Capítulo 149
¿Será que Roman solo se aprovechaba de la Srta. Nerea porque sabía que ella no se podía controlar cuando toma?
-¡Caray!
Laureano, parado al frente de la mesa, le echó un vistazo sin querer a Nerea en brazos de Roman, y casi se le sale el trago por la nariz.
Decir que Roman es un animal, jera quedarse corto!
¡Hacer eso con Nerea en plena luz del día y al aire libre ya es demasiado, y ahora que Nerea está tan borracha que no se enteraba de nada, él seguia sin parar!
Viendo cómo terminó su boca, su cuello, y esa chaqueta de traje que lleva encima como si quisiera esconder algo, además de su falda que estaba toda rasgada, se imaginaba lo que hicieron
-Nerea está borracha, yo la llevo arriba.
¡Claro! Javier asintió, -La habitación está arriba, en la 203, ya esparci azufre, ¿jefe, quiere que le subamos la cena?
-No hace falta, me quedo con ella.
¿Quedarse con ella? ¿Qué más queria hacer?
Laureano, viendo cómo se llevaba a la chica escaleras arriba, no pudo evitar acercarse y susurrarle, -Eh… solo… ten cuidado, ¿vale? Está borracha, no hagas locuras.
Roman le lanzó una mirada fría, y Laureano hizo como que se cosía la boca.
Bueno, este no escucharía consejos.
Él, que con veinte años estaba en la plena flor de la vida, con un deseo insaciable, nunca tenial suficiente, así que la pobre Nerea iba a sufrir…
En la Villa, en la habitación 203
Roman abrió la puerta de la habitación y colocó suavemente a Nerea en la cama grande, al tirar del delgado cobertor hacia un lado, la vio con su vestido rojo seductor, sus largas piernas extendidas sin defensa alguna, con una expresión inocente y extremadamente tentadora, como una diosa seductora. Su mirada se detuvo involuntariamente.
Un calor ardiente brotó inesperadamente, dirigido a su vientre, haciendo que se inclinara lentamente hasta estar muy cerca de ella, pegando su nariz con la nariz de ella, con sus ojos fijos en su precioso rostro, como una bestia salvaje ante su presa.
Ella era suya, completamente suya.
El sudor brotó por su frente, su garganta estaba seca por el intenso movimiento, todo su cuerpo ardía de dolor.
Quererla, deseándola tan profundamente…
-¡Mentiroso, mentiroso!
-¡No, por favor!
Nerea, en medio de un sueño profundo, parecía estar soñando con algo que la asustaba much
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Capitulo 149
sacudiendo la cabeza con una cara aterrada, sus manos estaban moviéndose como si estuviera extremadamente asustada, su voz temblorosa casi ligrosa hizo que Roman volviera en sí.
Se levantó rápidamente, recordando las palabras de Laureano.
Sabía que no debía, que no podía, pero cada vez que tenía la más mínima oportunidad, se volvía loco hasta perder el control, especialmente después de haber probado esa dulzura y delicadeza.
Sabía lo mucho que ella lo hacía perder la cabeza, incapaz de resistirse, y ni siquiera quería pensar en si… podría costarle la vida.
Como ahora, solo mirándola, ya estaba completamente perturbado, incapaz de controlarse.
En la oscuridad de la amplia habitación, comenzaron a escucharse suspiros pesados y agitados, mientras las hormonas saturaban el aire.
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