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Ultimas 34

Capitulis 34

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muslimanitatis in my guia una dieta equilibradis.

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Alescucharia, no pude estar somer sinceramente. Luego, la mire seramente. Estralia, syntieme a micontrar un abogado de divorcisa, pre

Ele vie mare Tyanente por un momento antes de hablar De verdad no vas © Decolte la verdad? Senter, estoy segura de que se arrepentira de larici

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Capitula 34

Pero yo creía que si él se enteraba de la verdad, los tristes seríamos él y yo.

“Él ya no me ama, ¿cuánto crees que podríamos durar basándonos solo en la compasión? Además, durante estos años de matrimonio, yo también dejé de amarlo. Ahora solo quiero vivir bien y seguir con mi tratamiento. ¿Quién sabe? Tal vez haya milagro.”

Esas últimas palabras me resultaron un poco difícil decirlas, sabía que no eran más que una mentira.

De hecho, lo odiaba, pero también tenía un lugar en mi corazón. No sabía cuánto amor quedaba, pero algo había,

Así que, mientras todavía quedara algo de ese sentimiento, divorciarnos, a largo plazo, podría ser lo mejor para ambos.

Estrella me abrazó con compasión y finalmente asintió.

“Está bien, te encontraré un buen abogado, no vamos a seguir discutiendo.

este asunto entre nosotras.”

Bajando la cabeza en silencio, supe que realmente nunca deberíamos haber estado juntos.

Si la situación no hubiese sido tan especial, no me habría vuelto a

involucrarme con él.

Quizás nuestro feo adiós se convirtió en su obsesión. Ahora que tenía a alguien más, debería ser capaz de dejar ir esa obsesión.

Durante todo el día, Jonathan no se puso en contacto conmigo.

Con su nueva distracción, claramente no tenía tiempo para preocuparse por su esposa en nombre. Preferi quedarme en el apartamento de Estrella, incluso planificando compartir los gastos de alquiler, sin volver al mío. Pensé que quedarme a vivir allí, también sería una buena opción.

Al día siguiente, cuando fui a trabajar, me sentí completamente diferente.

Al parecer, incluso un paciente gravemente enfermo puede estar lleno de

vida si su ánimo es bueno.

Pero el ambiente en el departamento de diseño estaba tenso, como si nada

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pudiera salir bien durante toda la mañana.

Finalmente, cuando Olivia se paró frente a mí con cara de tristeza, supe lo que estaba pasando.

“El presidente Vargas está inubicable, tampoco contesta el teléfono, y ahora el personal de LatAm Comercio Integral ya está aquí, ¿qué hacemos? Hay varios documentos que nadie ha firmado, y nadie está atendiendo a la

gente de LatAm Comercio Integral, Iris…”

Mis compañeros sentían pena por mi situación, así que trataban de no informarme sobre asuntos relacionados con Jonathan, a menos que fuera algo que ellos tampoco pudieran manejar.

La colaboración con LatAm Comercio Integral aún no estaba asegurada, así que todos estaban nerviosos. En ese momento me levanté y me arreglé la camisa, “Déjenlo en mis manos, después de todo, el proyecto está a cargo de nuestro departamento.”

Olivia mordió su labio y asintió, dejando ver una expresión como si estuviera a punto de llorar.

Al entrar a la sala de reuniones y ver la cara de enfado del representante, supe que estaban molestos.

“Presidente Calles, lo siento mucho, llegué tarde.” Dije disculpándome con

una sonrisa.

Si pudiera conseguir el proyecto de LatAm Comercio Integral, no tendría que preocuparme por mis comisiones en los próximos dos años, aunque él pusiera cara de pocos amigos, yo seguiría sonriendo.

Lástima que la otra parte, soltando un resoplido de desdén, parecía no querer hacerme el favor.

“El presidente Vargas y tú son personas demasiado ocupadas ¿no? ¿cómo pudieron olvidar que tenían una cita conmigo?”

Resultó ser que Jonathan había hecho una cita, y luego la olvidó.

En ese momento me irrité tanto que sentí que me iba a dar algo, pero aun así, continué sonriendo con afán de complacer.

“De verdad tenía algo importante que hacer.”

i

“¿Algo importante? Llámalo ahora mismo, quiero ver si está tan ocupado como para olvidarse de todo.” Dijo señalándome con el dedo, sin importarle mi dignidad.

Mientras saqué rápidamente mi celular para llamar a Jonathan, en la oficina, ninguno de los presentes ni siquiera se atrevió a respirar con

fuerza.-

“Lo siento, el teléfono al que llama está apagado…”

Al escuchar esa voz familiar, recordé que me había bloqueado.

Me sentí algo culpable, “Presidente Calles ¿ve? Su teléfono está fuera de servicio…”

Emilio sacó su propio teléfono y me mostró la pantalla.

“Mira, lo he llamado más de una decena de veces, ¡y simplemente me ignora!”

Su dedo accidentalmente tocó el botón de llamar, y unos segundos después, la llamada fue contestada.

“Presidente Calles, ya he llegado al edificio de la empresa, lo siento mucho, por favor, espéreme un momento.”

En ese instante, el salón de reuniones se sumergió en un silencio sepulcral.

Justo un segundo antes de que Jonathan entrara con Miriam, Emilio Calles arrojó un vaso al suelo.

“Señora Vargas, ¿me está tomando el pelo?”