Despidiéndose de mi amor -
Capítulo 133
son estudiantes muy destacadas uno de ellos intentó ganarse su favor y le hizo una señal al gerente.
El gerente lo entendió de inmediato y pronto trajeron a una bella mujer de aspecto bastante inocente. Esa mujer parecía ser nueva y estaba un poco tímida. Alguien le susurró a Julio:
-Todavía es una novata.
Bajo la luz tenue, la mirada de la mujer se posó en Julio, y fue al instante cautivada por su apariencia. Tímidamente se acercó: -Señor, brindo.
Julio solo la miró sin beber. Comparada con ella, se dio cuenta de que Silvia era aún más hermosa. Su actitud indiferente desconcertó por completo a la gente. Uno de ellos bromeó:
jo, ¿es porque la «pequeña sorda» ha regresado y ya no tienes és en otras mujeres?
Hoy David no había venido, pero los amigos de Julio estaban de acuerdo con el apodo de David para Silvia. La chica del club escuchó de inmediato la broma de los amigos de Julio y se sintió intrigada.
-¿Quién es la «<pequeña sorda>>?
La expresión de Julio empeoró en ese momento. Sus amigos a su lado no lo notaron y se lo explicaron detalladamente: -Es la exesposa del señor Ferrer.
La joven no pudo evitar sentirse sorprendida. ¿Cómo era posible que alguien realmente tan talentoso como Julio estuviera casado con una sorda? Se sintió muy compasiva hacia Julio y ganó confianza en sí misma. Después de todo, ¿no era ella mejo que una sorda?
-Señor Ferrer, me llamo Marina Díaz. Si no quieres beber este trago, puedo hacerlo por ti.
-25 BONUS
Después de decir eso, tomó el vaso y lo vació. Hoy ese hombre seria definitivamente suyo.
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-¿Qué opinas al respecto? -le preguntó Julio.
Los amigos a su alrededor estaban sorprendidos:
-Julio, ¿qué te pasa?
Él no respondió en ese instante, solo miró a Marina.
-¿Algún comentario?
El aura del hombre hacía que Marina no se atreviera a mirar directamente a sus ojos, sacudió la cabeza:
-No.-
Ella pensó que Julio solo quería ponerla a prueba, así que no le prestó demasiada atención. Pero los amigos de Julio sabían muy bien que él era alguien que no cambiaba de opinión fácilmente, y que el trabajo de Marina había sido en vano.
Marina aún no sabía que en el futuro no recibiría ninguna
recompensa en el club, y que nadie se atrevería a darle dinero. Ella- fue aún más lejos y le mencionó a Silvia:
-Señor Ferrer, ¿tu exesposa no era muy buena?
Los demás de repente guardaron absoluto silencio.
Julio la miró, con una mirada de total indiferencia:
-¿Cómo lo sabes?
-Lo siento, pero tengo la sensación
de que no está feliz-le dijo Marina con una amplia sonrisa en los ojos y ΕΠ una mirada encantadora. The
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Julio se recostó perezosamente en el respaldo de la silla, levantando con ligereza las cejas:
-Estás en lo cierto, ella no era buena.
venir a comprobar qué haces? -dijo alguien.
Marina, que estaba sentada junto a Julio, se dio cuenta en ese instante de que la hermosa mujer que estaba de pie en la puerta con una actitud de superioridad total era de hecho, la exesposa de Julio.
No le había prestado mucha atención
antes, pero ahora que lo pensaba detenidamente, la mujer tenia m grandes rasgos delicados, una figura muy encantadora y, lo más
destacado, sus ojos parecían
contener un manantial claro, eran realmente inolvidables.
¿Una mujer tan hermosa era realmente sorda? Se sintió un poco triste.
Julio no respondió a las palabras de sus amigos, se puso de pie y dijo: -Tengo asuntos importantes que atender, me voy.
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