Reconquistando a Mi Encantadora Secretaria por Joana Del Río -
Reconquistando a Mi Encantadora Secretaria Capítulo 104
Capítulo 0104
La señora Vega llevaba ropa holgada que no revelaba su abdomen.
Cuando vio a Cira, se acercó a ella sin mostrar signos de incomodidad Cira, / qué haces aquí?
Cira preguntó con preocupación: -Señora, le encuentras mal para venir al hospital?
No soy yo, vine a ver a una amiga. Me perdi bajando y terminé aqui explicó la señora Vega con una sonrisa.
Cira también explicó:
Vine a hacerme un chequeo.
La señora Vega suspiró: -Deberías revisarte bien, mira lo pálida que estás. Una joven como tú, tan ocupada con el trabajo que no tiene tiempo de cuidarse a sí misma. Es tan lamentable. Y para colmo, Morgan no sabe cómo cuidar a las personas. De verdad que te compadezco..
No tiene nada que ver con Morgan–respondió Cira simplemente.
El hospital no era lugar para charlar, y ambas tenían cosas que hacer, así que pronto se separaron.
Cira podría recoger los resultados del chequeo al día siguiente. Con el informe en mano, fue a ver al médico.
El médico, revisando los resultados, bromeó: Tienes 25 años pero el cuerpo de una de 35.
Cira frunció el ceño ligeramente: -¿Es grave?
No hay problemas mayores, pero tienes varios menores. Debes cuidarte más, o sufrirás cuando envejezcas.
Lo que más le preocupaba a Cira era: -¿Podría revisar mi ecografía? ¿Hay algún problema?
El médico buscó el informe de la ecografía y preguntó: -¿Sientes alguna molestia?
Cira mordió su labio, hablando en voz baja: Hace unos meses tuve un aborto espontáneo, y me preocupa que haya causado daño. –
El médico examinó los resultados con detenimiento y frunció el ceño: -Parece- que no es muy bueno… ¿No te cuidaste después del aborto?
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+15 BONUS
Capítulo 0104
La señora Vega llevaba ropa holgada que no revelaba su abdomen.
Cuando vio a Cira, se acercó a ella sin mostrar signos de incomodidad: Cira, ¿ qué haces aquí?
Cira
preguntó con preocupación: Señora, ¿te encuentras mal para venir al hospital?
No soy yo, vine a ver a una amiga. Me perdi bajando y terminé aquí -explicó la señora Vega con una sonrisa.
Cira también explicó: -Vine a hacerme un chequeo.
La señora Vega suspiró: -Deberías revisarte bien, mira lo pálida que estás. Una joven como tú, tan ocupada con el trabajo que no tiene tiempo de cuidarse à si misma. Es tan lamentable. Y para colmo, Morgan no sabe cómo cuidar a las personas. De verdad que te compadezco.
-No tiene nada que ver con Morgan–respondió Cira simplemente.
El hospital no era lugar para charlar, y ambas tenían cosas que hacer, así que
pronto se separaron.
Cira podría recoger los resultados del chequeo al día siguiente. Con el informe en mano, fue a ver al médico.
El médico, revisando los resultados, bromeó: -Tienes 25 años pero el cuerpo de una de 35.
Cira frunció el ceño ligeramente: -¿Es grave?
-No hay problemas mayores, pero tienes varios menores. Debes cuidarte más, o sufrirás cuando envejezcas.
Lo que más le preocupaba a Cira era: -¿Podría revisar mi ecografía? ¿Hay algún problema?
El médico buscó el informe de la ecografía y preguntó: -¿Sientes alguna molestia?
-Hace unos meses
Cira mordió su labio, hablando en voz baja: tuve un aborto espontáneo, y me preocupa que haya causado daño.-
El médico examinó los resultados con detenimiento y frunció el ceño: -Parece- que no es muy bueno… ¿No te cuidaste después del aborto?
+15 BONUS
Efectivamente.
Cira había sido enviada por Morgan a trabajar en un proyecto en la ciudad de Feudad pocos días después del aborto. Estuvo tan ocupada que no tuvo tiempo. para cuidarse.
-Tu endometrio es naturalmente delgado, lo que ya dificulta el embarazo. Después del aborto, el daño ha aumentado. Si en el futuro quieres tener hijos, será muy difícil explicó el médico compasivamente. -Debes prepararte mentalmente.
Cira salió del hospital con un peso en el corazón.
Sabía
que el aborto tendría un impacto en su cuerpo, pero no esperaba que fuera tan grave.
Inconscientemente, llevó su mano a su abdomen y se quedó ensimismada. De repente, un coche se detuvo frente a ella.
Cira inconscientemente se retiró y el vidrio del asiento trasero del vehículo se bajó, revelando una cara lateral fría y hermosa.
Morgan.
Cira rápidamente escondió su informe médico detrás de ella.
No dijo nada primero, y Morgan la miró con indiferencia: ¿Fuiste a quejarte con mi familia?
Cira frunció el ceño: -No lo hice.
Si no, ¿cómo sabría mi padre que renunciaste? ¿O que viniste al hospital para un chequeo?
Cira entendió de inmediato que había sido la señora Vega quien se lo había contado a su padre. Se tomó un momento y luego respondió con calma.
-Solo me encontré con la señora Vega dos veces. Una en el supermercado, donde me invitó a comer en su casa. Tuve que dar una razón para rechazarla, así que le dije que había renunciado. No creo que mi renuncia sea algo que deba ocultar.
-La otra vez fue en el hospital. Ella dijo que estaba visitando a una amiga, y yo. solo mencioné que estaba aquí para un chequeo. No dije nada más.
Morgan pareció recordar algo y se burló: -Hay gente que haría cualquier cosa por verla y no pueden. Tienes suerte de encontrártela tan fácilmente dos veces,
+15 BONUS
Cira no entendió a qué se refería. Apretó el informe en su mano, recordando las palabras del médico y se sentía agitada. Respondió directamente: verdad. Si usted no me cree, no hay nada que pueda hacer.
Dije la
Mostró cierta aspereza en su respuesta.
Morgan la miró fríamente, jugueteando con su teléfono en la rodilla. La pantalla se iluminó de repente y Cira vio brevemente la identificación de la llamada: Key.
¿Keyla?
Morgan volteó rápidamente su teléfono.
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