Receta para robarle el corazón al Dr. Farel novela completa
Capítulo 353

Capítulo 353

Farel tomó la tarjeta y soltó una risita.

-Sigues siendo tan terca.

Evrie parpadeó–Ahora soy terca con habilidades, ya no soy la niña tonta de antes. –

Agitó su celular con un dejo de orgullo.

-Ahora también soy una persona con dinero, y con ingresos cada mes. Pronto podré ahorrar mucho y hasta comprarme una casita. —

Farel la observó con una sonrisa contenida.

Deslizó la tarjeta en el bolsillo de su chaqueta.

-Está bien, la acepto como tu dote. –

—

Evrie se relajó al ver que la tomaba y sonrió complacida.

Para ella, nada era más reconfortante que tener la seguridad económica para saldar sus deudas.

Después de estar un rato en la habitación y recordar que tenía trabajo pendiente esa noche, Evrie se preparó para irse, pero Farel le agarró la mano.

-¿Ya te vas? –

–

-Sí. – Evrie le explicó -Tengo que terminar un proyecto esta noche, no puedo quedarme mucho tiempo contigo. –

-Recoge tus cosas luego, le diré a Joan que te ayude con la mudanza. – Farel le dijo sin ninguna expresión.

Evrie se sorprendió–¿Mudanza? ¿A dónde? –

–

-Al Barrio El Magnético. –

Farel rozó con sus dedos la palma de su mano y le habló con una voz ligeramente ronca–No sé por qué, pero dormir contigo allí siempre es especial para mí.

–

Aunque sus palabras parecían inocentes, parecían tener otro significado viniendo de él.

Recuerdos de tiempos pasados inundaron su mente.

Cada rincón de su casa en el Barrio El Magnético estaba lleno de escenas que no podían contarle a los demás.

Evrie sintió cómo su rostro se calentaba y sus orejas ardían.

Pero… ella también disfrutaba dormir en esa casa con él.

-¿Y el gato? –

Evrie le preguntó de más.

-Junto contigo, cuidar de uno o de dos tercos es lo mismo, no hay diferencia. – Farel le respondió sin alterarse.

Evrie…-

Sabía que el pequeño gato era una referencia a ella.

Era viernes después del trabajo.

Joan llegó en una camioneta grande al estacionamiento del complejo, listo para ayudar con la mudanza de Evrie.

Evrie ya había empacado sus maletas, que no eran muchas, y ahora estaba empaquetando algunos objetos pequeños. Blanca arrastró una caja para ayudarla.

Mientras Evrie envolvía la caja con cinta adhesiva, le dijo a Blanca–Blanca, pagué el alquiler por tres meses, puedes quedarte aquí. Cuando me vaya, podrías subarrendar mi habitación para dividir el alquiler. –

–

Blanca le hizo un gesto con la mano–No te preocupes, también recibí un bono de mi proyecto y ahora puedo pagar el

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alquiler por mi cuenta. Además, la empresa me da subsidio de alquiler. Me quedaré aquí y dejaré tu habitación vacía por si alguna vez me extrañas y quieres visitarme. –

Evrie se sintió cálida por dentro.

-Gracias. –

-¿Por qué me das las gracias? Conseguí este trabajo gracias a ti.

Blanca sonrió brillantemente.

-Ding ding—Ding ding‒‒‒

El celular sonó sobre la mesa de café, era una llamada para Blanca.

Ella le echó un vistazo a la pantalla y sin expresión alguna rechazó la llamada.

Evrie solo alcanzó a ver unas letras grandes que decían “Cirujano conquistador“.

Lo entendió al instante–¿Berto te llamó? –

-Sí, es como un chicle pegajoso. Desde que consiguió mi número en el hospital, no he podido deshacerme de él.

Evrie preguntó–¿Le gustas? –

-No lo sé, pero definitivamente quiere acostarse conmigo. –

Blanca rodó los ojos–Es tan molesto, los hombres solo interrumpen mis metas de ganar dinero.-

Evrie no pudo evitar reírse.

-Entonces enfócate en ganar dinero y en tu carrera. Algún día encontrarás a alguien que realmente te guste. ·

–

Blanca asintió–Lo sé, anda vete, la persona que te gusta te está esperando.-

Justo entonces, Joan subió por segunda vez, llevando las cajas de Evrie.

Antes de irse, Evrie fue a la puerta de enfrente como si conociera el lugar de memoria, tomó al pequeño gato amarillo que estaba debajo de la mesa de café, lo metió en su transportadora, y también se lo llevó.

Al salir del edificio.

De repente, Joan frenó bruscamente, casi atropellando a alguien.