Renacida de Las Cenizas Novela
Renacida 64

Capítulo 64

Pero ahora, lo que hacía, más allá de despertar mi odio, era confundirme más.

Por la tarde, Gonzalo ni siquiera me dio un momento de descanso, simplemente llamó y me pidió que me dirigiera al sótano para tomar su auto hacia la unidad de investigación criminal.

Me subí al auto, tomando asiento en el copiloto. Él

hablaba y solo me pasó un conjunto de herramientas diciendo: “Protégete bien, no te vayas a lastimar“.

Aunque sabía que participar en una autopsia, especialmente una en la unidad de crimen, requería precaución para no sufrir ningún daño, escucharlo de Gonzalo era algo distinto.

“Gracias“.

Noté que las guantes de látex en el kit eran el doble de lo usual.

Pronto llegamos a la unidad, y al entrar a la sala de los cuerpos, un aire frío subió desde el suelo, mientras veía el cuerpo cubierto con un paño blanco. No pude evitar mirar alrededor y preguntándome si habría almas indomables observándonos.

¿Cómo habría sido su muerte?

“No te distraigas“.

Viendo que me había perdido en mis pensamientos, Gonzalo me recordó fríamente, y continué pasándole herramientas.

Casi no me dejó participar en nada, él se encargó de la autopsia mientras yo tomaba notas y le asistía.

“Dale los datos registrados a Jeremías“.

Después de terminar, se lavó las manos repetidas veces y noté que parecía tener una obsesión por la limpieza más allá de lo común en un forense.

Cuando Jeremías entró, Gonzalo le lanzó una mirada fría: “No me llames de nuevo. Hay forenses en tu equipo“.

Jeremías le dio una palmada en el hombro y dijo “Pero si solo te pedimos porque eres el mejor. Los forenses del equipo no pudieron encontrar evidencia útil“.

“Vete“.

Jeremías cogió los datos de mis manos y pensativo dijo: “Este método de asesinato es muy similar a nuestros casos anteriores, todas mujeres, y generalmente violadas antes de ser asesinadas y quemadas, es un caso de asesino en serie. Sería genial si pudiéramos encontrar pruebas del asesino en su cuerpo“.

Gonzalo frunció el ceño ligeramente: “Extraje algunas muestras, deberían ayudarte“.

“¡Dios mio! Todos decían que era imposible, que así quemada no quedaba ninguna evidencia“.

Cuando Jeremías estaba a punto de abrazar a Gonzalo, este lo miró fijamente e inmediatamente se giró para abrazarme, pero escuchó a Gonzalo carraspear.

Jeremías dejó sus manos suspendidas en el aire.

Gonzalo estaba celoso y no queria que Jeremias abrazara a nadie más.

“Sr. Jeremías, en los registros hay algunos datos“.

Jeremías asintió: “Sabía que contigo sería posible“.

Gonzalo respondió “Que no haya una próxima vez. Vámonos” y me dio una mirada, rápidamente me apresuré a seguirlo, sin resistir la tentación de mirar atrás a aquel cuerpo quemado, Gonzalo también había sido llamado de

urgencia para examinarme en aquel entonces.

Jeremías también había dicho que era un caso de asesino en serie. El método era demasiado similar al de quienes me quemaron.

La persona detrás de Refugia, ¿tendría algo que ver con esto?

Me recorrió un escalofrio de miedo.

“No te quedes atrás o se hará tarde“. Gonzalo no se giró, pero al escuchar que mis pasos se ralentizaban, también lo hizo con los suyos, advirtiéndome.

Cargando el kit de herramientas, al mirar su silueta sentí como si fuera una presencia divina, imponente y llena de seguridad.

“Esta vez es un caso de asesino en serie, si Jeremias nos llama de nuevo es mejor no vengas y no hables de esto con nadie“.

Me incliné hacia él, preguntándome por qué, pero él habló primero: “El asesino

se enfoca en mujeres solteras“.

¿Se estaba preocupando por mí?

Asenti, en verdad no queria estar relacionada con este tipo de asuntos.

Tenia demasiadas cosas por hacer en esta vida

Me dejó en mi edificio y luego se fue al hospital.

Había dado sólo unos pasos cuando vi a Matías esperándome abajo.

De repente, senti que su presencia en esta vida era algo ineludible.