Capítulo 150
Roman no podía quitarle los ojos de encima a Nerea, sus ojos oscuros brillaban con un fuego intenso como si quisiera consumirla por completo, hasta que un leve rubor emergió en las comisuras de sus ojos y un profundo gruñido se disipó en la vastedad de la noche.
Después de un rato, con delicadeza y atención empezó a limpiar el dobladillo de su vestido, echandol una mirada fugaz a sus manos antes de dirigirse al baño.
-¡No! ¡Por favor no… no te acerques! ¡Hay serpientes, muchas serpientes! ¡Ayúdame, mamá, papá, ayudenme!
Cuando Roman regresó a la habitación, encontró a Nerea atrapada en una pesadilla, llamando a gritos, agitando sus manos en el aire como si intentara deshacerse de algo.
-¿Nea?
Se acercó, y al ver su rostro cubierto de sudor del terror y sus cejas fruncidas, se giró para tomar unal toalla.
Sin embargo, ella lo agarró de la muñeca de repente.
-¡No te vayas, no te vayas!
No me iré, solo voy a buscar algo y vuelvo.
-Por favor, no te vayas…
Ella seguía murmurando en su delirio, temerosa de que si él se iba, no regresaría, con un tono de voz asustado y lastimero, -papa…
Esa llamada, tan dulce y temblorosa hizo que Roman se paralizara, como si hubiera recibido una descarga eléctrica.
Entrecerró los ojos, observando a Nerea en la cama con sus labios entreabiertos y su rostro suplicante, -¿Cómo me llamaste?
-Papȧ…
Pequeña diablilla, ¿realmente intentaba matarlo de angustia?
Roman cerró los ojos, besando suavemente su rostro para calmarla, -Está bien, ya pasó…
-Tranquila, no hay nada que temer ahora.
-Papá estará aquí contigo todo el tiempo, eres el tesoro más preciado de papá.
En la cama, el terror en el rostro de Nerea se desvaneció poco a poco, y su respiración se volvió profunda y regular, cayendo en un sueño profundo.
Roman tomó su mano suavemente y se sentó en la alfombra al lado de la cama, colocando un iris negro junto a su almohada.
Nea, ¿sabes qué significa el iris negro?
En la oscuridad, la mirada de Roman sobre ella era tan profunda y densa como la noche, su intensa ternura podría ahogar a cualquiera.
-Admiración secreta, amor desesperado.
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Capitulo 150
-Eres mi encuentro fortuito, imposible de retener, imposible de poseer.
Ojalá el tiempo pudiera detenerse en este momento, para siempre.
Cerró los ojos, suspirando profundamente antes de besar su mano.
-Ahh… me siento tan mal…
Al amanecer, un rayo de sol se filtró a través de la cortina, iluminando el esbelto cuerpo de Nerea en la
cama.
Nerea frunció el ceño ligeramente, luego, con una expresión de dolor, se sostuvo la cabeza y se levantó lentamente, sintiendo un dolor de cabeza insoportable y su cuerpo como si hubiera sido revuelto y pisoteado varias veces. ¿Es este el resultado de una resaca?
Lentamente abrió los ojos, y al ver el pijama nueva y desconocida que llevaba, se quedó en shock…
Junto a la cama, en un jarrón, había un iris negro fresco, y sobre el mueble, ¿un teléfono?
I
Cuidadosamente tomó el teléfono, que estaba roto y dañado, y después de observarlo por un momento, su rostro se torció de furia al darse cuenta… ¡Ese era su teléfono!
-¿Quién diablos rompió mi teléfono?
Enojada, saltó de la cama con el teléfono en mano, lista para confrontar a quien fuera, pero se detuvo en seco al pasar por un espejo.
Reflejada en él, vio claramente varias marcas sospechosas de color rojizo en su cuello y clavicula, que parecían… ¡marcas de mordidas!
Ese pijama, las marcas de mordidas, su cuerpo adolorido, el teléfono roto y el tenue aroma a perfume en el aire.
De repente, el rostro de Nerea se palideció, y su mente comenzó a imaginar una escena terrible.
Después de emborracharse anoche, ¿habría sido…? ¡Pero si su cuerpo, aunque adolorido, no sentía ningún otro tipo de dolor, especialmente ahi, asi que eso no podía ser posible, ¿verdad?
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