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Capitulo 49

Capítulo 49

Había ocurrido un leve percance, pero la celebración de aniversario continuó según lo planeado.

Yo, mientras tanto, me quedé sentada en un rincón, temiendo que el anillo

se me cayera.

Aunque me había escondido, de vez en cuando, alguien se acercaba a sacarme algo de charlar.

Como la señora Vargas, tenía que recibirlos con una sonrisa.

Realmente no quería seguir teniendo pequeñas conversaciones con algunas personas desconocidas en el lugar, así que al final, terminé escondiéndome en el baño.

Lo que no esperaba era toparme con Violeta Arenas, quien estaba borracha. Curiosamente, ella también había asistido a nuestra misma universidad, pero al parecer, desde el primer año le gustaba llevarme la contra.

Más tarde, mi compañera de cuarto me contó que a ella también le gustaba que un chico llamado Daniel Cruz, pero en ese momento, yo ya había dado el primer paso.

En ese momento, perseguí a Daniel con tanto ímpetu que muchos se unieron al alboroto, y Violeta, con su orgullo, naturalmente no quiso seguir persiguiéndolo.

En cambio, empezó a buscarme problemas sin razón.

Originalmente quise hacer como que no la había visto, pero ella me agarró

directamente del brazo.

“Iris, ¿por qué huyes? ¿Te sientes culpable?”

“Violeta, has bebido demasiado.”

Intenté soltar su mano, pero me di cuenta de que realmente estaba muy débil, ni siquiera pude hacer que moviera un dedo.

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Ella me agarró sin intensiones de querer soltarme, con desden en sus ojos.

“¿Quién te crees que eres? Si ya habías terminado con él, y encontraste a un chico rico, ¿por qué vuelves? ¿Por qué quieres casarte con él?”

“¡Mujer interesada, cazafortunas, malvada! Ya te habías ido, ¿por qué regresas? ¿por qué sigues aferrándote a Jonathan? Ya no lo amabas, te fuiste con ese chico rico a Estados Unidos, ¡ve y buscalo de nuevo! ¿Por qué sigues aferrandote a él?”

Ella realmente había bebido demasiado, ya que esas palabras nunca las hubiera dicho estando sobria. Incluso tuve el impulso de grabarla, tal vez podria extorsionarla por algo de dinero.

Mientras pensaba en esas tonterías, Cristian fue a sacarme del apuro.

*Señorita Arenas, ha bebido demasiado, ¿quiere que alguien la ayude a descansar?”

Con un ligero tirón, soltó la mano de Violeta.

Ella miró su mano con sospecha, luego se acercó a él y lo miró detenidamente.

Al parecer, finalmente lo reconoció, ya que lo empujó con fuerza.

“Cristian, ¿estás loco? Ella se fue con un chico rico a Seattle, ¿no lo sabías? ¿Por qué a todos les gusta esta falsa? ¡Es una estafadora! Oh, cierto, cierto, tú no estabas aquí un año antes, seguro que no lo sabías. Deja que te

cuente…”

Cristian no la dejó hablar más, él ya había llamado a un mesero para que la llevara a la sala de descanso.

Yo sonreí un poco incómoda, “Lo siento Cristian, eso fue vergonzoso, ella ha

bebido demasiado.”

Él se limpió las manos con resignación y luego, como si nada, dijo: “Recuerdo que fuiste a Estados Unidos también con tu mamá.”

En ese momento me sobresalté por dentro y, de manera instintiva, miré hacia otro lado, “Yo… yo debería regresar ya.”

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Capitulo 49

Pero él no me dejó ir, en cambio, me agarró la muñeca.

Pero su agarre fue suave, como si temiera lastimarme.

“Ese día estaba en el aeropuerto por casualidad y te vi con una señora, supongo que era tu mamá, ¿verdad?”

Su mirada se clavó en mí, y tragué saliva sin saber cómo explicarle la situación.

Todos pensaban que realmente me había ido a Seattle a disfrutar con un chico rico, solo mis amigos cercanos sabían que mi viaje había sido una cuestión de vida o muerte.

Justo cuando no sabía qué hacer, de repente, Miriam se acercó, exclamando sorprendida.

“Iris, ¿qué están haciendo? ¿Cómo pueden…?*

Cristian soltó mi mano instintivamente, y yo me froté la muñeca de manera incómoda.

Ella ya se había puesto un vestido común, sosteniendo dos grandes bolsas

en su mano.

Luciendo una expresión enfadada, dijo, “Si no quieres divorciarte de Jon, entonces no deberías estar coqueteando con otros hombres.”

“¿Si te habías ido, para qué regresas?”

Me di la vuelta, lavé mis manos y luego las sacudí con fuerza, haciendo que Miriam retrocediera un paso.

Ella tomó varias respiraciones profundas antes de mirar las bolsas en sus manos con una mirada de agravio.

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“Iris, ya que Jon no puede divorciarse de ti y ustedes frente a muestran tan enamorados, entonces lo que él me regaló, no puedo aceptarlo, mejor se lo devuelvo.”

“Por favor, entrégale esto. No puedo aceptar este vestido ni estas joyas tan valiosas.”

Ella me miró con una actitud desafiante y delicada, pero sus manos no se

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Capitulo 49

extendieron directamente hacia mí.

Yo no extendí la mano, y por cómo se veía, ella tampoco quería dármelo.

“Entrégaselo tú misma, él está en el salón.”

En ese momento me di la vuelta para irme, y al mirar atrás, justo vi a Jonathan junto a otros ejecutivos acercándose.

De repente, Miriam corrió frente a mí y, dándole la espalda a Jonathan, dijo en voz alta: “Iris, ya que te molesta tanto mi presencia, entonces todo esto es tuyo.”

Luego extendió los brazos y soltó lo que llevaba; las bolsas cayeron al suelo. Me pareció escuchar algo romperse, y ella me miró con una expresión de estar a punto de llorar.

“Iris, este juego de jade vale por lo menos diez millones, ¿cómo pudiste simplemente tirarlo?”

En sus ojos había un brillo imparable de triunfo, esa alegría maliciosa realmente me daba náuseas.

Después, realmente empecé a sentir arcadas y corrí directamente al baño.

Cuando salí, Jonathan estaba sosteniendo la caja de joyas con el ceño fruncido; dentro, estaba el brazalete de jade roto.

Miriam lloraba sin poder contenerse.

“Lo siento, no debería haber venido. Iris se enfadó y tiró el brazalete, ¡Todo es culpa mía!”

“Jon, hoy es un gran día, no puedes enojarte con ella, ¡Si tienes que culpar a alguien, cúlpame a mí!”