacer y deshacer a su antojo“.

Desde la ventana, la luz de los taros de un auto se filtro hacia dentro.

Amelia, asustada, se escondió en un rincon. “Hermano… ¿serán ellos que nos encontraron?”

¿Como podrian haberta encontrado tan rápido?

Damaso tranquilizo a Amella y salio solo.

Un auto neuro se detuvo en la puerta y un hombre bajo del vehiculo, su voz estaba llena de urgencia. “Amelia… ¿ha vuelto?

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