Capítulo 389

Cruzando la zona de marcas en el primer piso del centro comercial.

Evrie echó un vistazo de reojo y su mirada se posó en un escaparate cercano.

En el exhibidor había varias corbatas de hombre colgadas, de diseño sencillo y atractivo.

Pensando en cómo había ayudado a Farel a atar su corbata esa mañana en el vestíbulo, y cómo su camisa blanca impecable combinaba con su rostro distante y elegante.

Cualquier corbata le quedaría bien.

Evrie se sintió tentada.

Giró sobre sus talones y se dirigió hacia la tienda sin poder evitarlo.

Valerio, sin entender, alzó el pie y la siguió.

No fue hasta que se detuvieron frente al exhibidor de corbatas que él tiró de la esquina de su boca en una mueca burlona, casi entendiendo al instante.

-¿Qué haces, planeas regalarle algo a ese perro? -dijo Valerio.

Evrie asintió y señaló algunas corbatas preguntando–¿No crees que le quedarían bien? –

¿Hay corbatas que no le queden bien?

¿No son todas iguales?

Valerio se paró a un lado, con un tono de voz lleno de sarcasmo.

-Esa marca es cara, la tienda de al lado es más barata, mejor compramos allí.-

-Si no tienes mucho dinero, ¿por qué regalar algo tan caro? –

Evrie siguió su mirada y, efectivamente, había otra tienda de accesorios para hombres, pero ella no reconocía esa

marca.

Solo había visto esa marca en tiendas de lujo.

Se quedó de pie, sin ganas de moverse.

Valerio percibió lo que estaba pensando y dijo con desgano–Si realmente te ama, le gustará incluso si compras una corbata con descuento y envío gratis en internet, ¿para qué gastar ese dinero? Tampoco es que ganas dinero

fácilmente

Evrie se quedó allí, eligiendo cuidadosamente los colores sin prestar atención a lo que decía.

Valerio continuó hablando sin parar a su lado,

Eh, te estoy hablando. ¿El amor te ha tapado los oídos que ya no me escuchas?

Evrie se sintió desordenada y lo apuró–Si te molesta tanto, espera afuera.

Valerio frunció los labios, lleno de celos en su interior.

Finalmente, Evrie terminó comprando una corbata oscura pagando con su teléfono celular, esperando que el empleado la envolviera y se la entregara.

Evrie retiró la bolsa de la tienda y metió la caja directamente en su mochila.

La manejo con cuidado, causando que Valerio la mirara con una punzada de envidia.

No se recuperó hasta que salieron del centro comercial.

El orden de aparición en la vida de alguien es realmente importante, si él hubiera conocido a Evrie primero

Si hubiera sido él quien la rescatara en el Triángulo Norte

Valerio no quería pensar más en ello y abrió la puerta del carro con desánimo.

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Capitulo 389

-Sube al carro, cerebro enamorado.-

Apenas terminó de hablar, un Range Rover apareció repentinamente al lado del Hummer.

La ventana del carro bajó, revelando el rostro frío y distinguido de Farel.

-Evrie, sube al carro.-

Al verlo, Evrie se sorprendió y un poco exaltada dijo–¿Cómo llegaste aquí? –

-Seguí la dirección del restaurante que enviaste, terminé mi compromiso y vine a recoger a mi prometida.-

Puso énfasis en la palabra prometida“.

Valerio encontró difícil de ignorarlo.

Ese perro, siempre tan protector.

Evrie miró a Valerio y luego a Farel con cierta disculpa.

Le dijo a Valerio–¿Entonces te vas solo en carro? Ten cuidado en el camino. –

Valerio se burló y se sentó en el asiento del conductor con un tono de voz amargo.

-Yo entiendo, no soy digno. Vete con tu prometido. –

Evrie no supo qué decir.

Abrió la puerta silenciosamente y subió al Range Rover.

Después de todo, su prometido también necesitaba ser mimado.

El motor arrancó y Farel condujo el carro suavemente hacia fuera.

Mientras pasaba por el Hummer, se detuvo unos segundos y arrojó unas palabras duras hacia fuera de la ventana.

-Si vuelves a beber con ella, te romperé las piernas. –

Valerio-…

Los hombres son realmente molestos.

En el camino de regreso.

Evrie estaba sentada en el asiento del copiloto, echándole un vistazo furtivo a Farel.

Él estaba conduciendo con una expresión inmutable, igual que la noche anterior.

Su rostro no revelaba sus emociones.

-Ese mensaje que te envié… lo viste, verdad. Como no te opusiste a que cenara con Valerio, asumí que estabas de acuerdo. –

Farel soltó fríamente unas pocas palabras.

-Sólo esta vez.

Evrie asintió de inmediato–¡De acuerdo!

Parecía que su estado de ánimo era mejor que ayer, al menos un poco.

Evrie recordó algo y comenzó a hablar–Amir apareció en las noticias hoy, fue encarcelado. –

-Mm. -Farel gruñó-. Fui yo quien lo hizo. –

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