Capítulo 176
Después de comer, Nerea le hizo prometer a Roman que se quedaria en casa descansando y que no iria a ningún lado, especialmente… a viajes largos.
Puso especial énfasis en -viajes largos-, intentando sondear su reacción. -¿Entendido? Pasaré seguido a chequear, ini se te ocurra escapar!.
Al oir que ella vendria a visitarlo seguido, los ojos de Roman, que se habian oscurecido, se iluminaron de golpe. -¿Vas a venir seguido?
-Si, tu enfermedad… no, me equivoqué contigo antes, me siento culpable, asi que quiero aprovechar para compensarte, ¿puedo?
-Claro, te espero.
Una sonrisa se dibujo en los labios de Roman al tomar el agua y tragarse la medicina.
Nerea no podía creer que él, siendo un director ejecutivo tan decisivo y firme, hubiera aceptado tan fácilmente su petición tan absurda.
Qué buen chico……
Verlo tomar su medicina tan obedientemente le daba ganas de acariciar su cabello, preguntándose si sería tan suave y adorable como su personalidad actual..
-Este medicamento te va a dar sueño, deberias ir a dormir temprano.
-Está bien.
Roman se levantó, a punto de desactivar el control parental para ella, pero la vio dirigirse directo al dormitorio y tomar la manija de la puerta.
-¿Qué esperas? ¡Entra!
La joven lo invitaba cordialmente a su dormitorio.
-¿Tú…?
-Voy a acompañarte a dormir.
-¿Qué?
Los ojos oscuros de Roman se estrecharon casi instantáneamente, un fuego urgente bailando en
mirada.
-Espera… ¡no es lo que piensas!
Al ver su expresión, Nerea se dio cuenta de lo mal que habian sonado sus palabras y se sonrojó.
SU
-Quiero decir, estare ahí para que puedas mirarme y dormirte, no es ese tipo de acompañar, ¿en qué estabas pensando?!
La sonrisa de Roman llegó a sus ojos.
¿Qué impresión le había dado para que pensara que solo con verla queria dormir? Aunque, viéndola, lo único que quería era… acostarse.
-¡Entra ya!
¿Estaba burlándose de ella? ¿Tan arraigada estaba la imagen de
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acosadora en su mente?
En la habitación minimalista, Nerea apagó las luces y cerró las cortinas. Se acercó a la cama donde yacía el hombre y con cuidado le cubrió con la manta.
Mientras cubría lentamente su cuerpo con la manta de cachemira, no pudo evitar sentirse un poco alentada por su naturaleza traviesa, lamiéndose los labios y murmurando, -Vaya, qué buen tienes.
cuerpo
-¿A ti te gusta, Nere?
Una voz ronca y profunda rompió el silencio, dándole un susto. Levantó la vista y se encontró con aún no se había dormido.
que
él
¡Y para colmo, la miraba fijamente con esos ojos profundos y seductores bajo la luz tenue de la noche!
-¿Cómo que aún no te has dormido?
-No puedo.
-Si no puedes dormir, cierra los ojos y en un rato te quedarás dormido.
-Está bien.
Roman cerró lentamente los ojos, pero incluso con la vista obstruida, fuerte en su pecho.
Su Nea estaba alli, en su habitación.
allatido de su corazón resonaba
Como cada noche solitaria y silenciosa, pero esas eran solo ilusiones, mientras que ahora, ella estabal realmente allí, moviéndose, hablando, envolviéndolo con su suave respiración, deseando estar
completamente despierto para cada segundo, Pero su temperatura corporal parecía estar subiendo cada vez más.
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