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Ultimas 141

Capítulo 141

Al día siguiente, en la reunión, Jonathan planteó directamente la idea de colaborar plenamente con LatAm Comercio Integral.

“Oliver ha propuesto algunos proveedores bastante buenos, pero como nunca hemos colaborado con ellos, pienso que es mejor prevenir que lamentar. El señor Gomez está dispuesto a ceder un diez por ciento de las ganancias, por lo que creo que sería mejor colaborar con ambas empresas.

La reputación de LatAm Comercio Integral era bien conocida, y naturalmente, todos estuvieron de acuerdo, sobre todo porque conceder de inmediato un diez por ciento de las ganancias significaba que el Grupo Vargas ganaría un diez por ciento adicional.

Al ver que todos asintieron, Oliver lanzó su pluma al aire en señal de frustración

“Presidente Vargas, ¿qué significa esto? Ya he realizado las investigaciones necesarias para asegurar la veracidad de la propuesta.”

“Pero también tengo el derecho de rechazarla, ¿no es así?”

Jonathan no se enojo, sino que lo miró con curiosidad.

“O tal vez ya hablaste con ellos y ahora solo estás esperando que el Grupo Vargas haga el depósito. Solo estás aquí ayudando temporalmente, no deberías creerte el dueño de la empresa, ¿verdad?”

Oliver se quedó sin palabras, y solo pudo mirar fijamente a Cristian, conteniendo la ira.

De no haber sido porque Cristian también compitió por el mismo precio, su plan probablemente habría tenido éxito.

Repentinamente, Begoña tomó la palabra, “No creo que sea apropiado. Si tres empresas colaboran y el señor Gómez se lleva tantos proyectos, ¿qué pasará con la familia Moreno?”

Ella realmente no entendia nada, y aun así se atrevió a hablar. En ese momento solo bajé la cabeza para tomar un sorbo de café, y Jonathan me lanzó una mirada antes de sonreirle.

“Señorita Moreno, no importa con quién colabore, eso no afectará mi colaboración con la familia Moreno. Después de todo, mi relación con su familia es diferente.

Con ellos dos coqueteando tan abiertamente, todos me miraron, pero yo actué como si estuviera acostumbrada.

Y en realidad, lo estaba. Jonathan siempre había tenido innumerables mujeres a su alrededor y nunca lo había ocultado.

Todos observaron los cuernos que aparentemente se asomaron por mi cabeza, algunos incluso sacudieron la cabeza ligeramente en señal de desaprobación.

Begoña me dirigió una sonrisa tímida y luego me clavó la mirada.

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“Iris, esto no habrá sido idea tuya, ¿verdad? No me digas que solo para ayudar a tu viejo amigo, hiciste que Jonathan colaborara con LatAm Comercio Integral.”

Sabía que estaba siendo sarcástica, pero no tenía ganas de darle explicaciones.

“¿Y qué si así lo fue?”

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Mirándola de lado, le dije, “Tú también eres una vieja conocida a la que no he visto en más de veinte años, ¿por qué más crees que elegí colaborar contigo?”

Ella realmente no me conocía, por lo que se atrevió a decir cualquier cosa.

Pero afortunadamente, la mayoría de los presentes en la reunión, apoyaba la colaboración con LatAm Comercio Integral, así que todo se decidió sin más problemas.

Sin embargo, después de la reunión, Begoña no estuvo dispuesta a dejarlo asi

“Señor Gómez, ¿es cierto que en el pasado persiguió a Iris? En la universidad, ella debió haber sido muy popular, ¿verdad? Dicen que los chicos que la perseguían formaban fila.”

Cristian sonrió amablemente, “Sí, alguien como yo, que tranquilamente podría haber ocupado en el centésimo lugar de esa fila, no es digno de mención.” Eso fue como admitir indirectamente que fui muy popular en la universidad, lo que enfureció aún más a Begoña.

Pero antes de que pudiera seguir hablando, Cristian cambió de tema hacia los asuntos importantes.

“Iris, ya comencé a ocuparme del asunto de la reparación de carreteras por parte del fabricante. Esta vez, probablemente tengas que viajar conmigo. El precio que nos ofrecen es muy favorable, pero hay algunos materiales que quiero revisar en persona, ¿vamos juntos?”

“¡Por supuesto!” Respondi sin pensarlo, y luego, sentí una mirada helada detrás

Al voltear, efectivamente, Jonathan me estaba observando.

En ese momento, a Begoña se le iluminaron los ojos, “Así que van a viajar por trabajo, eh. Ay, qué suerte la mía, puedo quedarme a trabajar en el Grupo Vargas.”

Sus ojos danzaron, lanzándole miradas coquetasa Jonathan sin parar.

Yo, por mi parte, fingi no ver nada.

Si yo me quedaba allí, ¿cómo podría Jonathan llevar a cabo nuestro plan de seducción?