Receta para robarle el corazón al Dr. Farel novela completa
Capítulo 137

La cara de Evrie se puso roja como un tomate al instante.

El aliento cálido de Farel rozó su oreja, y en esa calle concurrida, su corazón comenzó a latir con fuerza.

Aunque sabía que Farel solo la estaba molestando, no podía evitar sentirse agitada.

—¿Ya estás tranquila? —le preguntó Farel levantando una ceja.

Las orejas de Evrie ardían.

Y en su interior, un pequeño júbilo comenzaba a brotar.

Pum—

Los fuegos artificiales estallaron en el cielo, iluminando todo como si fuera de día, y los gritos de asombro de los turistas resonaron a su alrededor.

Evrie miró hacia arriba por instinto, viendo las flores de luz que adornaban el cielo, era un espectáculo deslumbrantemente romántico.

Con los labios ligeramente abiertos por la sorpresa, sus ojos reflejaban la admiración.

Al instante, sintió cómo su nuca era agarrada por la mano de Farel, y un beso fresco y único se posó sobre sus labios.

Evrie abrió los ojos de par en par, mirando el rostro refinado y ampliado de Farel frente a ella, sus dedos se tensaron a los lados, pero por alguna razón no lo empujó.

¡Pum, pum, pum!

Su corazón latía más y más fuerte, como los fuegos artificiales sobre su cabeza, estaba a punto de estallar.

No muy lejos, Olivia observaba la escena desde la multitud. Era incapaz de ocultar su envidia.

Observaba fijamente el rostro de Evrie, como si quisiera grabarlo en sus huesos.

Olivia sacó su celular y marcó el número de Margarita, su voz fría salió entre dientes.

—Señorita Margarita, felicidades, la oportunidad de vengarte de Evrie ha llegado.

…copy right hot novel pub

Esa noche, Farel fue inusualmente paciente, y ellos encontraron una armonía y sincronía que nunca antes habían experimentado.

Por primera vez, Farel no la hizo llorar, sino que fue atento y tierno, llevando a Evrie a un éxtasis repetido.

Ella se aferraba a sus hombros, sintiendo como si una gran piedra que había en su corazón finalmente hubiera tocado tierra, y sus movimientos se relajaron bastante.

Al menos, no había destruido ningún matrimonio.

Después, Farel la llevó a bañarse.

La bañera del hotel era grande, con esencias de rosas para el baño a un lado. Farel colocó a Evrie en la bañera y luego comenzó a llenarla con agua caliente.

Evrie estaba agotada esa noche y se desplomó en la bañera, luchando por mantener sus ojos abiertos.

—Agárrate de los bordes, te ayudará a flotar. —

Una vez que el agua estuvo lista, Farel le dio unas palmaditas en la mejilla a Evrie para despertarla.

Ella abrió los ojos confundida y se aferró instintivamente al borde de la bañera. Era liviana y el agua la mantenía a flote fácilmente, sus piernas esbeltas se movían ligeramente bajo el agua.

A Farel no le gustaba mucho tomar ese tipo de baños, así que abrió la ducha y se metió bajo el chorro de agua.

No era de extrañar que tantas se sintieran atraídos por él.

No era de extrañar que Olivia no pudiera olvidarlo.

Evrie, recostada en el borde de la bañera, lo observó en silencio por un momento antes de preguntarle de repente:

—Dr. Farel, ¿con cuántas mujeres has estado?

Farel se detuvo por un instante.

Cerró la llave del agua y se giró, mirando casualmente a Evrie en la bañera.

Sus miradas se encontraron y él esbozó una sonrisa irónica.

—¿Qué pasa, ya no basta con no ser mi amante y ahora también necesitas un informe completo de con quién he dormido?

El rostro de Evrie se tiñó de vergüenza al instante.

—No era mi intención…

—Ninguna. —le dijo él de repente.

—¿Qué? —Evrie levantó la cabeza bruscamente.

¡Evrie estaba estupefacta!

Se quedó en la bañera, con los ojos muy abiertos, se sentía incrédula.

No es de extrañar que la primera vez le preguntara por teléfono si era virgen, ¿así que tenía manías con las mujeres?

¿Entonces ella era su primera vez?

El corazón de Evrie comenzó a latir con fuerza.

Esa sensación indescriptible era incluso más maravillosa que los fuegos artificiales de esa noche.

Evrie presionó sus labios, con una nota de asombro en su voz.

—¿Entonces, la primera vez no tenías experiencia y por eso me dolía tanto…? —

La cara de Farel se puso un poco fea en ese instante.

—No fue así, es que mi técnica es muy buena. —

—¿En serio? — Evrie no le creía.

Farel se volteó de inmediato, poniéndola debajo de él, y sus ojos hermosos se entrecerraron peligrosamente.

—¿Qué tal si lo hacemos otra vez para que puedas apreciar realmente mis habilidades? —