Un Beso Que Le Atrapó A Mi Señor Perfecto Novela Completa -
Capítulo 811-820
Capitulo 811
En ese momento, ya no se atrevia a llamar a Esther su hermana, temia provocar nuevamente su ira. “…Vendré a recordarte cuando sea la hora de la cena.” Esther le respondió cortésmente, “¡Bien! ¡Gracias entonces! Sr. Ibarra, quiero descansar, por favor, vete”
Leonardo la miró profundamente, luego se dio la vuelta y se fue con la caja de música rota, y cerró la puerta para ella.
Tan pronto como salió de la habitación, Leonardo sintió inmediatamente la presencia de Patricia, quien estaba escondida cerca de la puerta espiando.
Frunció el ceño, se acercó y preguntó seriamente: “¿Por qué todavía estás aqui? ¿No deberías estar cuidando a los niños?”
Cuando vio que Leonardo se acercaba, Patricia queria esconderse de inmediato, pero no encontró un lugar adecuado y no tuvo tiempo para esconderse Fue descubierta, Patricia tuvo que fingir ser natural y explicar “Leo, me preocupa que te enojes con Esther porque la caja de música está rota, asi que no me atrevi a irme ”
La cara de Leonardo era seria, dijo: “No me enojaré con ella, métete en tus asuntos y ve a cuidar a los niños”
Patricia frunció el ceño y preguntó de nuevo Leo. ¿Cómo es que solo tú saliste? ¿Dónde está Esther?”
Leonardo respondió: “Está cansada, está descansando adentro, no vayas a molestarla.”
Patricia se sorprendió y dijo fuera de control: “Leo, ¿dejaste a Esther descansar en esa habitación? Esa es la habitación de Perla, ¿no es que odias que la gente toque las cosas de Perla?”
Leonardo frunció el ceño, se quedó en silencio durante dos segundos antes de decir “Ella es la salvadora de nuestro abuelo, merece ser tratada de la mejor manera por nuestra familia Ibarra, y tiene derecho a descansar en cualquier habitación”
Al escuchar la explicación, Patricia todavia estaba muy sorprendida, la actitud de Leonardo hacia Esther era definitivamente anormall
Leonardo ya no le prestó atención a Patricia, sacó su teléfono para hacer una llamada, “Zeus, estoy en el segundo piso, ven de inmediato.”
En menos de un minuto después de colgar, Zeus subió
Leonardo ordenó con seriedad: Zeus, quédate aquí y vigila, la Srta. Galán está descansando en el cuarto, no dejes que nadie la moleste.”
Zeus asintió en respuesta, “Si, Sr. Ibarra!”
Leonardo le entregó la caja de música rota que tenía en la mano, “Llévala a reparar! Además, hay algunos fragmentos de vidrio en la habitación, haz que alguien los limpie cuidadosamente para no lastimar a los invitados.”
Zeus tomo la caja de música y asintió, “Entendido.”
Después de dar las instrucciones. Leonardo regresó a su habitación con una cara seria
Estaba de mal humor y necesitaba estar solo.
Patricia todavia estaba parada alli, mirando a Leonardo alejarse, sus ojos se llenaron de confusión…
¿Qué estaba pasando? ¿Como era que en tan solo unos dias la actitud de Leonardo hacia Esther cambió tanto?
Después de pensarlo, Patricia decidió preguntar a Esther lo que habían hablado ella y Leonardo…
Sin embargo, Zeus la detuvo, no la dejo entrar a la habitación.
“Srta. Ibarra, la Srta. Galan está descansando, no puedes entrar”
Patricia uso su técnica mas fuerte y hablo de manera suave: “Zeus, solo quiero acompañar a Esther, no la molestaré.”
Zeus respondió de manera seria y justa, “Srta. Ibarra, oiste las instrucciones del Sr. Ibarra hace un momento, por favor, no me hagas quedar mal
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Capítulo 812
Patricia no se habia rendido, volvió a insistir: “Zeus, ¿podría entrar un momentito? Solo hablaré con Esther un rato y saldré, mi hermano no se enterará! Y si se entera, no dejaré que te culpe!”
Zeus seguia inmutable, “Señorita Ibarra, lamento mucho no poder desobedecer las órdenes de su hermano. Sería mejor que vaya a estar con sus hijos”
Zeus, para decirlo bonito, era un subordinado de mi hermano, y para decirlo feo, era un empleado de nuestra familia, ¿cómo se atrevió a detenerme?
Patricia no había logrado que Leonardo tomara acción contra Esther. Ya estaba de mal humor, y al ver la actitud de Zeus, no pudo contener su rabia, apretó los dientes con fuerza, dejó de fingir ser gentil, y miró a Zeus seriamente: “Hazte a un lado, voy a entrar!”
