Receta para robarle el corazón al Dr. Farel novela completa
Capítulo 320

Evrie, con la lengua fuera, se apresuró a explicarle: —Yo… no quise decir eso, somos muy buenos amigos. —

—Buenos amigos. — Farel curvó ligeramente los labios. —¿Par ti él es más importante que yo? —

Evrie se quedó sin palabras.

—Dr. Farel, ¿estás coqueteando conmigo? —

Había bebido esa noche, y su valentía era un poco mayor que de costumbre.

Mirándolo de reojo, sus ojos destellaban una ligera confusión, mezclada con algo de resentimiento.

—¿A quién quieres de verdad? Si eres el prometido de Olivia, ¿por qué coquetear conmigo? Me gustas tanto, ¿debería responderte o no? —

El corazón de Farel dio un vuelco.

Se volteó a mirarla. —Repite lo que acabas de decir, ¿cuánto me quieres? —

—Muchísimo. —

—¿Cuánto es muchísimo? —

—Tanto que ni siquiera puedo soñarlo. —

La voz de Evrie se fue apagando hasta oírse apenas como un susurro, seguido por el sonido de su respiración pausada.

Había hablado hasta quedarse dormida.

Farel no tenía ganas de seguir el juego, así que aceleró el coche.

—Bibibi— Su teléfono vibró.

Farel le echó un vistazo de reojo y vio que la pantalla parpadeaba con el número de Federico.

Parecía que quería llamarlo para pedirle explicaciones.

Con el rostro impasible, cogió el teléfono y deslizó el dedo para contestarle.

—Te das una vuelta y te vas, ni siquiera cenaste, ¿no piensas volver? —

La voz de Federico sonaba especialmente sombría.

Era una entonación que hacía años no se oía.

—Olivia se fue de prisa hace un rato, lucía muy mal, ¿qué tonterías le dijiste? ¿Vas a hacer un escándalo por una mujer y perder toda tu dignidad? ¿No puedes calmarte y pasar un buen año? —

Farel, agarrando el volante con una mano, no cambió su expresión.

—Apasionado, no puedo estar tranquilo. —

—Tú…copy right hot novel pub

—

Federico se quedó sin palabras.

—Aunque no te agrade, no puedes seguir enredado con esa Evrie. Olivia es tu futura pareja, estamos en Navidad, ¡no hagas cosas absurdas! —

Federico se quedó mudo.

Farel se había vuelto loco.

Estaba completamente obsesionado con el amor.

Su matrimonio aún no se había celebrado y ya estaba lleno de problemas.

Victoria, a su lado, se veía aún peor y no pudo evitar decirle: —¿Qué vamos a hacer? A este paso, va a tener hijos ilegítimos por todas partes. —

—Forzarlo a casarse, ¡tiene que ser pronto! —

Victoria dio una orden definitiva: —Voy a consultar el calendario ahora mismo, necesitamos fijar la fecha de la boda, ese mocoso necesita una lección. —

Media hora después.

El Range Rover de Farel se detuvo con firmeza en el garaje.

Evrie todavía dormía entre sueños e inquietudes.

Se notaba que no estaba durmiendo bien, se veía con una ligera arruga entre sus cejas, parecía que estaba soñando.

Farel levantó la mano y le tocó la cara para despertarla.

—Ya llegamos, bájate.

—

Evrie abrió los ojos confundida, todavía se sentía aturdida.

No fue hasta que Farel la arrastró al ascensor que empezó a tambalearse.

Farel caminaba rápido y ella apenas podía seguirle el paso.

—Ve más despacio, quiero vomitar. —

Farel le respondió: —Aguanta. —

—No puedo, me siento mal del estómago, realmente quiero vomitar. —

Farel la amenazó: —Si te atreves a vomitar encima de tu ropa, esta noche te bañaré y te tendré. No digas luego que te aproveché. —

Evrie se quedó en silencio…