¿Tuvimos un hijo
Capitulo 98

Capítulo 98

Después de que la junta concluyera, Alexis detuvo a Anastasia de repente,

-Anastasia, hay que competir justamente si es que tienes el talento; si es que ganas el premio gracias a tus conexiones, apenas te podré considerar como digna de hacerme desperdiciar tiempo. -Ella no tenía idea a que se refería Alexis.

*Qué motivo tiene Alexis como para decirme estas cosas? Ya que las dos somos rivales y ella fue grosera conmigo primero, yo tengo todo el derecho de defenderme>>.

- No sé de qué estás hablando. Yo siempre he seguido adelante gracias a mi talento.

- Ja! -Alexis bufó y se fue.

Alrededor de las 11:00 de la mañana, Anastasia respiró hondo y realizó una llamada a la oficina presidencial.

-Hola. -Se escuchó la voz clara y atractiva de Elías.

-Habla Anastasia. Presidente Palomares, ¿tendrá tiempo como para ir a almorzar a mediodía? - preguntó.

-iClaro! Haré la reservación le respondió Elías, pero Anastasia se sintió un poco incómoda en ese momento; si ese hombre hacía una reservación en un restaurante de clase alta, su cartera estaría en problemas.

-Yo conozco un lugar donde sirven buena comida. ¿Por qué no...?-Ella intentó salvar el dinero.

-¿Por qué? ¿No estás dispuesta a derrochar dinero por mí? - le preguntó el hombre de un modo burlesco antes de que ella pudiera terminar de hablar.

-Por supuesto que no. Olvídelo, usted puede hacer la reservación -respondió Anastasia con determinación. La llamada terminó y ella tuvo que dejar salir un suspiro; iba a tener que permitir que Elías dejara vacía su cuenta bancaria con comida si así él lo deseaba. Se tomó la decisión de que lo daría todo, porque, después de todo, él la rescato la noche anterior. Ya casi eran las 11:30 cuando Anastasia recibió un mensaje privado de Elías.

Te veo en el estacionamiento en 10 minutos>>,

Anastasia le respondió con un:

*Está bien,

Ella tomó su bolsa y salió para dirigirse directo hacia el elevador; después de entrar, presionó el botón que la llevaría al segundo sótano y en donde se encontraba el estacionamiento para autos vip. Cuando ella emergió, no se había percatado de un auto deportivo gris a un lado que acababa de detenerse. Adentro se encontraba un hombre que estaba a punto de salir del vehiculo cuando la vio y la observó fijamente a través de la ventana con incredulidad; el hombre miró como ella abría la puerta de un Rolls-Royce y se subía.

<<Ese es el auto privado de Elías, el auto de mi primo». Los ojos de Miguel quedaron perplejos y

sin poder creer que Anastasia cancelara su cita con el con el único propósito que para salir a una cita con su primo. cA donde van?".

Miguel ya no podia controlar su curiosidad, asi que encendió su vehículo y siguió al auto de Elias al instante.

Anastasia se preguntó a qué restaurante la llevaria Elias mientras se encontraba sentada dentro del auto. La ciudad estaba llena de cocinas privadas que presentaban los ingredientes de la mejor calidad y donde una sola comida podía tener un costo de 10,000 o incluso 100,000. Ese podia ser el precio tipico de una comida para un hombre del mismo nivel que Elías, pero era un número ridiculo para las personas corrientes como ella

Anastasia pudo reconocer en un instante la calle tan familiar en donde estaban; ella suspiró por la sorpresa debido a que esa era la ruta que llevaba a su casa. -Presidente Palomares, ¿hizo una reservación en un restaurante cerca de mi casa?-preguntó por curiosidad.

-Si-respondió el hombre con calma. Justo después, ella vio que su área residencial estaba justo a un lado de ellos y el hombre se había colocado en un espacio para estacionarse a la entrada de su despacho; ella estaba atónita y miró al hombre dentro de su confusión-. Sal del auto conmigo, iremos a comprar comestibles y tú cocinarás para mí. -Elías giró su cuerpo para mirarla

Ella apenas podia reaccionar debido a que ese hombre no la quería invitar a almorzar a un restaurante, él queria que ella le hiciera el almuerzo!

-Estoy demasiado cansada como para cocinar. Mejor hay que ir a un restaurante. - Anastasia no quería llevarlo a casa; después de todo, su hijo no estaba en casa, por lo que las cosas se podían poner incómodas si solo estaban ellos dos.

-Anastasia, esta es mi petición y más vale que sacies mis necesidades. -Con esas palabras, Elias abrio la puerta y salió, por lo que Anastasia se quedó sin palabras; a pesar de eso, ella no tenía la capacidad como para rechazarlo debido al verdadero hecho de que él si la había rescatado la noche anterior,

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