“¿Señorita Ibarra?” Zeus estaba asombrado. En su memoria, Patricia siempre habia sido dulce y comprensiva, nunca habla visto a esta Patricia, le costaba creerlo.
En ese momento, la puerta de la habitación se abrió desde adentro, Esther estaba en la entrada y dio un paso hacia afuera.
Al ver que la puerta estaba abierta, Patricia volvió a fostrar su sonrisa, Esther, viniste a abrirme la puerta? Zeus no me dejaba pasar para verte, ¿qué pesado”
Esther miro a Patricia sin ganas, no le hizo caso, miró a Zeus y lo llamó cortesmente “Zeus”
Zeus seguia frente a Patricia, giró un poco su cuerpo y preguntó: “Señorita Galán, ¿necesita algo?”
Esther bostezó, “Quiero beber agua”
Zeus respondió respetuosamente Enseguida le traen su agua”
Esther asintió, “Añade un trozo de limón fresco al agua.”
“Claro! Señorita Galán, alguien vendrá pronto a limpiar los cristales rotos en la habitación, tenga cuidado de no pisarlos.”
Esther asintió y volvió a la habitación, estaba tan cansada que cerró la puerta
Al ver que Esther cerraba la puerta, Patricia abrió los ojos frustrada y extendió la mano para pasar al lado de Zeus, “Esther…”
Al final, Zeus no lo permitió pasar, lo que interrumpió sus palabras fue el sonido nítido del cierre de la puerta.
Patricia apreto los puños fuertemente, ¡estaba de muy mal humor!
¡Esta era su casa y un empleado de la familia la mantenia fuera de la puerta, qué estaba pasando!
¿Esther no se contento con ocupar a Adri y ahora pretendia tener un lugar en la familia Ibarra? Eso era demasiado!
Zeus seguia de pie frente a la puerta, llamó al mayordomo Martin para que le trajera agua a la señorita Galán y limpiara los cristales rotos de la habitación.
Patricia vio a Esther descansando cómodamente en la habitación de Perla, “Zeus, déjame entrar para conversar con Esther, seguro que está aburrida. sola!”
Zeus sacudió la cabeza, “Señorita Ibarra, como vio, la señorita Galan no necesita que la acompañe ahora, dejemos que la visita descanse.”
Patricia frunció el ceño con disgusto, Zeus, ¿por que solo te preocupas por lo que necesita Esther y no escuchas lo que quiero?”
Zeus respondió: “El señor Ibarra dijo que la señorita Galán salvó la vida de Don Gustavo, por eso merece el mejor trato en nuestra casa.”
“¡Hmph! ¡Favoreces a los extraños! No sabes distinguir la importancia de las cosas, un dia haré que mi hermano te despida!”
Patricia estaba tan irritada que no pudo controlar sus emociones, miró a Zeus con un gesto amenazador, se dio media vuelta y se fue enojada.
Capítulo 813
Al ver la actitud malcriada y poco común de Patricia, Zeus se quedó muy sorprendido…
¿Qué le pasó a la Srta. Ibarra hoy? ¿Segula siendo ella la misma Srta. Ibarra que él recordaba, siempre suave y comprensiva?
Patricia estaba que ardia de rabia. El hombre que siempre habia considerado como suyo desde que era niña, había sido robado por Esther. Ahora, hasta
su hermano que siempre la habia mimado tampoco la apoyaba. En cambio, parecia respetar a Esther aún más. Realmente no entendia por qué!
Antes, Leonardo siempre la apoyaba incondicionalmente, no le gustaba Esther en absolutol
Cuando Patricia entró en la habitación de Max, este recién se estaba despertando, y la niñera estaba dándole de comer.
Al verla entrar, Max saltó instintivamente al regazo de la niñera, temblando sin cesar
Patricia ya estaba de mal humor. Al ver el estado de este niño que ya no mostraba cariño hacia ella, se sintió aún más inquieta
Se acercó, extendió la mano hacia la niñera y dijo. “Dejamelo a mi, puedes salir, yo le dare de comer.”
La niñera dudo un poco, estaba un poco preocupada, pero aun así le entregó a Patricia el pequeño plato de sopa que tenia en sus manos, luego colocó a Max en la cuna y salió respetuosamente de la habitación.
Max solo podia observar inquieto mientras la niñera se iba. Extendió su manita queriendo que volviera, pero fue en vano…
En la habitación solo quedaban Patricia y Max
Patricia miró al niño y sonrio dulcemente, Ven, Max, sé bueno, mama te dará de comer
Max estaba temblando de miedo al ver a Patricia, temia que de repente se enfadara.
