Capitulo 25

Realmente necesitas dinero?”. Después de dejar a Amelia, Teófilo preguntó casualmente..

Amelia no dijo nada, bajo la cabeza y salió del auto.

“Esto es para ti, no tengo costumbre de llevar efectivo, mañana te traeré más“. Teófilo sacó algunos billetes del auto y los delò en la mano de Amelia. “No te degrades por dinero, aunque estés acostumbrada a vivir en la opulencia, no eres una verdadera dama de sociedad, incluso si lo fueras, deberías ganarte la vida con sudor“.

Humillarse para ganar dinero era despreciable.

A pesar de que en el pasado había tenido cierto cariño por Amelia, Teófilo frunció el ceño y le dio un consejo.

Además, Amelia acababa de protegerlo.

Amelia miró el dinero que Teofilo le ofreció, pero no lo tomó y se fue.

Para ella, eso era una humillación.

“Te parece poco?“. Teofilo se enfurecio. ¿Cuánto dinero te dan esos tipos como Armando? ¡Maldita sea, te daré el doble si duermes conmigo!“.

Despues de hablar, Teófilo no se dio cuenta de que sus orejas ya estaban rojas.

Maldición…

Se maldo internamente. Teófilo sintió que habla ido demasiado lejos.

Amelia mordió la esquina de su labio, le lanzó una mirada furiosa a Teófilo y no dijo nada, luego corrió hacia el callejón.

“Maldicion…. Teofilo maldijo de nuevo, estaba loco, ¿quién no sabia que Amelia estaba manchada, que cualquier hombre le servia y que encima estaba enferma?

En el taller de reparaciones de autos de Damaso, Lázaro ya estaba dormido.

Quizás por haber crecido junto a Damaso, Lázaro dormia particularmente bien en la pequeña y destartalada casa de Damaso.

“Tu duerme con Lázaro en la cama, yo iré al sofà“. Damaso era pobre, no podia permitirse una casa en Bella Maravilla, el taller de reparaciones era sólo para trabajar, pero Damaso lo había arreglado un poco y era aceptable para vivir, sólo era un poco frio en invierno.

“Hermano“. Amelia llamó suavemente. “Mañana, quiero buscar un trabajo“.

“Claro, hermana, te ayudaré a buscar. Es hora de que tengas un trabajo“. Damaso sonrió y encendió la estufa eléctrica para Amelia. “Asi estará calentito“.

“Hermano, no hace falta que la enciendas, ahorremos en la factura de electricidad“. Amelia tambien le sonrio a Damaso.

Sus ojos estaban claros y llenos de lágrimas.

Damaso no pudo soportar ver a su hermana sufrir y se fue al sofá.

Aunque Amelia no debió aparecer en la familia Suárez, había vivido realmente como una dama de sociedad durante veinte años, y ahora tenía que vivir dias dificiles. Damaso pensaba que ella no se adaptaria.

Pero… era tan sensata que hacia que uno le doliera el corazón.

Esa noche. Damaso no durmió en absoluto, pensó constantemente en cómo podía hacer para que Lázaro y Amelia tuvieran una vida mejor.

Su madre estaba en prisión, su padre habla muerto de enfermedad hace tiempo, y no tenia muchos ahorros, todo lo habla gastado en la educación de Lázaro.

Se habia sacrificado a sí mismo, no podia permitir que el niño sufriera.

Pero reparar autos no era un plan a largo plazo y no generaba mucho dinero. Tenía que considerar ganar más dinero, al

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menos para darle a Amelta y Lázaro un hogar en Bella Maravilla.

Damaso, ¿como vas con lo que te comente? Realmente quiero que vengas a ayudarme“.

Alamanecer, un compañero del ejercito llamo a Damaso.

habla sido un soldado de fuerzas especiales y se habla retirado por una lesión,

Sur companero habia fundado una empresa de seguridad y quería que él se uniera.

Esa empresa de seguridad atendia a las familias adineradas de Bella Maravilla y ofrecia un salario alto.

Damaso habla rechazado la oferta anteriormente para cuidar de Lázaro, pero ahora que Amelia estaba libre, tenía que salir y ganar dinero.

“Damaso, la bla de la familia Liia se casó con un rico comerciante de Mar de la Amistad hace años, resulta que el comerciante munió repentinamente de un Infarto. Ella volvió a Bella Maravilla con casi mil millones en herencia y necesita un quandaespaldas de confianza. Considera la oferta, es muy generosa, Sabes que la familia Lira sólo está por debalo de lox Gallego. Antes de que Wilson tomara el mando de los Gallego, los Lira estaban a la par con ellos, pero ahora solo queda la señorita Lira como única hija“.

Damaso frunció el ceño en señal de duda. No le gustaban los hijos de familias ricas, especialmente esas caprichosas herederas, pero necesitaba dinero. “Está bien… lo intentaré“.

Al otro lado de la linea, su compañero parecia sorprendido. “Aceptaste, Damaso? ¿Estás en apuros o de repente te caiste del nido?“.

Damaso quando silencio por un largo rato antes de responder. “Mi hermana ha salido de prisión, tengo que mantener la casa“.

“Entendido, nos vemos mañana para que te presentes.

Tras colgar, Damaso se dirigió a preparar el desayuno para Amella y Lázaro.

Amelia parecia estar enferma, habla tenido flebre durante la noche y seguía dormida profundamente, no dio señales de despertar hasta las ocho y media.

*Tio, creo que mamá está enferma, Lázaro tocó la frente de Amelia, saltó de la cama y buscó un medicamento para la gripe para preparárselo a su madre.

Damaso corrió a la habitación y también tocó la frente de Amelia.

Estaba ardiendo, eso no estaba bien, tenlan que ir al hospital de inmediato.

“Lázaro, quédate en casa hoy, portate blen. El tlo llevará a mamá al hospital, ¿está bien?“.

Lazaro asintió obedientemente.

Damaso cargó a Amelia en sus brazos con nerviosismo, ella estaba muy ligera, casi ni tenia peso.

“¿Donde está Amelia?“. En la puerta, un auto negro se detuvo y la voz de Horacio sonó con impaciencia.

Damaso trunció el ceño y miró a Horacio con ira. “¿Qué más quieres hacer?“.

Horacio echó un vistazo a Amelia, estaba pálida y en brazos de Damaso, sintió un apretón en el pecho.

“Ella le debe a Carolina, tiene que pagar“. Horacio le indicó a Damaso que le entregara a Amelia.

“Amelia està enferma, la llevaré al hospital primero. En cuanto a la deuda con Carolina, mi hermana y yo la saldaremos“. Damaso estaba ansioso por llegar al hospital y no quería perder tiempo discutiendo con Horacio.

Pero Horacio no estaba dispuesto a dejar ir a Amelia. ¿Enferma? Seguro que es una actuación. Aunque esté muerta hoy. se vendrá conmigo“.

No crela en Amelia, sin importar lo que hiciera, siempre pensaba que estaba fingiendo.

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