¿Tuvimos un hijo -
Capítulo 145
Capítulo 145
- Entra. Vamos a ir al supermercado.
Mientras Elías ponia a Alejandro en el asiento trasero, de pronto pensó en que necesitaría una butaca de seguridad instalada para que fuera más fácil para el recoger a Alejandro en el futuro.
Luego de que los tres regresaran al auto, se dirigieron a la zona del centro comercial cercana, en donde tuvieron mucho tiempo para detenerse porque seguía siendo temprano. Una vez dentro del supermercado, Alejandro se sentó en el carrito de compras que Elias empujaba mientras que Anastasia estaba a cargo de elegir los ingredientes para la cena. Ella se sentia un poco ávida esa noche, así que eligió algo de cerdo, camarón y algunas verduras.
- ¡Vaya! ¡Qué hermosa familia! —comentó alguien de repente mientras Anastasia elegia las verduras.
Al girar su cabeza, vio a dos mujeres jóvenes que los observaban desde cerca. Al notar que Anastasia las veia, ambas se retiraron con vergüenza al ser descubiertas. Luego, Anastasia observó a Elias y a su hijo y entendió por que aquellas mujeres habían malinterpretado la situación, pues sí que parecían una familia de tres que había ido de compras.
-Vámonos. Ya terminé - dijo Anastasia después de terminar de elegir verduras.
Por supuesto, Elias se había percatado de la situación también y las comisuras de sus labios se alzaron. Para él, era un sentimiento agradable. Después de terminar las compras, Elias manejo hasta la entrada del vecindario y se estacionó. En cuanto Anastasia juntó las bolsas de las compras que había hecho, Elías se las quitó mientras decía:
-Yo las cargo.
-No hace falta. No están pesadas.
Anastasia no quería que la ayudara. Sin embargo, Elías se las quitó con tenacidad y esto provocó que ella lo observara a su hijo boquiabierta, quien también estaba feliz de que Elías tomara su mano. Ahora que ella se sentía algo avergonzada, dio largos pasos para mantener su distancia de
ellos para que los vecinos no pensaran que eran una familia.
- Espéranos, mami! -gritó Alejandro detrás de ella.
Anastasia solo pudo esperarnos de forma desconcertante. Cuando por fin llegaron a casa, Anastasia soltó un suspiro de alivio y le quitó las bolsas a Elías antes de dirigirse a la cocina. Algunos alimentos como el cerdo necesitaban más tiempo para cocinarse y ella debia prepararlo con anticipación.
-Entretiene a nuestro invitado, Alejandro - dijo Anastasia antes de salir de la cocina para tomar algo.
Alejandro asintió con un poco de confusión y miró a Elías. Para él, Elías no era un invitado, sino algo así como un integrante de la familia.
-Yo puedo entretenerme solo -dijo Elías mientras acariciaba el cabello de Alejandro con una sonrisa.
Mientras tanto, Anastasia comenzó a ocuparse en la cocina Ella había pasado muchos años cocinando para su hijo y había dominado la cocina. Además, para satisfacer el gusto de su hijo, había pasado muchos años buscando recetas y estudiando el concepto de la distribución de calor. lo cual significaba que se había vuelto una experta cocinando en casa. El cerdo era para ella asi que añadió más picante y sazonador; para su hijo, ella se las ingenió con algunas verduras sobre natillas de huevo con camarón. Ambos platillos serían suficientes para él.
De vez en cuando, Anastasia entraba y salía de la cocina y veía a Elias viendo televisión con su hijo un momento y en otro los veía jugando en la habitación de Alejandro. Parecia que no resultaba tan malo tener a Elías en casa. Al menos, podia hacerle compania a su hijo. A veces lo que Anastasia más temía era que ella y su hijo carecieran de la influencia de un hombre en sus vidas. Ahora que Elias estaba ahí para acompañar a Alejandro, se dio cuenta de que era algo bueno.
- iHora de cenar! -dijo Anastasia después de tocar la puerta de Alejandro y quitarse el delantal cuando por fin terminó la cena.
- iSon todos mis platillos favoritos! -dijo Alejandro después de salir corriendo y ver toda la comida en la mesa.
En ese momento, Elias también tomó asiento. A Alejandro le encantaba las natillas de huevo, tanto que comía con mucho entusiasmo, lo cual hizo que Elias no se resistiera al ver la escena tan adorable del pequeno comiendo con tanta emocion. Y ahora, tambien habia descubierto que Anastasia era excelente en la cocina. El cerdo que había preparado era suave; tenia buen sabor pero no era grasoso y, a pesar de ser un poco picante para su gusto. podia seguir comiendo sin problema. Era demasiado delicioso. Anastasia habia preparado algo de arroz para acompanar al cerdo, pero no comió mucho porque temía ganar peso. En lugar de eso, ella mastico despacio antes de tragar sus bocados. Por otro lado, Elias era bastante elegante, pero no dejaba de dirigirse a la cocina por más porciones de arroz.
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