Sin embargo, al ver la cálida sonrisa en su rostro, recordó el cariño que sintió cuando su mama lo trajo a casa desde el orfanato. Parpadeo un par de veces y lentamente comenzó a relajarse, tratando de aceptar su cercanía…
Patricia le dio a Max una gran cucharada de sopa, “Come, come un poco más.”
La boca de Max estaba llena de sopa, no podia tragar!
Además, la sopa estaba muy caliente, Max la escupio instintivamente…
Esta reacción hizo que Patricia se enfadara, “¿Cómo puedes desperdiciar la comida? Come más!”
Le dio otra cucharada grande de sopa a Max, pero debido al calor, el no abrió la boca.
Patricia forzo su boca y le metió la sopa caliente. Cuanto mas resistia Max, más fuerza usaba ella, hasta que finalmente metió toda la sopa en su bocal
Max comenzó a llorar asustado, lucho y volcó el plato de sopa, tosiendo y vomitando
Patricia miró el plato roto en el suelo y se enfadó aún más. “¿Por qué siempre estás llorandol Soy tu madre, ¿por qué lloras cuando me ves?
Eres un niño que nadie queria, si no fuera porque te adopté, y te hice pasar de ser un huérfano sin hogar a ser parte de la familia Ibarra, probablemente seguirías en ese pobre orfanato comiendo comida basura!
¡Esto es un regalo que te he dado, no seas ingrato sabiendo que tienes esta vida de felicidad!”
La boca de Max estaba hinchada por el calor de la sopa. Después de toser y vomitar, comenzó a llorar. El sonido de sus llantos altos y aterrados resonaba en la habitación.
Capítulo 814
La niñera escuchó ruido y entró corriendo, llena de preocupación. Al ver la situación, intentó calmar las cosas: “Srta. Ibarra, ¿qué pasó? ¿Max te hizo enfadar otra vez? Es solo un niño, no entiende las cosas, no deberias tomarlo tan a pecho con él…”
Patricia estaba de mal humor y le respondió gritando: “Te dije que te fueras, quién te permitió regresar! ¿Quién te crees que eres para opinar sobre mi?”
La niñera bajo la cabeza y respondió respetuosamente “Srta. Ibarra, yo no me atrevo…
Enfurecida y sin tener a donde dirigir su ira, Patricia le dio una bofetada a la niñera, “No te atreves? ¿Si no te atreves porqué entraste sin permiso! Te dije que cuidaras del niño, mira en lo que lo has convertido! ¿Por qué llora cada vez que me ve? ¿Acaso soy un monstruo o un demonio que lo asusta tanto? ¿Debe ser por tu mala influencia!”
La niñera se cubrió la cara, llorando, y trató de explicarse: “Srta. Ibarra, no he enseñado nada malo a Max… Es normal que te falte paciencia con el niño al ser madre primeriza, si le tienes mas paciencia él no te tendrá miedo
Patricia le dio otra bofetada, “¿Estás diciendo que no tengo paciencia? ¿Necesito que me enseñes cómo ser una buena madre? ¡Mira tu lugar!”
La bofetada fue tan fuerte que la niñera cayó al suelo, llorando amargamente
Al ver a su amada niñera tirada en el suelo, Max empezó a llorar aún más y más fuerte….
Pero como la niñera habia entrado sin cerrar la puerta, Leonardo, que estaba a punto de bajar las escaleras con ropa casual, pasó por allí y vio a Patricia
abofeteando a la niñera…
“Qué estas haciendo?!”
Leonardo entró, muy enojado, y al ver a la niñera y a Max llorando, preguntó seriamente “Pati, ¿qué está pasando?”
Al ver a Leonardo, Patricia entró en pánico
Rápidamente escondió su ira y fingió ser la misma Patricia dulce de siempre. Corrió hacia Leonardo, llorando, y se lanzó a sus brazos.
“Leo, llegaste justo a tiempo, esta niñera es incompetente. Acaba de darle sopa caliente a Max sin enfriarlo antes, ¡y le quemó la boca! Cuando la reprendi, se negó a admitir su error y me respondió. Me enfade tanto que la abofetee porque estaba preocupada por la salud de Max”
Leonardo miró a Patricia, que se había lanzado a sus brazos, sin expresión alguna. No la abrazo, sino que miro la boca hinchada y roja de Max y preguntó a la niñera “¿Es eso cierto?”
Patricia se puso nerviosa estaba Leonardo preguntando a la niñera para confirmar la historia? ¡El Leonardo de antes nunca habría preguntado y simplemente la habria creido!
¿Que le habia pasado a Leonardo últimamente?
La niñera se levantó para explicarse, pero vio la mirada amenazante de Patricia.
