Capítulo 391

Se le hizo un nudo en la garganta y no pudo hablar.

Desde pequeña, la felicidad tan repentina la asustaba.

Temía que todo fuera un sueño.

Temía despertar y encontrarse con que nada había sido real.

-Ajustemos la hora, pruébatelo mañana para ir al trabajo, ¿está bien?

Farel interrumpió sus pensamientos, tomando el reloj para ajustarlo.

Evrie, callada, dijo -Este reloj es muy caro, se ve exagerado en mi muñeca, ¿no?—

-No es gran cosa, llévalo sin preocuparte.-

Farel hablaba con tal ligereza que parecía no darle importancia.

-Modelo Versátil Morena, oro rosa con diamantes incrustados, un reloj de esta marca no baja de seis cifras, la esfera y

la cadena completamente diamantadas, no se encuentra por menos de siete cifras en el mercado.-

Evrie lo miró con una sombra en su mirada -¿Eso aún cuenta como poco dinero?–

Farel la miró sorprendido -Vaya, has acertado. ¿Has estado investigando sobre artículos de lujo a mis espaldas?

Evrie asintió.

Durante ese tiempo, aparte de trabajar, pasaba las noches empapándose de todo tipo de conocimiento y aprovechaba cualquier momento para aprender sobre etiqueta.

Aunque nunca le había contado nada de eso a Farel, tenía que crecer.

Se acercó y le preguntó en voz baja -¿Significa que acerté, que me he acercado un paso más a tu mundo?

Farel se detuvo y le revolvió el cabello.

-Sí, mi querida Evi, te has esforzado mucho.-

Evrie parpadeó -Entonces… ¿como recompensa por mi esfuerzo, podemos irnos a dormir temprano esta noche?–

-No se puede.-

Farel rechazó la idea sin cambiar su expresión, volviendo a colocarle el reloj en la muñeca y asegurándolo con

destreza.

Al segundo siguiente, Evrie fue empujada sobre la cama.

-¿Recuerdas lo que te dije esta mañana?– mencionó él con calma, -Repite eso, y te perdono.-

¡Increíble que aún recordara la cuenta pendiente de la noche anterior!

Evrie se sintió súbitamente desolada.

Antes de que pudiera resistirse, Farel ya estaba sobre ella de nuevo.

Comenzó una nueva ronda.

Evrie, incapaz de soportarlo, cerró los ojos.

La emoción era una cosa, pero eso no afectaba su desempeño en la cama.

Hasta que estuvo tan cansada y somnolienta que no pudo más.

Tuvo que pedirle a Farel -¿Todavía no terminamos? Estoy muy cansada.-

Farel, sosteniéndose sobre ella, seguía con movimientos suaves y vigorosos, su rostro definido no mostraba signos de fatiga.

Sujetó su muñeca y golpeó la esfera del reloj.

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Capítulo 391

-Cuando el minutero llegue a las 11, te dejaré en paz.-

¡Faltaban más de diez minutos!

Evrie se desesperó.

Al final, fue contando los segundos.

-Diez, nueve, ocho…-

Hasta que el último segundo cayó-

Evrie, temblando, mordió su hombro.

Al día siguiente.

Evrie fue al trabajo como de costumbre.

Al llegar a la empresa, Giselle notó el reloj en su muñeca.

-Diseñadora Evrie, bonito reloj, Modelo Versátil Morena, edición limitada con diamantes, muy raro en el mercado, con un precio de segunda mano que llega a dos millones, debe haber sido difícil de conseguir, ¿verdad?–

Evrie realmente no lo sabía.

Era incluso una edición limitada.

-¿Sabes mucho sobre estas cosas?– Evrie se sorprendió.

-Las joyas son tan codiciadas como las piedras preciosas, siempre estoy al tanto, especialmente si es algo que puede

salvar vidas.—

-¿Salvar vidas?– Evrie no comprendía.

Giselle explicó amablemente -¿No lo sabías? En cualquier lugar, si te encuentras en peligro, solo tienes que ofrecer un reloj como este y puede salvarte la vida.-

-Porque un reloj de siete cifras tiene el valor de una vida humana.-

Evrie se quedó pensativa, mirando el reloj en su muñeca.

