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Capítulo 47

El tiempo pasó volando, y en un abrir y cerrar de ojos llegó el aniversario de la empresa.

El Grupo Vargas preparó una gran celebración de aniversario, pero a mi parecer, solo fue para calmar los rumores recientes. La empresa habia comprado varios artículos promocionales, listos para lanzar noticias y demostrar que nosotros dos seguiamos siendo una pareja feliz.

Sin embargo, antes del aniversario, aún no había recibido el vestido de noche ni el jade que Jonathan había prometido regalarme.

Sin otra opción, regresé a casa. Él realmente había cumplido su palabra, ya no era necesario que el me diera permiso para obtener el vestido y las joyas que yo quería.

Al llegar, elegí un vestido corto que no había tenido la oportunidad de usar el año de nuestro compromiso y, al final, decidí no ponerme ninguna joya.

Mirando el collar que Jonathan me había dado, suspiré suavemente, eso

sería suficiente.

Cuando él llegó a la casa para recogerme, inconscientemente, frunció el

ceño.

“¿Por qué te has vestido así?”

Ese día llevaba puesto un vestido rojo con varios detalles en dorado, parecía que estaba pensado para combinarse con el vestido de noche que no me

había dado.

Pero tal vez se había olvidado de entregármelo, y yo no tenía ganas de preguntarle.

“Vamos, no hagamos esperar a los invitados.”

Lo tomé del brazo, y su expresión se suavizó un poco.

Para esa ocasión me había vestido con esmero, ese vestido también había sido una costosa versión personalizada de un diseñador extranjero.

Originalmente, había pensado en usarlo para asistir a banquetes con él

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Capitulo 47

después de casarnos.

Desafortunadamente, después de la boda, estuvo siempre guardado en el armario, ya que no tuve muchas oportunidades de asistir a eventos con Jonathan.

Cuando llegamos al lugar del banquete, muchos comenzaron a murmurar.

Principalmente, porque nuestros atuendos no combinaban en absoluto, eran dos estilos completamente diferentes. Los colores tampoco se

combinaban.

Sin embargo, a pesar de ser una pareja tan discordante, éramos los protagonistas de la noche, y nadie se atrevió a decir mucho.

Jonathan rápidamente se mezcló entre la multitud.

Ese era su escenario social, siempre había sido muy hábil en el trato con los

demás.

Por mi parte, dije que no me sentía bien y que quería descansar un poco.

Viendo mi rostro pálido y algo demacrado, realmente nadie se atrevió a decir nada, por lo que me sentí contenta de no tener que socializar.

Solo cuando Miriam apareció, todas las miradas se dirigieron hacia ella, y los murmullos se hicieron más fuertes,

Al verla vestida con un vestido verde y llevando joyas de jade, lo entendi

todo.

Todo había sido preparado para ella.

En ese momento miré hacia donde estaba Jonathan con una sonrisa irónica, él siguió hablando con el presidente de Alianza Comercial Hispana, sin apartar la mirada.

¿También había pensado en formalizar a su amante? ¿Todo a costa de la

empresa?

Bajé la mirada hacia mi copa, fingiendo no escuchar los comentarios a mil alrededor.

Cuando Miriam se acercó a mi, incluso tosió unas cuantas veces a

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propósito.

“Iris, ¿cómo te has vestido así para venir? Recuerda que tú eres la señora. Vargas.”

Ella estaba rodeada por algunas amigas, incluida Lilia.

Al escucharla decir eso, inmediatamente comenzaron a lanzarme

comentarios sarcásticos.

“Ella es aquella joven señora Vargas? Ese vestido es de hace años, ¿verdad? Qué anticuado.”

“¿Ni siquiera una joya decente? Qué pobreza, Miriam, el presidente Vargas. si que te trata bien, ese conjunto de jade debe haber costado una fortuna, ¿verdad?”

“Miriam es la favorita del presidente Vargas, claro que todo lo bueno es para ella, a diferencia de algunas personas que solo ocupan el lugar de su

esposa.”

“Exacto, mira qué pobre se ve, ese collar no vale nada, ¿verdad?”

Las amigas de Miriam eran igual que ella, sin importar el lugar ni el momento, decían lo que pensaban.

En esa oportunidad no necesité defenderme, ya que Jonathan había llegado a mi lado, mirando a las personas con una expresión desagradable.

“Parece que algunas personas aqui no fueron invitadas por el Grupo Vargas, ¿cómo se atreven a molestar a mi esposa de esta manera?”

Al escucharlo hablar con una justicia imponente, lo miré sorprendida, al igual que los demás.

La mayoría sabia que él no me amaba, por lo que no entendi para quién estaba actuando de esa forma.

Lo miré con duda, y aunque realmente se mostró enfadado al mirar a Miriam, esa mirada fue algo extraña, pero no le presté atención al porqué.

Miriam miró hacia él con los ojos llorosos, diciendo “Jon, todas ellas son mis amigas,”

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Jonathan frunció el ceño, claramente molesto,

Ese día fue el momento de dejar las cosas en claro, Miriam realmente no distinguía cuando debía mantenerse en su lugar.

Pero él no le reprochó nada, en cambio, dirigió su mirada hacia la última. chica que había hablado.

“El collar que lleva mi esposa, se lo regalé durante mi época universitarial como regalo de cumpleaños, tiene un gran significado, su valor es mayor que el de cualquier juego de joyas.”

Tan pronto como dijo eso, algunas personas en la multitud comenzaron a bromear diciendo que lo nuestro era amor verdadero, ya que todavía llevaba ese collar después de tanto tiempo.

Miriam mordió su labio inferior con fuerza, y las lágrimas comenzaron a

asomar en sus ojos.

“Jon…”

“¿No sabes cuando debes mantenerte al margen? ¡Sardinas!”

Fue la primera vez que él la llamó así delante mío, y por un momento, todos. se quedaron algo atónitos.

Especialmente los empleados del Grupo Vargas que conocían la situación, casi todos miraron inconscientemente hacia Miriam.

Sus

lágrimas empezaron a caer una por una, pero su mirada se mantuvo. desafiante, manteniendo verdaderamente hasta el final la imagen de la inocente y obstinada damisela.

“Jon, ella no te ama, ¿no lo ves? Solo está contigo por tu dinero, nunca te hal amado.”

“En una cena tan importante, ni siquiera lleva su anillo de matrimonio, ¿por qué sigues defendiéndola?”

“Ya no quiere estar contigo, ¡Despierta!”