Tuvo miedo, penso un poco y decidió que Leonardo probablemente creeria a Patricia de todas formas, y si decia la verdad, solo enfadaria a Patricia
Al final, la niñera no se atrevió a decir la verdad, “Sr. Ibarra, yo no lo hice a proposito…
Leonardo fruncio el ceño, y dijo friamente: “Si no tienes paciencia para cuidar bien a un niño, empieza a empacar tus cosas y vete
La niñera asintió tristemente, miró a Max, a quien habia cuidado durante un tiempo, y luego se marcho en silencio…..
Patricia suspiro aliviada, como siempre, buscando consuelo en los brazos de Leonardo, “Leo, esa niñera fue demasiado lejos! Si no hubiera intervenido a tiempo, Max podria haber sido maltratado!”
Leonardo, con las manos en los hombros de Patricia, la apartó sin decir palabras de consuelo, “Si crees que alguien no está cuidando bien a tu hijo.
deberías hacerlo tú mismal Max es tu hijo, no esperes que alguien más le preste mas atención que su propia madre!”
Patricia se quedó perpleja, no sabia por que, pero sentia que no estaba tan cerca de Leonardo como antes, como si hubiera una barrera entre ellos…
“Ya entendi, Leo! Desde ahora intentaré cuidar de Max yo misma
“Mmm.”
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Leonardo respondió con indiferencia, alzó la vista y descubrió que el niño que acababa de estar llorando en la cama habia desaparecido. Sus pupilas se contrajeron de repente, “¿Dónde se fue Max?”
Patricia también giró la cabeza para buscar de inmediato, “¿Eh? ¿Dónde se fue Max? ¿No se habrá ido con la niñera?”
Leonardo salió rápidamente de la habitación y preguntó a los sirvientes en la puerta, todos dijeron que no habian visto salir a Max.
Volvió a revisar la habitación y encontró que la puerta del balcón estaba abierta, y el balcón estaba conectado a las demás habitaciones
“Probablemente se fue a otra habitación por el balcón. Solo han pasado unos minutos, no pudo haber ido muy lejos Sepárense y búsquenlo!”
“Si, ¡Sr. Ibarra!”
Después de dar instrucciones a los sirvientes, Leonardo se preparó para bajar las escaleras.
Patricia siguió inmediatamente a Leonardo y preguntó “Leo, a dónde vas? ¿No vas a buscar a Max conmigo?”
Leonardo respondió Max no se va a perder, voy a ver en la cocina.“
Patricia estaba confundida, Leo, ¿qué vas a ver en la cocina?”
Leonardo respondió calmadamente Tenemos un invitado importante hoy, para agradecerle, quiero añadir algunos platos más para el invitado
Patricia arrugó la frente con incredulidad, “Leo, podrias pedirles a los sirvientes que lo hagan, la cocina tiene olor a humo, ¿por qué tienes que hacerlo tú mismo? ¿Vas a cocinar tu mismo?”
Leonardo no explico más, respondió friamente. No me sigas por ahora, no te preocupes por otras cosas, ive a buscar al niñor
Patricia se detuvo impotente, no se atrevió a seguirle
¡Pero no estaba contenta en su corazon!
Nunca habia probado la comida hecha por Leonardo! ¡Pero Esther pudo hacer que Leonardo cocinara para ella!
Adriana fue alertada por los sirvientes que buscaban a Max por todas partes y fue inmediatamente a preguntarle a Patricia que estaba pasando
“Pati ¿como es que el niño ha desaparecido de nuevo?”
Patricia no se preocupaba si encontraban o no al niño, incluso esperaba que el niño realmente se hubiera perdido, de todos modos, el niño ya no tenia
valor para ella
Estaba ansiosa por decirle a su madre que la persona que había salvado a su abuelo era su rival Esther, esperaba que su madre pudiera ayudarla a
encontrar una manera de lidiar con Esther
“Resulta que la persona que salvó a tu abuelo fue Esther, quien está compitiendo contigo por el Sr. Gómez, ¡qué coincidencia!”
Que coincidencia ni que nada! Creo que Esther lo hizo a propósito, quiere acercarse a mi abuelo aprovechando de esta oportunidad, para obtener los
beneficios de la familia Ibarra!”
La Sra. Ibarra reflexiono un rato, “Pati, todavía tienes ese azafrán que compraste en el extranjero la última vez?”
Patricia estaba confundida. “Todavia tengo mucho! Mama, ¿por qué de repente quieres eso?”
La Sra. Ibarra mostró una sonrisa triunfante. Ese azafrán es bueno para la belleza y la salud en las cantidades correctas, pero si se consume en exceso puede causar aborto espontaneo Y el consumo excesivo también puede causar infertilidad. Pati, originalmente estábamos preocupadas sobre como lidiar con el hijo de Esther, pero ella misma ha venido ahora!”