Así que había esa posibilidad.

-Pero en el país estamos bastante seguros, no hay mucho peligro, puedes llevarlo como una joya, es muy bonito y además mantiene su valor en cualquier lugar y momento.-

Giselle sonrió sinceramente, elogiándola.

Evrie suspiró -Realmente sabes mucho, digna de ser una jugadora con un talento natural para las joyas, heredando los excelentes genes del Sr. Rivera.-

-Al final, son solo posesiones externas.-

Giselle se rio con ironía -A veces, tener un talento demasiado grande no es bueno, como tú, como yo, ¿verdad?–

Si no fuera por ciertos talentos específicos.

Ni ella ni Evrie serían objetivos de Leandro.

Lástima…

El destino es difícil de cambiar.

Evriė hizo una pausa y cubrió el reloj con su manga.

-No te preocupes, así es el destino, hay que seguir adelante con fortaleza.- Le sonrió Giselle.

Siempre tan emprendedora y llena de vitalidad, como un girasol que crece sin cesar siguiendo al sol.

Realmente tiene mucha determinación.

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Capitulo 391

En los ojos de Giselle se reflejó un brillo adicional al mirarla.

No es de extrañar que Leandro se haya fijado en ella antes.

Al salir del trabajo por la noche.

Había un Range Rover estacionado en la entrada de la empresa. Farel no estaba ocupado hoy y había venido personalmente a recoger a Evrie.

Al bajar la ventana, él, vestido con ropa casual, le hizo un gesto a Evrie desde la distancia.

La luz en los ojos de Evrie centelleaba, y la dulzura se reflejaba en su rostro.

Giselle, observando en silencio desde un lado, comentó:

-Él sí que es bueno contigo.-

Capítulo 392

Capítulo 392

La voz apenas se había apagado cuando un llamativo Maserati familiar se acercó.

Evrie giró su cabeza hacia Giselle. -Tu hermano ha llegado.-

Ella sonrió con timidez, diciendo sinceramente -Siempre ha sido muy bueno conmigo.-

Giselle miró hacia el distante Maserati, sonriendo con reserva -Sí, mi hermano siempre ha sido bueno.-

Tras despedirse de Giselle, Evrie corrió hacia el Range Rover y se subió en el asiento del copiloto.

Hoy era viernes, terminar el trabajo significaba comenzar el fin de semana.

Farel, manejando el volante, la llevó a comer cerca.

Raramente salían solos, Evrie lo miró vestido con ropa casual holgada, su cabello corto y limpio caía de manera perezosa, perdiendo un poco de la frialdad habitual.

Todo su ser parecía más cálido.

Era algo inusual para ella.

-Come bien, después de la cena tenemos que partir.-

Farel le servía comida mientras hablaba.

-¿A dónde vamos?—

-A Valle Dulce.—

Evrie, confundida, -¿Valle Dulce?–

¿No era Valle Dulce el pueblo natal de Evrie? ¿Planeaba él regresar de noche?

Viendo la confusión de Evrie, Farel la miró con paciencia y dijo -Evrie, nuestra boda se acerca, pero aún nos falta una

cosa.-

Continuó -Planeo ir a sacar la licencia de matrimonio el próximo lunes.-

La licencia de matrimonio.

Evrie entendió.

Era por la documentación que necesitaba para la boda.

Para evitar que Marcela manipulara su registro, Evrie solo había conseguido recuperar su propia página de

información.

Pero una página sola no era suficiente.

En Alnorter, para registrar un matrimonio, se requería el documento completo con la información del jefe de familia.

En su casa, el jefe de familia era Pablo.

Así que para obtener la licencia, necesitaba el documento de registro de Pablo completo, solo con todos los documentos en orden podría proceder con el registro.

Para cualquier familia, esto sería fácil.

Pero para ella, era complicado.

Como si fuera una espina clavada en su corazón que debía arrancar con valentía.

-¿Te quedaste pensando? ¿No quieres sacar la licencia conmigo?

Al ver que ella no respondía, Farel golpeó la mesa para traerla de vuelta a la realidad.

Evrie volvió en y negó con la cabeza.

-No es eso, solo pienso que yo sola puedo ir y volver para eso, no necesitas acompañarme.-

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