Ni en la muerte -
Capítulo 16
Ni en la muerte me detendrán.
Capítulo 16 Arregla tu actitud
Clotilde respiró aliviada y al final sonrió.
Lectura terminada
-Lo ve, agente Lozano? -Por si acaso él no era capaz de verlo con claridad, golpeó la pared una vez más sin dejar de mirar a Valentin.
¡El golpe del martillo también golpeó el corazón de Valentin! Aún más de la pared se derrumbó y expuso lo que había dentro. ¡Era una cabeza humana! Clotilde vio que Valentin estaba muy conmocionado, así que sonrió ampliamente y dijo con voz traviesa:
-Te acabo de mentir, aqui no hay detector de señal, asi que puedes encender tu teléfono y llamar a tus colegas, agente Lozano.
Valentin encendió rápido su teléfono y vio que tenia un montón de llamadas perdidas y mensajes de su tía y Camila. Valentin entendió de repente por qué Clotilde le habia mentido. Si hubiera contestado la llamada de su tia mientras conducia hacia alli, quizás habria dado media vuelta en lugar de ir al lugar.
Valentin llamó a la policia con sentimientos encontrados en el corazón, y luego, en lugar de devolver la llamada a su tia, le preguntó a Clotilde:
-¿Cómo sabias quién era el asesino? ¿Y como sabias que éste era exactamente el lugar donde escondió la cabeza desaparecida?
Clotilde no iba a contarle lo que había sucedido en su vida anterior: por aquel entonces, este asesino no fue detenido tras su primer crimen, por lo que se volvió cada vez más audaz, matando a más de diez personas antes de ser al final arrestado. Cuando por fin le detuvieron, habia relatado tranquilamente por televisión cómo habia matado a la primera persona.
En realidad, fue un accidente. Habia subido al mismo tiempo que la víctima, y ésta le había gritado al reléfono: -¡Tengo 400 mil, pero prefiero morir antes que dirtelos!–. Asi que pensó solo en robar el dinero y entró en su casa después de que la victima se hubiera ido a vender, pero ella regresó de forma inesperada poco después, y él la mató presa del pánico.
Ella lo habia mordido antes de morir, y él temía que la policia pudiera encontrar alguna pista en su boca, así que
le cortó la cabeza y la escondió en su propia casa durante los 10 años siguientes.
Este asesino era en realidad ayudante de un médico forense, así que, para ocultar su celular, utilizó sus conocimientos profesionales para limpiar la escena del crimen y no tocó ni un centimo. Como no lo atraparon, de repente se dio cuenta de que, después de todo, no era tan dificil matar a alguien.
Dijo que cuando se dio cuenta de esto, también se dio cuenta de que estaba perdiendo el control de si mismo, y siempre deseó que alguien lo detuviera mientras seguia matando a otros durante los 10 años, siguientes.
Clotilde sonrió y penso, por eso estoy aquí, estoy aqui para detenerlo.
-Una niña me contó todo esto. No sé por qué quiso contarmelo, y tampoco sé dónde está. Diré lo mismo más tarde, cuando me tomen declaración.
Valentin apretó los dientes con rabia.
-¿No sabes que puedo arrestarte por cómplice?
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-No lo harás.
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-Por qué motivos–Antes de que Valentín pudiera terminar de hablar, sonó su teléfono y su rostro cambió de inmediato tras la llamada,
-El propietario de esta unidad es Cain Zamora, ayudante de médico forense. Pero lleva dos días sin ir a trabajar, ilo que significa que se ha escapado!
Se volvió de repente para preguntar seriamente a Clotilde:
-¿Sabes dónde se ha metido?
Clotilde entrecerró los ojos y pensó un rato antes de decir con calma:
-Tal vez… ha descubierto que asesinar gente es muy divertido y ahora está en casa de la próxima victima. -¡Clotilde!-Valentin alzó la voz-. Aqui está en juego la vida de alguien, ipodrías ser más seria, por favor! Clotilde dejó de sonreír, y su rostro pequeño y delicado se volvió frío al instante.
-¡Ya que sabes que la vida de alguien está en juego y necesitas que te dé información, será mejor que arregles esa actitud tuya!
