Capítulo 350

Evrie sacudió la cabeza, sincera -No, estoy de buen humor.-

-¿Ah si?–

-Alguien me defendió y expresó completamente mi posición, ¿qué tengo yo de qué quejarme? –

Evrie alzó las comisuras de sus labios, mirando hacia arriba -Voy a casarme contigo, no con tu mamá. Mientras tú estés bien, lo demás es secundario. No subestimes mi fuerza mental.

Farel soltó una risa, alzando su mano para revolver su cabello, con voz baja y ronca.

-Sí, siempre has sido fuerte bajo presión, incluso en la cama. –

El rostro de Evrie se encendió de rojo.

-Estás hablando tonterías otra vez…-

-Solo estoy diciendo la verdad. –

-No tienes permitido decir más, eres muy indecente. Evrie, con las mejillas ardiendo, lo detuvo.

La mano de Farel se posó sobre su hombro, inclinándose ligeramente para susurrarle en su oído con seriedad -Decir esto frente a la persona que te gusta es lo más decente que hay, todos los hombres lo hacen.

Evrie -…-

-Y hay cosas más decentes aún, ¿quieres probar? –

Las mejillas de Evrie se tiñeron de un rojo vivo. Antes de que pudiera reaccionar, Farel la atrajo hacia sí y la besó profundamente.

–!!!–

Estaban en el pasillo del hospital.

Con los ojos muy abiertos intentaba empujar a Farel, pero él la sujetó con una mano en su espalda, atrayéndola aún más hacia él, intensificando el beso con más fuerza.

Después de meses, Farel ya no podía contenerse.

El amor de un hombre es como una hierba salvaje que crece sin control.

Quería tenerla en la cama, recuperar las veinticuatro horas del día.

Cuando el beso terminó, el aliento de Evrie era irregular, sus mejillas rojas ardientes y su cuerpo y labios estaban impregnados con su aroma, era demasiado intenso para dispersarse.

-Plas, plas, plas. –

No muy lejos, un aplauso resonó, ni fuerte ni suave.

Mezclado con una voz burlona -Espectacular, Dr. Farel, nadie mejor que tú para escandalizar en público.

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Al oír eso, Evrie se liberó rápidamente de los brazos de Farel.

Al levantar la vista, se encontró con la mirada divertida de Berto.

Vestido con una bata blanca y las manos en los bolsillos, tenía las cejas ligeramente levantadas, una expresión que claramente disfrutaba del espectáculo.

Junto a él había una chica que tenía un ramo de flores frente a su cara, ocultando su rostro.

Berto le dio unas palmaditas en las flores a la chica, sugiriendo amablemente –

Ya terminaron de besarse, puedes abrir los ojos.

Detrás del ramo, apareció la mitad del rostro de Blanca, aun con un toque de timidez.

-Evi, son demasiado pasionales, casi los interrumpo, menos mal que ya terminaron.

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Capitulo 350

La cara de Evrie se puso aún más roja.

Aunque en privado ya habia hecho de todo con Farel, nunca había sido observada por tantas personas.

-Blanca ¿cómo Pegaste aqui?– Cambió rápidamente de tema.

Blanca agitó las flores en su mano, señalando luego la cesta de frutas que Berto sostenía con una mano.

-Acabo de llegar a la empresa cuando escuché que tú y el Dr. Farel se enfrentaron a unos terroristas y te heriste, así que pensé en venir al hospital a ver cómo estabas–parpadeó, añadiendo, pero por cómo los vi hace un momento, parece que ya estás casi recuperada…—

Evrie se sintió incómoda.

Mirò a Blanca y luego a Berto, preguntando curiosa –

¿Cómo es que están juntos? –

-Nos encontramos en el camino y le mostré cómo llegar. —

Berto alzó una ceja -Digo, ¿podemos ir a la habitación para hablar? ¿Qué hacemos todos parados en el pasillo? –

Evrie volvió en si, apresurándose a decirles -Claro, hablemos en la habitación.

Entraron a la habitación del hospital y Blanca dejó la cesta de frutas y las flores, agarrando a Evrie y expresando su

asombro.

-No puedo creer que después de un año te haya pasado tanto, incluso ser el objetivo de un líder de Triángulo Norte. Estaria muerta de miedo. –

-Me alegra que estés bien, si no, ¿cómo le explicaría al Sr. Haro? –

Evrie le preguntó instintivamente -¿Explicar qué? —

-¿No lo sabías? Desde que terminaron, el Sr. Haro me encontró y me pidió que te cuidara bien, que le llamara de inmediato si tenías algún problema, incluso sobre tu alquiler…-

Blanca empezó a hablar, pero luego miró a Evrie con algo de culpa.

-Evi, en realidad, nosotros dos entramos a GCES gracias a una recomendación del Sr. Haro. —

-¿Qué recomendación? –

Evrie se quedó paralizada por un instante, luego giró la cabeza para mirar a Farel.

Con una indiferencia aparente, Farel desvió la mirada, era incapaz de mirarla los ojos.

Y entonces, Evrie lo comprendió todo.

Por eso, aquella noche en que rompieron, él la dejó ir tan resueltamente.

Por eso, en el hotel de aquella noche, ofrecían gratuitamente un paquete para cuidar el estómago.

Por eso, encontraba un departamento y un trabajo con tanta facilidad.

Ella pensó que al fin su suerte había cambiado, que los días de mala fortuna habían quedado atrás.

Pero todo había sido él.

Desde el principio hasta el final, nunca había dejado de cuidarla.

La nariz de Evrie le comenzó a picar, y su corazón se sentía pesado y tierno al mismo tiempo.

རྗ — ü རྔ

En esta relación, ella estaba tomando en serio que habían roto, intentando sobrevivir con seriedad.

Mientras tanto, él la había estado protegiendo sin que ella se diera cuenta

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