L
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Aloir la propuesta de abortar, los ojos de Patricia se iluminaron.
Su madre tenía razón, la cena de hoy era una excelente oportunidad. Podria añadir azafrán a la comida de Esther sin que nadie se diera cuenta, ja ver cómo iba a mantener al bebé en su vientre!
Pero después de varios fracasos, Patricia había perdido la confianza que tenia antes, empezó a preocuparse. “¿Y si alguien descubre que el azafrán causó su aborto?”
La Sra. Ibarra habló con total confianza: “No tienes que preocuparte por eso, si alguien se entera, admitiré que fui yo quien lo hizo. De todos modos, no sabia que estaba embarazada, solo queria que probara algo bueno para su belleza, no fue intencional“.
Con la garantia de su madre, Patricia se sintió aliviada, “Mamá, espera, voy a buscar el azafrán! Tienes que poner mucho, jojalá esa mujer pierda mucha sangre!”
Mientras tanto
En la habitación de Perla.
Esther estaba acostada en la cama individual, observando todo en la habitación.
Se quedo en esta habitación, para ver si podia recordar algo más.
Pero aparte del fuerte sentimiento de familiaridad y los fragmentos de memoria que surgieron al oir el sonido de la caja de música rota, ya no sentia nada por todo lo demás en la habitación.
El telefono celular sono de repente, era una videollamada
Esther lo cogio y vio, efectivamente, era Señor Perfecto quien llamaba.
“¿Que estas haciendo?” El sonido del hombre era profundo, maduro y resonante
Adrian de vez en cuando levantaba la vista de los documentos para ver a Esther en el video.
Se podia ver que estaba muy ocupado, pero aun asi se tomó el tiempo para verificar su estado, ¿realmente se preocupaba por ella?
Esther respondió con pereza: “Estoy descansando, me voy a echar una siesta”
Adrian frunció el ceño, levantó la vista de los documentos y la miró seriamente, Olvidaste lo que te dije antes?”
Esther respondió: “No lo olvidé! No comer nada fuera, no dormir fuera, y especialmente ahora no puedo beber fuera.”
El hombre gruno. Todavia planeas echarte una siesta en la casa de otra persona?”
Esther torció la boca, “Estoy un poco cansada, todavía no me he dormido! Señor Perfecto, Leonardo me dijo que esta era la habitación en la que vivia
cuando era niña.”
Pensando en las injusticias que Esther pudo haber sufrido cuando era niña, los ojos de Adrián estaban llenos de compasión, “¿Y que? ¿Quieres volver a
vivir alli?”
Esther negó con la cabeza, “No, solo quiero quedarme un poco más en esta habitación, a ver si puedo recordar algo de cuando era niña“.
El hombre dijo: “No importa si no puedes recordar, olvida las cosas desagradables del pasado, estaré contigo de ahora en adelante, solo necesitas preocuparte por el futuro“.
Adrián rara vez decia cosas tan conmovedoras, Esther estaba sorprendida, se sintió muy cálida, pero se rio y dijo, “Señor Perfecto, si dices cosas cariñosas en la oficina a través del teléfono, ¿tus empleados pensarán que estás loco?”
Adrián la miró enfadado, “¿Entonces estas consciente de que solo te diría estas cosas a ti? ¿Y no muestras ninguna reacción?”
Esther se rio alegremente, puso su mano en los labios y soplo un beso, Señor Perfecto, te amor
La cara desvergonzada y guapa del hombre se iluminó de repente. “Traviesa! Si algo sucede, recuerda llamarme, iré a buscarte”
Esther asintió, “De acuerdo! Voy a colgar, adiós, Señor Perfecto!”
Después de decir esto, colgó el teléfono inmediatamente, sin esperar la respuesta del hombre.
Al otro lado del teléfono, Adrian.”
¡Esa chica traviesal Siempre cuelga tan
rápido!
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Sin embargo, Esther no colgó el teléfono tan rápido a propósito, fue porque oyó un ruido fuera de la ventana….
No le dijo a Adrián para no preocuparlo.
Después de colgar el teléfono, se levantó, se acercó a la ventana, la abrió y miró afuera, “¿Hay alguien ahi?”
No vio a nadie, Esther sintió que algo andaba mal, jestaba segura de que habia oido un ruido!
Miró hacia abajo otra vez, de repente vio a un niño colgando del balcón del vecino, podría caerse en cualquier momento!
Aunque solo es el segundo piso, para un niño tan pequeño, las consecuencias de una caída podrían ser fatales!
“¡No te muevas! ¡Es peligroso!”
Sin pensarlo dos veces, Esther se dirigió rápidamente al balcón, saltó para salvar al niño y luego volvió con él en brazos, lo llevó a la habitación.