Su aguda mirada hizo que Valentin diera un paso atrás, pero Clotilde no se preocupó por su reacción, sino que trató de recordar lo que había sucedido entonces. Recordó que después de que Caín matara a su primera victima, volvió a cometer un crimen menos de un mes después, y se suponía que la fecha real era mañana.
Pero ahora que llevaba dos dias desaparecido, la única explicación era que había torturado a la victima durante dos días en su casa antes de matarla al tercer dia. Esta vez ella estaba cerca, lasi que no iba a permitir un segundo asesinato!
-No sé exactamente dónde está continuó Clotilde sin cambiar de expresión-. Pero sé cómo encontrarlo. Pero antes tienes que creer en mis palabras. Para empezar, no me mire asi, agente Lozano.
Valentín frunció los labios, como si aún estuviera considerando si ella decía la verdad. Pero Clotilde sabía que la siguiente victima esperaba a ser rescatada y no tenía tiempo que perder. Preguntó directamente:
-Deberías tener dos teléfonos, ¿verdad?
Valentin se tomó un momento para reaccionar y le pasó su teléfono personal. Antes de pasárselo, programó la función de marcación rápida para que llamara a su teléfono del trabajo, de modo que, si Clotilde descubría algo, pudiera pulsar el botón -1 y ponerse en contacto con él de inmediato.
Clotilde se sintió muy satisfecha de que por fin entendiera que iban contrarreloj, asi que tomó el teléfono y le dijo con una sonrisa:
-Puedes hacer que la policía limpie este lugar, por si Cain vuelve y poder arrestarlo aquí. Podría llamarte en cualquier momento, será mejor que te asegures de que puedes llegar al lugar donde estoy lo antes posible.
Valentin asintió. Tenía un localizador en su teléfono personal, pero no lo mencionó. Clotilde extendió su delicada mano y la agitó delante de él.
-Bueno, idame dinero para tomar un taxi!
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Capitulo 16 Arregla tu actitud
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Valentín le pasó toda su cartera y, aunque seguía sintiendo que toda esta situación era muy extraña, dijo:
-No sé lo que vas a hacer, pero… ten cuidado.
Clotilde sonrió y se dio la vuelta para marcharse. En poco tiempo la policia había rodeado la zona, pero Clotilde ya había subido a un taxi en dirección a otro lugar.
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-A Residencias Nube, por favor.
Clotilde vio los lujosos apartamentos a lo lejos, y una luz brilló en sus ojos. Se alegró de tener una memoria fotográfica que recordaba hasta el más minimo detalle.
Pero lo que no esperaba ver al bajar era una limusina aparcada en la puerta de la finca. Miró por las ventanillas y se sorprendió de que Armando estuviera en el auto, con su apuesto rostro eclipsando a muchas celebridades.
Abrió mucho los ojos y preguntó
-¿Qué haces aquí?
En el auto, Armando la miró de reojo y se pregunto con el ceño fruncido, por que no podía deshacerse de esta mujer?
-Soy yo quien debería preguntártelo. ¿Me has seguido?
Clotilde resopló como respuesta. En ese momento, un hombre que parecia un guardaespaldas se acercó y le dijo a Armando:
-Señor Armando, Eva no está en casa y no hay señales de que hayan entrado a robar. Sin embargo, hay una nota pegada en la puerta que parece escrita con prisas. Dice que se ha ido a su ciudad natal por un tiempo y que volverá en unos días.
Armando frunció el ceño y se apresuró a decir:
-Llama a la policía. Eva no es el tipo de persona que desaparece asi. Llama a su familia…
-¡Aún está aqui! -Clotilde interrumpió de repente a Armando.
Clotilde lo miró con cara de asombro.
-¿Así que Eva es la secretaria jefe de tu empresa?
Por aquel entonces, las noticias habian publicado los nombres de todas las victimas, e incluían algo de información sobre Eva. El informe solo decía que era una mujer de carrera de altos vuelos, pero no indicaba para qué empresa trabajaba. Es la secretaria jefe de Armando, qué pequeño es el mundo, penso.
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