Joan se atragantó por un momento.

—Esto…—

Evrie soltó una risa ligera, respondiendo por él—Es porque hace cuatro años no tenía influencia, ni poder, y no quería arrastrarme con él. —

—Ahora que las cosas van bien, puede explicarlo. —

Era evidente que ella lo entendía todo muy bien.

Joan se quedó sin palabras, no sabía cómo defender a Farel.

—El Señor Haro… él también ha tenido lo suyo. —

Evrie respiró hondo y asintió—Gracias por tu consideración, ya estoy al tanto. —

La oscuridad de la noche la envolvía por completo.

No había luna esa noche, ni estrellas, ni un ápice de luz.

Se preparaba para volver al hotel.

Al darse la vuelta, vio una silueta de pie detrás de ella.

Las luces de neón del edificio del hotel brillaban detrás de él, proyectando su figura como una sombra, tan oscuro contra la luz que no se podía discernir la expresión de su rostro.

Evrie se detuvo.

Desvió la mirada y dio un paso para irse.

—Si tienes más preguntas, te responderé a todas ahora. —

Farel avanzó unos pasos, bloqueando su camino.

La brisa fresca soplaba sobre su cuerpo, haciendo ondear los bordes de su ropa.

Evrie se apoyó en el imponente Range Rover, observándolo.

No podía ver claramente, pero seguía mirando.

—¿Por qué no me buscaste en esos cuatro años? — le volvió a preguntar.copy right hot novel pub

Farel bajó la mirada—No estaba listo. —

—¿Y ahora por qué te acercas a mí? —

—Ahora estoy listo. — Farel la miró directamente, hablándole con franqueza.

—Si estás listo, ¿por qué no recuperamos nuestro matrimonio?—

Farel guardó silencio por un momento antes de responderle con calma.

—Gábor Marín aún no ha caído, y aún falta la oportunidad para derribarlo. La limpieza del Triángulo Norte lo ha afectado y también ha acelerado mis planes. Cuanto más rápido se muevan los planes, más peligrosos se vuelven. —

Farel la miraba fijamente en la oscuridad—Sin un camino de retorno, Marín solo se volverá más desesperado y peligroso. Evi, no permitiré que lo que ocurrió hace cuatro años suceda de nuevo, ¿entiendes? —

Así que eligió no retomar el matrimonio.

Era la misma razón que hace cuatro años.

Evrie bajó la cabeza, soltando una risa suave.

—Bien, última pregunta. — Levantó la vista hacia él, —Si no piensas en retomar el matrimonio, ¿por qué me provocas?—

Le dio esperanzas solo para aplastarlas.

La besó una vez y luego la empujó lejos con la mano opuesta.

Y ahora, después de todo, se suponía que debía perdonar sus acciones.

Farel se volvió a quedar en silencio.

Esta vez, realmente se sentía culpable.

Pero debido a la aparición de Jacinto, sintió celos y no pudo resistirse.

Después, cuando la vigilaba desde abajo del edificio de Blanca, porque sus dolencias habían vuelto, nuevamente no se resistió.

Una y otra vez, no pudo controlarse.

Hasta que Valerio apareció y destapó todos sus pensamientos.

También le devolvió su escaso sentido de la realidad.

—Lo siento. — Le dijo en voz baja.

—¿Por qué lo sientes? — le preguntó Evrie.

Farel se quedó ligeramente atónito y cerró sus labios con firmeza.

—Acercarme a ti fue un descontrol de mi parte, al verte en brazos de otro, admito que no pude resistirme.

Evrie bajó la cabeza nuevamente, como si soltara un gran suspiro de alivio.

Parecía querer decir algo, pero al final solo se convirtió en una frase.

—¿Terminaste? Una vez que hayas terminado, me iré. —

Ella comenzó a alejarse, pasando a su lado en dirección a las luces de neón del hotel, hacia la luminosidad.

Evrie se detuvo en seco.

La voz de él se oía clara y firme.

—No me equivoqué. — Su tono era calmado y obstinado, —No me equivoqué.—

Mirando la espalda de Evrie, pronunció cada palabra cuidadosamente.

—En ese momento lo mejor para los dos es que no te arrastrara a los problemas de mi familia, eso no tenía sentido. —

—La verdadera solución de la historia siempre ha sido olvidarse mutuamente y seguir cada uno su propio camino. —

Repetía—Evrie, no me equivoqué. —

Él era un adulto.

No un niño jugando a las casitas.

Él era más maduro que ella, más calmado, más racional, pensaba en un panorama más amplio y podía ver a través de la esencia humana.

Un futuro brillante y esplendoroso era el camino que ella debería seguir.

Farel cerró los ojos, como si soltara un suspiro pesado.

—Evi, te amo mucho, pero no me equivoqué. —

El único error fue que no pudo evitar volver a involucrarla.

Pero si pudiera regresar a cuatro años atrás, todavía tomaría la misma decisión.

Evrie, los tiempos han cambiado, no necesitas ser la gentil y sabia esposa, no necesitas estar confinada a un pequeño espacio.

Ve hacia la luz.

Ve hacia el sol.

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