El niño era el mismo que Patricia había obligado al Señor Perfecto a adoptar con ella.
Su cabeza estaba vendada debido a una lesión de hace unos dias.
Esther hizo que el niño se sentara, se agacho frente a él y preguntó seriamente¿Cómo terminaste solo en el balcón? ¿Dónde está la persona responsable de cuidarte?”
Max parecia muy asustado, la miró fijamente, “mala
Esther acababa de salvarlo y él la señalaba y la llamaba mala, se sintió un poco molesta, “¿Quién te dijo que soy mala?”
La voz de Max era muy baja, “mama…”
Esther rio con sarcasmo, “Y tu mamá es buena?”
Max se quedo en silencio, recordó a Patricia y negó con la cabeza asustado…
Esther abrió los ojos de par en par, este niño ya conocia la verdadera cara de Patricia, parece que su vida aqui no ha sido fácil.
¿Como terminaste solo afuera? ¿Sabes lo peligroso que es? No puedes hacer eso de nuevo, si no te hubiera visto, podrias haberte caido!”
Max todavia no podia hablar en oraciones completas, solo podia decir palabras claves, “miedo correr me cai”
Esther frunció el ceño, “Miedo? ¿De qué tienes miedo?”
Los ojos de Max comenzaron a ponerse rojos, miro nerviosamente alrededor para ver si había alguien que le diera miedo, y luego dijo con voz llorosa. Tengo miedo de mama… mucho miedo.”
Esther conocia el carácter de Patricia, ella sabia que este niño solo era una herramienta para Patricia, ahora que no podía usarlo para amenazar a Adrian, Patricia definitivamente no seria amable con él.
“¿Qué pasó? ¿Ella te golpeo?”
“Quemado..” Max señalo su boca: “Comer… caliente malo…
Esther miró los labios hinchados y rojos del niño, había sido quemado recientemente.
La piel de los niños era la más delicada, ¿cómo no iba a entristecerse al verlo herido?
Ahora, como una futura madre, al ver a un niño tratado de esta manera, se sintió muy incómoda e incluso enojada.
“Vamos, vamos a buscar a Leonardo, dile quién te hizo esto! Esther levantó a Max, preparándose para llevarlo a buscar a Leonardo.
Aunque no le gusta la personalidad de Leonardo, tenia que admitir que Leonardo era una persona justa, no era malicioso y cruel como Patricia.
Y en la familia Ibarra, Leonardo tenia la posición más alta, tenia suficiente poder para controlar a Patricia, así que podia defender la justicia de este niño
Sin embargo, la reacción de Max fue extremadamente fuerte, tan pronto como escuchó que iban a salir, comenzó a llorar de miedo, agitando sus manitas, luchando con todas sus fuerzas, “No! No, no quiero salir no quiero…
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Capitulo 818
Capitulo 818
El niño luchaba con todas sus fuerzas, Esther no podía controlarlo, así que tuvo que volver a ponerlo en el suelo, “Bueno, no vamos a salir por ahora, te dejaré aquí por un rato más.”
Max volvió al suelo, se retiró a la esquina como si hubiera visto un fantasma, y se acurrucó, abrazándose las rodillas.
Esther lo miró con su rostro de pena, frunció el ceño, “No tardaré en salir de esta habitación, ¿cuánto tiempo crees que puedes esconderte aquí solo? ¿Qué haras si tienes hambre o sed? La gente de la familia ibarra te encontrará tarde o temprano”
Al escuchar la palabra ‘encontrar, los hombros de Max empezaron a temblar violentamente, asustado hasta los huesos…
Mirándolo, Esther no pudo evitar sentir un poco de compasión Ella también fue asi cuando era niña, sola y desamparada.
Aunque su madre la confió a Juan Galán en un acto de desesperación, Juan resultó ser poco confiable y la envió a vivir con parientes en el campo.
En el hogar de los parientes de la familia Galán en el campo, se sentia aún más como una extraña. La familia la aceptó solo para recibir los pagos de manutención que Juan prometió cada mes
Resultó que Juan solo pagó dos meses de manutención y después nunca más pagó.
Desde entonces, la actitud de sus parientes hacia ella empeoró, incluso no permitian que comiera en la misma mesa que ellos.
Como todo el pueblo sabia que era una niña a la que nadie le importaba, los niños del pueblo se divertian intimidándola
Frecuentemente era intimidada por niños mayores, ya que nadie se preocupaba por ella si sufria daño, mucho menos alguien que se interpusiera por ella, ni siquiera alguien que llamara a la policia por ella.
Una vez, fue empujada a un pozo seco en las afueras del pueblo por una broma cruel de los hijos de sus parientes. Pasó tres días y tres noches alli, sin importar cuanto gritara pidiendo ayuda, nadie vino a rescatarla..
