Capitulo 299
Nerea no podía creer lo que estaba escuchando, estaba segura de que le estaba mintiendo, pero Isabella tenia una explicación muy razonable, -De verdad vi a Samson y Amapola juntos en el bosque cerca de la escuela, pero no les tomé fotos.2
-Imposible, imposible…!!
-¿Me estás mintiendo? ¿Me estás engañando?8
Nerea estaba completamente atónita, apretó los dientes y sus ojos se llenaron de lágrimas, como un animalito acorralado, se acercó y agarró fuertemente el cuello de la camisa de Isabella, gritandole furiosamente, -isabella, me estás engañando!!
-Señorita Nerea, por favor calmese…!!
Sara estaba atónita al ver la escena, y se apresuro a intervenir para calmarla.K
Pero Isabella la detuvo y cerró los ojos resignada, -Nerea, he estado cegada por mi orgullo estos años, siempre queriendo enfrentarme a ti y engañarte. No me resistiré a lo que me quieras hacer
Golpearla, insultarla? ¿De qué serviria?
Por una mentira suya, todos sus esfuerzos y planes meticulosos se habían convertido en un chiste 2
Y lo peor, había lastimado a Roman de esa manera.8
No queria ni imaginar cuánto dolor le habian causado sus palabras, su risa casi le rompe el corazón…
-Isabella, te odio, te odiol ¡Te odio con todo mi ser
Grito con todas sus fuerzas, y la culpa consumía a Isabella, quien no sabia cuánto significaban esas fotos para ella, ni sabia cómo consolaria o compenserla ahora.
-Nerea, yo. B
-Largate.
Nerea la empujó y se
se dirigió hacia afuera.!!
Isabella, asustada por su pálida expresión y apariencia distante, la siguió preocupada, solo para verla caminar directamente bajo la lluvia torrencial.
Rápidamente abrió un paraguas y la siguió. -Nerea, ¿qué estás haciendo? Aunque no tengamos esas fotos, no puedes…
-¡Fuera! ¡Lárgate! Te dije que te fueras!!!
Nerea la empujó, tirandola en un charco de agua, la expresión de odio profundo en su rostro hizo temblar a Isabella?
¿Nunca la perdonaria?@
La tormenta cubria la ciudad, y la lluvia cala como cascada, las gotas de agua se mezclaban con las lágrimas en el rostro de Nerea.
Olvidó las fotos, la venganza, ya no le importaba nada de eso.
Solo queria a Roman, solo a Roman.3
En el centro de negocios de Londres, en la Torre Gemela Dazz.
En la oficina del director, la oscuridad era total, solo interrumpida ocasionalmente por relámpagos que atravesaban las nubes e iluminaban la ventana, revelando la sombria figura de un hombre.
El hombre sostenia una larga cadena metálica fria y dura, que sonaba con un tintineo agradable con cada movimiento, como disfrutando del pensamiento, con una sonrisa peligrosamente alegre apareció en sus ojos.
-Esta cadena es de color rosa, a Nea le encantard, ¿verdad?
Ya podia imaginarse como se vería en ella, tan vulnerable y seductora, deseable…
-¿Qué hago? ¿Qué se supone que haga?
Fuera de la oficina, Javier caminaba de un lado a otro como un pollo sin cabeza en la zona de descanso
De repente, Joseph salió del ascensor con una carpeta en mano, -¿Está el presidente en la oficina? Tengo algo muy importante que Informarle
-Olvida el informe, hay algo mucho más importante ahora!
Javier to agamró de un brazo, y Joseph le pregunté curioso, -¿Algo más importante? ¿Qué es?
-El presidente quiere planear un accidente perfecto para fingir la muerte de la Srta. Nerea.
Aparentemente estaria muerta, pero en realidad… estará cautiva por ell
ro por qué?! -¿Pero por
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