Rechazada
Capítulo 40

Capítulo 40

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La sonrisa de Christine desapareció al escuchar las palabras del gerente, y su expresión se volvió seria.

Fijó su mirada en el gerente, recordando el pasado. Christine había sido una joven rebelde, y en ese entonces, Patrick la habia salvado de situaciones dificiles.

Patrick le habia ofrecido unirse a la Manada de Espinas Negras. Cuando descubrió que ella tenia la sangre del Alfa, la invitó a colaborar en la dirección del Club Fittro,

Aunque la gerente del Departamento de Relaciones Públicas también era de la Manada de Espinas Negras, ella no tenia la sangre del Alfa.

Por lo tanto, cuando Christine mostró su aura de Alfa, la gerente inmediatamente sintió la presión.

“Emily, le pedi a Gloria que trabajara en tu departamento. ¿Estás cuestionando mi decisión o juicio?”

El sudor frio goteaba por la frente de Emily. Rápidamente lo negó, “No lo hice. Si piensas muy bien de ella, entonces pasaré más tiempo enseñandole. Christine, tengo que irme ahora. Todavía tengo trabajo que hacer.

Christine se quedó en su lugar. Cuando escuchó que Gloria queria descansar unos días, se alegró. Finalmente, la chica tonta estaba dispuesta a descansar un poco.

“Genial, finalmente aprendió a descansar.” Christine se frotó la nariz aliviada. Christine temía que Gloria corriera hacia ella y le pidiera más trabajo.

“Qué alivio.” Christine respiró aliviada. Estaba de buen humor.

Cuando Lillian bajó las escaleras, chocó con una colega y la llamó, “Vanessa, ¿vino hoy el Sr. Fisher?”

Vanessa era la “buena amiga” que Lillian anteriormente consideraba una “traidora“. También era la camarera que fue llamada por Annie cuando Lillian mencionó el asunto de Yuna y Ruby.

“No, no escuché nada al respecto. Si el Sr. Fisher hubiera venido, las chicas lo sabrian,” dijo Vanessa directamente. “¿Por qué? Lillian, también te gusta el Sr. Fisher?”

Cuando Lillian escuchó las palabras de Vanessa, su atención se centró de inmediato en ella.

Luego, trató de sonar casual al preguntar: “Vanessa, ète gusta el Sr. Fisher?”

Vanessa movió la mano en gesto evasivo. “No solo a mi, sino a muchas otras chicas. Muchas tienen interés en el Sr. Fisher

Lillian sintió un alivio momentáneo. Le respondió a Vanessa: “Es afortunado que no te interese el Sr. Fisher. El no es un hombre corriente y solo elige a su pareja entre las chicas más destacadas. El Sr. Fisher solo viene al club por diversión. Vanessa, no deberias permitirte enamorarte de él como otras chicas, porque solo te romperá el corazón.”

Al terminar de hablar, notó que Vanessa bajaba la cabeza en silencio. Lillian tomó la mano de su amiga. “Vanessa, todo lo que te dije es para protegerte. No lo he compartido con nadie más. Como tu amiga, solo quiero cuidarte y evitar que salgas lastimada.”

Vanessa se veia un poco avergonzada. “Lo sé, Lillian. Ahora tengo que ir a trabajar.”

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Capitulo 40

Por alguna razón, aunque Lillian dijo que era por su bien, Vanessa se sentia frustrada.

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Lillian vio la expresión de Vanessa pero la ignoró. Miró la hora en su teléfono. Salió rápidamente del Club Fittro y se apresuro al hospital.

Cuando entró en la habitación, vio que Gloria seguía dormida. Se dijo a sí misma, “Qué dolor de cabeza.”

Acababa de hablar con el médico y se enteró de que la herida en la frente de Gloria no era tan grave.como parecia. Parecia grave porque Gloria no fue llevada al hospital un poco tarde.

El verdadero problema era que Gloria estaba demasiado débil.

Cuando Gloria se despertó, ya era la tarde del día siguiente. Su fiebre alta se habia ido, pero su temperatura corporal seguia siendo más alta de lo normal.

Abrió los ojos y dijo con voz ronca, “Tengo sed…”

La voz de Gloria despertó a Lillian. Lillian miró a Gloria y dijo impacientemente, “Espera un minuto.”

Luego, Lillian se dio la vuelta y trajo un vaso de agua para Gloria.

Gloria tomó el vaso y bebió el agua en silencio.

Después de eso, Gloria aún no habló.

La habitación estaba en silencio.

Gloria miraba hacia abajo. Estaba esperando..

De repente, Lillian dijo, Te golpeaste la frente con el pomo de la puerta, y dejará una cicatriz. Sin embargo, parece que ya tienes una. Entonces, la nueva cicatriz no es gran cosa. No tienes que contarle a nadie sobre esto. He pedido permiso en tu nombre. Cuando tu fiebre se vaya, puedes ir a trabajar. He pagado tu cuenta médica, y te traeré comida mientras estés en el hospital”

Gloria no habló. Lillian se enojó y pensó que estaba siendo ingrata.

Se quejó, “¿Me escuchaste? No soy la única responsable de esto. También tienes la culpa. ¿Cómo pudiste dormir afuera después de estar empapada por la lluvia? Por eso tuviste fiebre alta. Solo te toqué y caiste al suelo.”

Gloria guardó silencio.

Lillian no pudo contener su voz elevada. Exclamó: “¿Qué más quieres? Te llevé al hospital! Si no te hubiera traido aquí a tiempo, podrias haber muerto por la fiebre. Además, pagué tu factura médica. ¿Por qué no dices nada? Gloria, ¿cuánto dinero necesitas para mantener esto en secreto?”

Gloria mantuvo la cabeza baja y guardó silencio.

La ira de Lillian creció aún más. Gritó: “Solo dime qué más quieres!”

Pensó que Gloria pediría mucho dinero ya que le importaba tanto.

Gloria levantó lentamente la cabeza y miró a Lillian. Dijo, “Quiero una disculpa de tu parte.”

Lillian no podía creerlo. Exclamó “¿Quieres que me disculpe? Le gritó a Gloria con voz amuda. “¿Quieres

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que me disculpe?”

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Sonaba como si pedir disculpas a Gloria fuera algo vergonzoso y absurdo.

“Dime, ¿cuánto dinero quieres?” Lillian preguntó con una sonrisa despectiva.

Gloria negó con la cabeza mientras yacía en la cama. Su voz era lenta pero firme, “Una disculpa es todo lo que necesito,”

“¿Qué?” Lillian fulminó con la mirada a Gloria, que estaba acostada en la cama. Sus ojos estaban llenos de ira, y dijo furiosamente, “Vas a contarle a todos sobre este accidente si no me disculpo?”

Gloria volvió a quedarse en silencio. Si una persona ha cometido un error, ¿por qué no debería disculparse?

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