Ese miedo, esa desesperación, esa sensación de impotericia, todavia la perturbaba cuando lo recordaba.
Desapareció durante tres dias y tres noches, y ninguno de sus parientes salió a buscarla. Preferirian que no volviera, al menos asi podrian ahorrar algo
de comida.
Finalmente, un fotografo que pasaba por el pueblo la encontró y la rescató del pozo. El fotógrafo también expuso su historia, lo que provocó la atención
de la sociedad.
Sus parientes fueron condenados por los internautas y acusados por sus vecinos, lo que los hizo odiarla aún más, pero no pudieron hacerle nada debido a la presión de la opinión pública.
Cuando la tormenta paso, la enviaron a un convento.
El convento era un lugar tranquilo, la comida era simple, pero era mucho mejor que comer las sobras en la casa de sus parientes
Alli, nadie la intimidaba.
La hermana Claudia en el convento era muy amable y se preocupaba mucho por ella.
Le enseño a defenderse, incluso uso el dinero del convento para enviarla a la escuela, dándole la oportunidad de crecer adecuadamente.
Después de la secundaria, comenzó a ganar becas y a administrar su pequeño negocio en secreto.
Una vez que tuvo dinero, devolvió el dinero del colegio a Claudia, remodeló el convento y castigó a aquellos que la habian intimidado.
Mirando atras, aunque había tenido desgracias, también era afortunada.
Cuando su vida estaba en peligro, fue aquel buen fotógrafo quien la salvo.
Cuando fue rechazada por sus parientes, alguien estuvo dispuesto a darle un hogar y a prestarle dinero para que pudiera ir a la escuela.
Pero ahora, este niño llamado Max, que era más joven que ella en aquel entonces, no podia cuidarse de si mismo
Estaba atrapado en una familia poderosa como la familia Ibarra, sin importar como sea tratado, no podia llamar la atención de la sociedad.
Y ahora ni siquiera podia hablar claramente, no iba a poder expresar lo que había pasado, solo podia ser manipulado por Patricia.
No podia escapar
Un niño tan pequeño. ¿cómo podría escapar de la familia Ibarra, escapar de Patricia?
Si este niño no encontraba a su salvador, entonces, jella estaba dispuesta a ser el salvador en la vida de este niño!
Capitulo 819
Esther se puso a pensar y luego le preguntó a Max, “¿Quieres marcharte de aquí, chico?”
Max parecia nervioso, pero asintió
Esther preguntó de nuevo, “¿Y si te pegas la fuga, a dónde te gustaria ir?”
Max trató de expresar sus pensamientos, “Al orfanato.”
Al orfanato?
Parecia que preferia incluso regresar al orfanato, al parecer su vida en la familia Ibarra no debía ser agradable.
Esther le acarició la cabeza con delicadeza, tratando de consolarle y ganarse su confianza, “Quiero ayudarte, pero tienes que entender que soy solo una invitada en la familia Ibarra y Patricia es tu tutora legal. No puedo hacer nada para que te vayas de aqui a menos que encontremos pruebas de que ella te maltrata y podamos quitarle la tutela
Max escucho atentamente, pero no entendia bien, la miraba confundido
Esther se percato de que lo que decía era demasiado complicado para Max
Suspiró y dijo, “Lo que quiero decir es que tienes que tener paciencia y esperar al momento adecuado. Cuando llegue, te ayudaré a escapar, ¿vale?”
Max se quedó paralizado por un momento, pero poco a poco bajó la guardia y asintió obedientemente
Esther le advirtió explicitamente. Para protegerte, tienes que aprender a tener paciencia. Si te encuentras con problemas, no muestres resistencia de inmediato Resistir solo hará que los malos se vuelvan más feroces. Finge que les caes bien, entendido?”
Max volvió a poner cara de no entender.
Esther no se apresuro, se quitó un collar del cuello y se lo puso a Max, ajustándolo a su tamaño.
“Esto es mi amuleto, tiene poderes mágicos. Mientras lo lleves, te protegera y nadie podrá hacerte daño. Pero no puedes llorar, ¿vale?”
Esta vez, Max entendió en su mayoria Acarició con cariño el collar en su cuello y asintió con fuerza.
Esther lo animo, “Bien, creo que puedes hacerlo Cuando veas a tu mama, no importa cuanto miedo tengas, recuerda que no puedes llorar, tienes que llamarla mama con una sonrisa. Asi ella no te hará daño”
Al oir que estaba a punto de ver a la “mama” que le daba miedo, Max volvió a asustarse y su pequeño cuerpo comenzó a temblar.
