Reconquistando a Mi Encantadora Secretaria por Joana Del Río
Reconquistando a Mi Encantadora Secretaria Capítulo 116

Capítulo 0116

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Después de organizar sus emociones, Cira consultó en Whatsapp a algunos amigos locales de la ciudad de Sherón, preguntando si conocían algún bufete de abogados recomendable.

Afortunadamente, había cultivado buenas relaciones a lo largo de los años, y algunos amigos estaban dispuestos a ayudarla dentro de sus posibilidades.

Uno de ellos le recomendó el bufete de abogados Las Estrellas: -Isabel Martinez, una abogada muy capaz. Ha tenido muy pocas derrotas tanto en casos criminales como civiles. Y la semana pasada, manejó un caso de agresión relacionado con disturbios en un hospital, logrando la mínima sentencia posible para el acusado.

Cira agradeció y dijo que iría a visitarla al día siguiente.

Esa noche la pasó en su antigua casa, durmiendo en su cama de siempre, con un retrato familiar junto a ella.

Ahora, solo quedaban ella y su enferma madre en casa.

Pasó una noche inquieta y al día siguiente, Ximena vino a hacerse cargo de Ana.

Antes de salir, Cira le pidió a Ximena que cuidara bien a Ana, especialmente después de que mencionara la idea del suicidio. Estaba preocupada de que su madre pudiera tomar una decisión desesperada en estos tiempos difíciles.

Ximena aseguró que no se separaría de su lado.

Cira tomó un taxi al bufete de abogados.

Como un amigo había avisado de su llegada, fue recibida y llevada al despacho de Isabel.

-Isabel está en la sala de reuniones con un cliente, espere un momento por favor, le traeré un vaso de agua.

-No se preocupe, gracias.

No tuvo que esperar mucho, apenas quince minutos, y una mujer entró.

Era joven, de unos treinta años, vestida con un traje sastre azul oscuro y el cabello recogido en una cola de caballo baja.

A pesar de su aspecto profesional, su belleza delicada y un distintivo lunar bajo su ojo llamaban la atención.

Ella era muy bonita, del tipo de belleza intelectual..

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Cira se puso de pie y dijo: ¿Es usted la abogada Isabel Martinez? Soy Cira López, vengo recomendada por Lydia.

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Isabel le estrechó la mano brevemente y luego hizo un gesto para que se sentara:

Si, soy Isabel. He escuchado una idea general de la situación de la señorita López de parte de Lydia, pero aún no conozco los detalles. Por favor, expliqueme más detalladamente.

Ella fue directa al punto, y Cira, sin rodeos, relató todo el asunto.

Isabel no mostró mucha reacción durante toda la conversación, apenas asintiendo ligeramente para mostrar que estaba escuchando, hasta que Cira terminó, entonces ella respondió.

-En cuanto a la sentencia del juez, además de referirse a los estatutos, también se considerará la situación real. Su padre es considerado digno de simpatía; si usted también puede obtener el perdón de la enfermera afectada y del hospital, presentando cartas de clemencia, eso podría influir significativamente para que el juez sea más indulgente.

Cira frunció el ceño: ¿Qué tan leve puede ser la sentencia?

Detención. Pero si será de tres o seis meses, eso lo decidirá el juez–dijo Isabel. No se preocupe, definitivamente le ayudaré con este caso.

Aunque Isabel habló poco y no mostró empatía, Cira se sintió tranquilizada por sus palabras.

Ella suspiró aliviada y dijo sinceramente: -Gracias, abogada Martínez.

Isabel le pasó un vaso de agua: -No tiene por qué, no es como si no le cobrara

los honorarios.

Cira simplemente tomó el vaso y agradeció.

Isabel dedujo de su reacción que su broma no le había parecido divertida.

Bueno, ella realmente no sabía cómo ser ingeniosa.

Isabel volvió a su modo normal de recibir a los invitados y se levantó: -La

acompaño.

Las dos salieron de la oficina y llegaron a la recepción del bufete de abogados, y por casualidad, vieron a Enrique.

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Capítulo 0117