Capitulo 47
Capítulo 47
Ella, de repente, se inclino hacia adelante, colocando sus manos en la nuca de ambos, como un zorro ágil qué se lanza sobre su presa, sonriendo con malicia y falsedad hacia donde estaba Neo,
Realmente funciona, eh. En un instante parece que te has transformado en otro niño. No pensé que te gustaría tanto que tu tío te enseñara. Si lo hubiera sabido, no habría entrado.
No debería haber creido en las lágrimas de cocodrilo de este pequeñín. ¡Que su trasero reciba la dura lección del palo de golpe!
Neo, atrapado en el acto, sonrió culpablemente, pero negó con la cabeza como si fuera un juguete de
resorte.
¡No es que quiera esforzarse en hacer la tarea! Pero si se la pasaba holgazaneando o se equivocaba, jel tio le va a dar una paliza en el trasero!
Las delicadas y suaves manos de Nerea descansaban casualmente en la nuca de Roman, y mientras hablaba, la suave punta de sus dedos parecia rozar sutilmente sus nervios, causando una sensación de hormigueo dificil de ignorar, lo que hizo que Roman perdiera el hilo de sus pensamientos de repente. Los números y símbolos ante él se mezclaron, e incluso las palabras de Nerea no llegaron a sus oidos.
Así que cuando Nerea se volteó a mirarlo, lo que vio fue esa expresión distraída, Sr. Roman, ¿así que este es tu modo de tratar a los invitados, con bromas pesadas?
-¡Exactamente! Tio, ¿cómo puedes tratar así a Nerea? Apenas entra y la haces ayudarme con la tarea ¡Ella no es una tutora que hayas contratado!
-¿Qué?
Nerea miró a Neo, quien claramente estaba planeando alguna travesura, -Deberías llevarme a mí y a la señorita a divertirnos. Nere, ¿qué tal si subimos a jugar billar? ¡Es muy divertido!
¿Así que queria ir a jugar? ¡Sigue soñando, mejor haz la tarea!
Nerea estaba a punto de rechazarlo cuando recordó como los dos la habían engañado antes. ¡No vengarse de ellos no sería propio de ella!
-Claro, ¿vamos juntos, Roman?
Ella retiró su mano y después de un momento, Roman finalmente le dijo con voz ronca, -Vale.
-¡Viva Nerea!
Arriba, en la sala de juegos, Neo entró corriendo y se puso feliz a jugar con las bolas de billar.
Nerea lo observó emocionarse y luego miró las dieciséis bolas de colores dispuestas en el centro de la mesa, sus ojos giraron pensativos, -Pareces jugar bien, Neo. Esto se ve divertido.
Neo: ¿Nere, no sabes jugar al billar?
-Sé algunas reglas, pero casi no he jugado y no soy muy buena. ¿Qué tal si… se giró hacia Roman, -Sr. Roman, ¿me puede enseñar?
-Mmm.
Roman tomó el taco de billar, lo limpió suavemente y demostró una postura de juego estándar, pero Nerea no estaba prestando atención a sus movimientos o técnicas, sino que lo observaba a él.
¿Cómo debía describir su figura?
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Tan imponente como un pino frente al viento. ¿Cómo puede alguien tener una figura, porte y carisma tan perfectos? Ya era suficiente con su cintura estrecha y piernas largas, pero es que además cualquier pose suya irradiaba una elegancia natural y distinguida. -¿Necesitas que te muestre otra vez?
Roman guardó el taco y Nerea rápidamente desvió su mirada de él, -No hace falta, porque así definitivamente no aprenderé. Mejor…
Tomó otro taco de billar que estaba al lado y se acercó a él, -¿Qué tal si me enseñas paso a paso?
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