Rechazada
Capítulo 339

Alfa

Capítulo 339

Punto de vista de Catherine

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Pronto fue mediodia. En un restaurante de alta gama en el centro de Sayreville, todas las mesas estaban reservadas por el Grupo Chavez.

El rey Blake nos trataria allí.

Melinda lideraba a todos en nuestro departamento. Nos paramos en la entrada del restaurante, esperando a Blake.

Estas mujeres licantropas solían ser tranquilas cuando trabajaban, pero ahora

pies.

estaban tan emocionadas que les temblaban las manos y lo

Algunas jóvenes y hermosas chicas se habían maquillado delicadamente, esperando que Blake pudiera enamorarse de ellas a primera vista.

Alrededor de las 12 pm, la flota de Blake se detuvo fuera del restaurante, y él llegó con varios subordinados.

Pude reconocer a su Beta, Henry. Y parecía que también vino su Gamma.

Bajé la cabeza y me paré detrás de la multitud. Senti que cuando Blake pasó, su mirada se posó en mi durante unos segundos.

-Rey Blake, estamos realmente honrados de ser los primeros en disfrutar del nuevo beneficio de la compañia-. Melinda se acercó para dar la bienvenida a Blake y expresar su gratitud con emoción.

Blake educadamente extendió su mano y la estrechó con Melinda.

Cada uno de sus movimientos estaba lleno del encanto y la actitud de un rey. Era alto y recto. El traje a medida le quedaba bien, resaltando lo noble y extraordinario que era.

Parada en la multitud, intenté ignorarlo lo mejor que pude. Desafortunadamente, su presencia no se podía ignorar, ya que era tan fuerte y poderoso.

Le lancé algunas miradas furtivas y vi a Melinda inclinándose ante él como si fuera un dios.

Munca ui acre lado de él. Ahora la encontraha totalmenta avtrón una eshia mud

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Capitulo 339

hacer.

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En la villa, cuando los dos niños estaban con nosotros, podía tratarlo con frialdad e indiferencia ya que aún sentía resentimiento hacia él en mi corazón.

Pero en ese momento, él apareció frente a mí como mi jefe. Me di cuenta de que era un verdadero rey, el Rey Licántropo de toda la manada de lobos, y ya no me atrevía a hacer lo que quisiera frente a él.

Cuando Blake pasó junto a mí, no se detuvo y entró directamente en la habitación.

Cuando me senté, descubrí que Melinda me había puesto en la misma mesa que Blake.

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No sabía qué quería decir Melinda con eso. ¿Qué estaba pasando? Estaba totalmente aturdida.

Dado que Melinda había organizado esa posición para mí, no podía irme, asi que simplemente tomé asiento en silencio.

Había una leve sonrisa en el apuesto rostro de Blake, lo que le daba una rara sensación de amabilidad.

EI

grupo de mujeres licántropas en la sala privada miraban tímidamente a escondidas a Blake. Cuanto más lo miraban, más tentadas se sentian.

¿Cómo podría haber un licántropo tan perfecto en este mundo? Era una encarnación perfecta creada por la Diosa de la Luna.

¿Cómo sería salir con este tipo de hombre? Eso sería la mayor felicidad sin duda. Las mujeres licántropas estarían dispuestas a morir por esa oportunidad.

La comida deliciosa fue servida rápidamente, y el aroma llegó a las fosas nasales de todos, abriendo el apetito de todos.

Sin embargo, no era fácil simplemente disfrutar de la comida cuando uno se sentaba con el Rey Licántropo.

Pronto, alguien comenzó a brindar con vino tinto a los subordinados de Blake e intentó entablar una conversación con ellos.

Bajé la cabeza, fingiendo no darme cuenta de lo que sucedía a mi alrededor.

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-Catherine, ve y saluda al Rey Blake-. Melinda susurró repentinamente mi nombre.

Me quedé un poco aturdida. Cuando levanté los ojos, vi a Blake sentado en su asiento con total tranquilidad. Y me estaba mirando con sus ojos insondables.

Mi corazón dio un vuelco por su mirada.

-¡Date prisa, ve!– Melinda seguía instándome, como si esta fuera realmente una oportunidad demasiado buena para dejar pasar.

No tuve más remedio que dejar mi tenedor y tomar una copa de vino.

-¡Ve all!– La voz baja de Melinda sonó de nuevo.

No tuve más remedio que acercarme a Blake. Sin embargo, no esperaba que justo cuando estaba a punto de llegar a él, alguien extendiera un pie y me hiciera

tropezar.

La copa en mi mano voló directamente hacia Blake, y yo misma no me salvé. Con un grito, me arrojé directamente a los brazos de Blake.

Este repentino accidente hizo que todos se detuvieran en lo que estaban haciendo. Me miraron a mí, que estaba luchando por levantarme de los brazos de Blake.

No esperaba que sucediera algo tan embarazoso. Miré hacia arriba de nuevo y vi que una gran parte de la chaqueta négra de Blake estaba mojada con mi vino.

Melinda también estaba atónita. Rápidamente se acercó y me regañó: -¿Qué… qué te pasa? ¿Ni siquiera sabes caminar? Mira, el vino se ha derramado en la ropa del Rey Blake. Date prisa y consigue un pañuelo para limpiarlo.

La voz de Melinda me despertó. Luego tomé un pañuelo y me acerqué a Blake, a punto de limpiar su cuello.

Blake no se negó. Solo fijó sus ojos en mí.

-Lo siento… Rey Blake-. Aunque me disculpé por mi error, sabía que alguien met había hecho tropezar hace un momento. De lo contrario, no me habría arrojado a sus brazos.

¿Quién fue?

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Miré hacia atrás con enojo. Había tres mujeres sentadas en el lugar por el que acababa de pasar. Las tres eran sospechosas.

-Está bien, no es necesario que limpies mi cuello. Estoy bien-. Blake no estaba enojado. Solo extendió la mano y apartó suavemente mi mano.

Melinda se disculpó de inmediato: -Rey Blake, lo siento mucho. Ella es nueva aquí. Hay algunas cosas que no ha hecho lo suficientemente bien. Espero que no la culpes.

Blake entrecerró los ojos.

Bajé la cabeza y dejé de hablar.

Blake miró a Melinda y dijo: -Solo fue un accidente. No es gran cosa. Vuelve a tu asiento y come.

Me volví a sentar. Pronto, escuché a la gente susurrando sobre mí.

-Qué buen espectáculo.

-Dejó que el Rey Blake la abrazara al hacer eso..

-¿Por qué no se me ocurrió a mí?

Sabía que después de ese pequeño incidente, definitivamente me convertiría en el centro de la discusión de todos.

No estaba molesta, pero estaba enojada. Si descubría quién me hizo tropezar, no lat perdonaría.

Durante la comida, ya no levanté la vista hacia Blake, pero siempre podía sentir una mirada intensa posada en mi de vez en cuando.

Cuando levantaba la cabeza para mirar, esa mirada desaparecía de nuevo.

Mi corazón estaba hecho un lío.

En la entrada del salón, Melinda nos llevó a pararnos en la puerta para despedir a

Blake.

Yo seguía siendo la que estaba al final.

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Cuando estábamos a punto de entrar al vestíbulo de la compañía, de repente vimos un coche deportivo caro estacionado en la entrada.

La atención de todos se centró en eso, y yo no fui la excepción.

-Catherine…- Justo cuando pasaba junto al coche, la puerta se abrió y salió una encantadora joven.

Todos se alborotaron y exclamaron sorprendidos: -¡Es Gina!

-No esperaba que fuera tan hermosa!

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