Un Divorcio Tras Mi Renacer por Lluvia C. Castillo
Capitulo 22

Capítulo 22

Cada vez más personas participaban en la opinión pública.

Con los recuerdos de su última vida, Delicia recordó qué más ocurrió.

Mientras ella y Alvaro no se divorciaran, esa gente seguiría metiéndose con ella, y la única forma para ella era marcharse…

Sospechaba que Yolanda estaba bien, y esas personas se empeñaban en volverla loca, con la esperanza de que Alvaro se divorciara de ella.

Nadie habría pensado que ella, que sólo dependía de Alvaro, se iría.

Por eso su marcha temporal de la ciudad fue también un contraataque.

-¿Te acompañaré?

-No hace falta. Además… -pensó Delicia, y dijo:-Si Alvaro te amenaza en este caso de divorcio, dime y déjamelo.

-¡No tengo miedo a él!

Elena lo dijo firmemente.

Delicia apoyó la frente:-Haz lo que dije, Elena.

Desde que Alvaro estaba en el poder, siempre era una persona indiferente con los demás, y sólo fue amable con ella, pero ahora…

No quería que Elena sufriera por ella.

-Te ayudaré hasta final. -Elene insistía.

Delicia se movió.

—

En camino al aeropuerto.

Delicia recibió una llamada de Isabel, quien estaba furiosa:-Delicia, ¿cómo te atreves a hacer la demanda del divorcio? Retírala.

Delicia frunció el ceño.

Su suegra pensaba que su hijo debería ser querido por todas las mujeres, ¡pero ninguna mujer es digna de su hijo!

Siempre estaba orgullosa de su hijo, y en ese momento todo el mundo hablaba del caso de divorcio de su hijo.

Era definitivamente la mayor broma en la ciudad. ¡Así que Isabel se volvió ansiosa!

Ven a verme enseguida. –la mandó a Delicia al no recibir su respuesta.

Delicia abrió la ventanilla, entró el viento frío que le heló.

115 BOROS

Preguntó impaciente:-¿Por qué? ¿Vas a pagarme para comprar mis derechos?

«¿Quiere pisotearme por los medios más comunes?»

Isabel:-¡Delicia!

Si tu hijo firma en el acuerdo, ¿por qué presenté una demanda? No me vuelvas a llamar. ¡Dilo con tu hijo!

Y colgó directamente Delicia.

Al soplar el aire frío, de repente se sintió relajada.

Nadie sabía cómo se sentía ella después de defenderse, que había estado oprimida durante muchos años. Tal vez estaba un poco asustada.

Pero más, aliviada.

Desde revivir, hizo muchas cosas increíbles, y cada una de ellas era algo de lo que más quería hacer antes pero no podía por Alvaro.

En la casa de Jimenez.

Isabel estaba ciega de ira, rompió todas las cosas en la mesa:-¿Quién es? ¡Cómo se atreve!

Antonia la consoló:-Tranquila, tranquila, mamá. Cuidate. Mi cuñada…

-¡No es tu cuñada! ¡Tu hermano va a divorciarse de ella! -Isabel le interrumpió

con una voz severa.

Cuando se trató del divorcio, Isabel iba a ser más furiosa.

Deberían haberse divorciado hace tiempo, y era ella la que había pedido el divorcio. ¡Le dio la vergüenza a la familia Jimenez!

Sí, sí, sí. La abandonaría mi hermano, tranquila, mamá.

Si tu hermano fuera tan obediente y filial como tú, no habría dejado que me molestara.

© HIS BONOS

En el aeropuerto.

Delicia recibió por correo electrónico el informe de evaluación que pidió antes. La opinión pública continuaba.

Los ciberacosadores seguían enviándole amenazas.

Pensaban que no podía ser tan cruel aunque su marido la engañó, Esas personas llevaban dias maldiciéndola.

Una llamada desconocida:-Hola, soy de la Empresa de Entretenimiento de la Ciudad de México.

Tengo alguna noticia sobre la familia Jimenez.

Al colgar, recibió una llamada de Alvaro.

Delicia contestó:-Aló.

—¿Dónde estás? —preguntó indiferente.

Delicia: ¡No tiene que ver contigo!

-¿No sabes lo que está pasando fuera? Vuelve a casa. el hombre estaba impaciente.

Sabía que Delicia no estaba en el Palacio Jazmines.

Eligió la hora de descanso de todos para irse, así que nadie la vio.

-Envíame tu ubicación y haré que Pablo te recoja.

Delicia cerró los ojos.

«¿Está preocupado por mi? ¿Preocupado de que esté en peligro porque todo ell mundo me critica?»

Si no hubiera sabido lo que pasó, le habría conmovido.

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