Esther lo consolo con paciencia, “Sé que tienes miedo, pero recuerda que ahora tienes este amuleto mágico para protegerte. Así que no tienes nada que
temer
Max miró a Esther con una mirada llena de determinación, “Si, no tengo miedo!”
Esther volvió a acariciarle la cabeza con ternura, luego le acostó en la cama para que descansara.
Cuando despertara, tendría que enfrentarse a la mala
Era demasiado pedir a un niño tan pequeño que aprendiera a ser paciente, era muy duro y triste
No tenia otra opción, solo consiguiendo pruebas de que Patricia maltrataba al niño podria realmente salvarlo. ¡Tenia que ser paciente y no arruinar todo por una tonteria!
Pronto fue la hora de la cena en la casa de los Ibarra.
Martin vino a invitar a Esther a bajar a cenar..
“Srta. Galán, la cena está lista Gustavo, Brenda Ibarra y el Sr. Ibarra me pidieron que viniera a buscarla.”
La voz de Esther se escuchó desde la habitación, “Está bien, ya lo sé. Anda, ve a hacer tus cosas, bajaré en un rato.”
“Bien, Srta. Galán.”
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Capitulo 820
Capitulo 820
Cuando Esther salió de la habitación con Max, Zeus estaba aún en la puerta, pegado a la pared viendo su celular.
Al escuchar la puerta, Zeus se puso recto al instante, mostrando una actitud de respeto hacia su jefa.
Al ver a Esther con un chiquillo, Zeus se sorprendió. ¿Qué había pasado?
Había estado cuidando la puerta todo el tiempo, sin dejar que nadie molestara a la Srta. Galán mientras descansaba. ¿Cómo es que el hijo de la Srta. Ibarra pudo salir de la habitación?
“Srta. Galán, ¿qué hace este niño en su habitación?”
Esther respondió, “No tengo ni idea, solo vi que entró corriendo desde el balcón
¡Ah, por eso fue!
Zeus penso que era imposible que el hubiera dejado entrar a alguien, y dijo respetuosamente, “Lamento mucho que este niño la haya molestado, déjemelo a mi Puede ir a comer.”
Esther asintió y llevó a Max hacia Zeus.
Sin embargo, Max se aferraba fuertemente a la mano de Esther, sin querer soltarla.
Había tenido un sueño muy tranquilo en la habitación, hacía mucho tiempo que no dormía tan bien, tenia pesadillas todos los días.
Esta mujer estuvo a su lado todo el tiempo, acariciandolo suavemente e incluso cantándole una canción de cuna, lo que le hizo sentir muy seguro.
¡Esta mujer era buena, no era como las malas personas que su mama le decia!
Esperaba poder quedarse con ella.
Viendo esto, Zeus se preocupó de que Max pudiera molestar a la Srta. Galán y rápidamente dijo: “Max, ven aqui, te llevaré con tu mama.”
Al escuchar la palabra ‘mama‘, Max estaba aún menos dispuesto a soltar la mano de Esther.
Esther levantó la mano y acarició la cabeza de Max, diciendo suavemente, ¿Recuerdas lo que te dije?”
Max se quedo boquiabierto, asintió, luego obedientemente soltó su mano y se dirigió por sí mismo hacia donde Zeus.
Zeus se quedo estupefacto, Max no le hacía mucho caso a la Srta. Ibarra últimamente.
Pero parecia que escuchaba lo que decia la Srta. Galan, era bastante increible.
Zeus levantó a Max y lo llevó de vuelta con Patricia.
Esther miraba cómo Max se alejaba, sintiéndose un poco preocupada en su corazón, esperaba que pudiera calmarse.
Bajando las escaleras, vio que la mesa del comedor estaba llena de platos deliciosos.
Pero no había nadie alrededor de la mesa, Gustavo Ibarra y Brenda probablemente aún no habían llegado, y Leonardo tampoco estaba.
Esther se acercó, se sento en una silla y esperó a los demás mientras jugaba con su celular.
“¿Qué haces aquí? ¿Quién te dio permiso para sentarte aqui?”
No habia pasado mucho tiempo desde que se sentó cuando escuchó una voz aguda preguntandole
Al levantar la vista, vio que era la Sra. Ibarra, luciendo un traje lujoso.
La Sra Ibarra acababa de salir de la cocina y al ver a la maestra de su hijo sentada en la mesa, se mostró muy insatisfecha.
Esther respondió. “¿Hay algún problema, Sra. Ibarra? ¿No puedo sentarme aqui?”
La Sra. Ibarra dijo con enfado. ¿Crees que tienes derecho a sentarte aqui? Eres solo una maestra, ¿quieres cenar con nosotros en nuestra casa? (Creo que no te das cuenta de tu lugar! Sal de aquil ¡Estos platos son para los invitados de nuestra casal”
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